Educa Borràs: un exitós puzzle empresarial

La firma catalana se ha situado entre las principales empresas vinculadas con los juegos educativos en base de sumar fuerzas y productos

Juegos como el Magia Borràs, el Lince, el Scalextric, el Tente o más tarde el K-Nex forman parte de nuestra historia de niños. Todos estos productos, joyas que muchos de nosotros todavía guardamos a los armarios como joyas o máquinas del tiempo, son los que han hecho de Educa Borràs una de las emprendidas líderes en el sector del juguete y el juego de mesa a nivel mundial.

La empresa es el resultado de la fusión de dos grandes familias tradicionales y la incorporación progresiva otras marcas y productos. El origen está en las firmas Educa Sellent y Borràs Plana, dos históricas catalanas fabricantes de productos que vinculan juego y educación.

Fundada al 1967, Educa Sellent se dedicaba inicialmente a las artes gráficas, el papel y el cartón retallable. "Estaba vinculado más bien al sector editorial y a la producción de juegos de mesa familiares, educativos y puzzles ", explica Florenci Verbon, director general de Educa Borràs.

Por su lado, Borràs Plana fue fundada en 1894, siendo así una de las emprendidas decanas en la industria de los juegos del país y creadores del que podría ser el más conocido y reconocido de los productos de magia de la historia a casa nuestra, "Magia Borràs". Fue creado al 1933 con el nombre de "Juegos de Magia" que más adelante adoptó el nombre que todos conocemos y que se ha convertido en todo un icono.

La unión de dos grandes firmas
El año 2000 un grupo ejecutivo se pusieron en contacto con las dos familias para comprar las respectivas firmas, para posteriormente fusionarlas bajo el nombre de Educa Borràs. "Eran dos marcas potentísimas, los padres han jugado con sus productos, los juegos de Educa son arxiconeguts y forman parte de la historia de varias generaciones", señala Verbon.

Es por eso que asegura que se han querido preservar los principios fundadores de las dos empresas originarias: "Crear un producto educativo y que generen valor para la persona, que no discriminen, no sean violento si sean siempre constructivos, que hagan reflexionar en las diferentes etapas evolutivas del niño".

El salto en el siglo XXI
A pesar de conservar este espíritu que vincula sus juegos con un elemento indisociable como el educativo, la empresa ha encontrado la manera de no quedarse atrás, y si bien hay productos que se conservan – y así tiene que ser – con su formato clásico, hay otros que han sabido adaptarse a las tendencias inevitablemente cambiantes.

"No queremos pasar en el mundo digital intangible, queremos mantener el contacto con los azulejos, con el ámbito digital como adicional", explica Verbon. Es por eso que han introducido electrónica, aplicaciones para dispositivos móviles, realidad aumentada a partir de referencias sobre la mesa. "En muchos casos es un añadido y complementos gratuitos, pero que mantienen que se pueda jugar con el juego básico como tal", añade.

Expansión internacional
Esta sofisticación hace que las exportaciones sean más complicadas que la del producto estrella de la firma, el puzzle, que se puede comercializar a nivel internacional sin demasiada complicación. "Un juego educativo para aprender hay que adaptarlo si se quiere exportar al alfabeto propio de la zona o a sus voces", explica el director general de la empresa.

Esto hace necesario encontrar socios en nivel internacional que dominen los mercados locales de manera comprometida. Con todo, el 40% del producto que se fabrica en Cataluña se exporta en el extranjero en un total de 80 países, y dónde únicamente se opera con red propia en España, Portugal y Francia.

Vender en la China
El valor del producto propio de Educa Borràs ha permitido que hayan podido entrar en un mercado como el chino, amo y señor de la elaboración de todo tipo de productos, también juguetes, abajo coste. "Se trata de un aspecto de marca, de prestigio y producto, en la China hay unos 150 millones de ciudadanos con una renta per cápita similar a la de un suizo que quieren un producto de calidad", asegura Verbon.

Una cosa similar pasa con Australia, país donde Educa Borràs también exporta su producto todo y su proximidad con la China. Aquí prefieren adquirir un producto diseñado en Barcelona, marca que pesa en el mercado internacional, y pagar más si es necesario para adquirir un producto de mayor calidad.

La incorporación de la 'fábrica'
Al 2011 la firma incorporó una fábrica de juguetes, concretamente la Fábrica de Juguetes, situada en Alicante, que estaba a punto de quebrar. Con una tecnología diferente a la de Educa Borràs, la inyección de plástico , suponía una pieza que encajaba perfectamente en el gran puzzle empresarial en que se estaba convirtiendo el grupo.

La nueva adquisición permitía hacer una serie de productos nuevos para el grupo a partir del plástico, como pupitres o pizarras de juguete. Este era un nuevo golpe de autoridad ante el imponente mercado chino: "Estamos en un momento donde el producto en la China ya no sale tan rentable porque por suerte los salarios de los trabajadores de allá suben, y además el tipo de cambio también, así que los costes se están elevando", explica Verbon.

El director general asegura que así se garantizaban los puestos de trabajo en la fábrica con criterios de calidad : "Invertimos así en una fábrica muy muy preparada", apunta, añadiendo que ya se ha dotado de nueva tecnología para mejorarla.

Scalextric y K-Nex: adquisiciones de lujo
"Iba todo perfecto, y un año después apareció Scalextric". Así explica el propio Verbon la oportunidad que se los presentó el 2012, cuando Tecnitoys, la firma que explotaba la prestigiosa firma de los bólidos con un contrato de larga duración, presentó concurso de acreedores.

" hubo una subasta pero por cosas de la vida volvió a quedar a manso de su propietario, y los propusimos de ayudarlos durante un año para garantizar la continuidad de Scalextric como mínimo el 2012, no se podía perder, pero un año después el propietario nos ofreció explotar la marca por una duración más larga, y ya traemos tres años", explica Verbon.

La segunda incorporación llegó el 2013, cuando la emprendida K-Nex los propuso que distribuyeran el producto a la zona, y lo aceptaron. Recientemente, además, han incorporado una peonza, Energía, un producto más desenfadado y este golpe desvinculado del aprendizaje. El inconveniente que tiene es que ya no los queda ni una unidad para distribuir: "Ha sido todo un éxito", afirma.
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