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El altruismo de Míster Facebook

La donación millonaria de Mark Zuckerberg a asociaciones benéficas es un ejemplo del destino que empresarios y grandes compañías dan a sus beneficios económicos

    Zuckerberg ha anunciado la donación millonaria de sus acciones junto con una imagen en que aparece con su hija y su mujer
    Zuckerberg ha anunciado la donación millonaria de sus acciones junto con una imagen en que aparece con su hija y su mujer
    03 de Diciembre de 2015
    Act. 04 de Diciembre de 2015
    La hija del fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, ha nacido con algo más que un pan bajo el brazo. Su padre ha anunciado que dará el 99% de sus acciones de la compañía –valoradas en, aproximadamente, 45.000 millones de dólares- a causas benéficas. Lo hará de forma gradual medianteChan Zuckerberg Initiative, desde donde controlará que los recursos se enfoquen de manera apropiada hacia el aprendizaje personalizado, la construcción de comunidades fuertes o la cura de enfermedades.

    El que seguramente es el emprendedor más famoso del mundo se suma así al club de los millonarios filantròpics, los que han decidido ceder una parte de su fortuna para conseguir un impacto social positivo. Ahora bien, que hay detrás del concepto de filantropía?

    Según el profesor de Economía Financiera y Contabilidad de la Universitat de Barcelona José Mª Gay de Liébana, la donación de Zuckerberg es un ejemplo de "la ostentación caritativa" que ejercen últimamente los multimillonarios norteamericanos. "En los Estados Unidos cada vez más hacen gala de este concepto. En vez de comprarme un jet o una isla el que hacen es aportar a la sociedad, devolver el que la sociedad los ha dado. En este caso, Zuckerberg lo ha pensado con motivo del nacimiento de su hija y ha montado una fundación", apunta.

    Gay de Liébana también destaca el contexto en qué Zuckerberg ha hecho su multimillonaria donación. "En los Estados Unidos el contexto hay que entenderlo desde la perspectiva de un país liberal, puesto que es un país en el cual se fomenta la economía y las empresas. Gente como Bill Gates, Warren Buffet o como hizo el señor Rockefeller en su momento, patrocinan acciones de lucha contra el cáncer, enfermedades infantiles, etc. pensando que la infancia mejore y las generaciones futuras prosperen. Pero esto también beneficia el Gobierno", explica el economista. Según el profesor de la UB, "el Gobierno entiende que esto los supondrá menos gasto público, puesto que el sector privado se asigna unas cantidades para investigar, y descarga el sector público. En definitiva, es la diferencia entre un país y un paisito", comenta con ironía.

    La filantropía personal
    Por su parte, el profesor de Esade y director del Instituto de Innovación Social de la entidad, Ignasi Carreras, distingue de entrada tres tipos de filantropía: la corporativa, la familiar y la personal. Zuckerberg forma parte de este tercer grupo, donde uno de los grandes exponentes es el fundador de Microsoft, Bill Gates."Hacen aportaciones substancioses, y no los interesa tanto aportar a la sociedad como conseguir impacto social", destaca Carreras, quien mantiene así la tesis de la ostentación caritativa de la cual habla Gay de Liébana.

    El profesor de Esade pone como paradigma la fundación Bill & Melinda Gates, la cual justamente esta semana también había anunciado que darían el 90% de su riqueza a proyectos benéficos a través de la Breakthrough Energy Coalition. "Tienen una estrategia muy clara de donde quieren incidir yponen personas muy competentes. Al tener tantos recursos quieren tener un impacto importante", evidencia. Carreras asegura que "se han especializado y son realmente buenos. Se rodean de personas expertas en el impacto social para poder canalizar sus recursos de una manera muy eficiente".

    Los Estados Unidos, un mundo diferente
    Sea como fuere, el cierto es que estas acciones filantròpiques personales, habituales en los Estados Unidos, cuestan más de ver en casa nuestra. Por Carreras, la diferencia con el país norteamericano es "la imagen que tienen los emprendedores y los empresarios. Aquí está cambiando despacio, pero en general el emprendedor está bien ver y el empresario no tanto. Allá, en cambio, están muy ver los dos". Este hecho permite que una persona que se hace rica sea vista como una persona de éxito, con una reputación empresarial. "Si hace una acción de filantropía, gana una reputación personal adicional", apunta Carreras.

