El 'modo avión' de los trabajadores

Empresas que aplican medidas para fomentar la desconexión digital explican los beneficios de hacer pausas activas, luchar contra los ladrones del tiempo y flexibilizar los horarios en plena moda del teletrabajo

Una trabajadora se conecta desde el aeropuerto | iStock Una trabajadora se conecta desde el aeropuerto | iStock

Osvaldo Riccardi trabaja en el sector audiovisual como cooperativista en la firma creaRSA SCCL, una microempresa formada por tres socios. Confiesa que durante el confinamiento todo el mundo trabajaba siete días a la semana, las 24 horas, para llevar adelante su proyecto. No es fácil desconectar en la sociedad de la información, avasallados por e-mails y llamadas al teléfono móvil, estemos