    En opinión de Gay de Liébana, a diferencia del Estado español, en los Estados Unidos "piensan con la cabeza". El profesor y economista declara que "aquí cuando alguien con toda su buena intención hace una obra altruista, pues, viene Hacienda y dice que no, porque este país, con todo este corsé legal y burocrática que tenemos y con la mentalidad que tienen los que gobiernan, es un país anclado que no va a prosperar. Si Zuckerberg hace esto en España, seguro que a la cabeza de cinco minutos ya tiene a una brigada de inspectores de Hacienda para acorralarlo y perseguirlo".

    Ahora bien, a menudo estas donaciones se ven con desconfianza, apuntando a una cara oculta más allá del impacto social. "Por mí el que es relevante es cómo ha conseguido el dinero esta persona. Si lo ha hecho de una forma honesta, con productos interesantes para la sociedad, respecto a los derechos fundamentales y al medio ambiente; y después quiere hacer filantropía, perfecto", dice Carreras. Y añade, "prefiero una acción filantròpica que se quede el dinero al bolsillo, sobre todo si la acción filantròpica es inteligente".

    La cara oculta? 
    En este punto, Carreras vuelve a señalar la tarea de Bill Gates y su fundación. "Ha marcado referencias positivas, se ha concentrado en unos cuántos temas y aparte de conseguir resultados, ha provocado que administraciones públicas y otros empresarios de éxito se sumaran a estas causas con recursos muy orientados", indica.

    Por el profesor de Esade, "el componente fiscal, si no ha lavado de dinero, no es algo que los salga por anticipado. Los beneficiaría más quedarse el dinero que darlos". A su entender, "la cara oculta seria si la forma de generar el dinero no ha sido la adecuada y la filantropía tiene el objetivo de hacer un lavado de imagen. Pero habría que analizar casa por caso".

    Tal como explica Gay de Liébana, es cierto que en los Estados Unidos las fundaciones disfrutan de un régimen fiscal muy protector: "Por lo tanto, el que él vaya dando, se irá reduciendo de su base de impuestos, porque el impuesto sobre la renta es más fácil que aquí en España. Sí que es cierto que él traspasará el dinero a una fundación suya y de su mujer, por lo tanto, nohabrá un golpe de timón desde la perspectiva del accionariado porque seguirá siendo el mismo propietario, pero a través de una fundación". En resumen y a largo plazo, los 45.000 millones de dólares de los cuales se gastará gradualmente rebajarán su carga tributaria.

    Filantropía corporativa 
    No sólo los empresarios de éxito apuestan por la filantropía. Las empresas tambiénparticipan como parte de su responsabilidad social corporativa (RSC), normalmente a través de fundaciones o programas de acción social. "Con esto quieren compartir con la sociedad una parte de sus beneficios", dice Carreras. En el caso de las compañías de la Ibex 35, el porcentaje sobre los beneficios netos destinado a esta función acostumbra a bordear el 1%.

    "Cada vez más se concentran a proyectos cercanos al posicionamiento estratégico de la compañía, de tal manera quepueden aportar algo más que dinero, como su conocimiento", destaca Ignasi Carreras.

    Ahora bien, distingue el hecho que "la RSC quiere conseguir que la forma de operar de la compañía sea responsable, y por lo tanto tiene más a ver a cómo se generan los beneficios que no a cómo se comparten". En cambio, "la filantropía se encuentra más en las iniciativas que inciden en la sociedad y que se financian a partir de los beneficios de la compañía". Y queobtienen las empresas? "Esperan obtener impacto social, visibilidad, reputación, marca y sentido de pertenencia", aclara el profesor de Esade, que destaca la tarea en esta línea de empresas como DKV, Natura Bissé o Grífols.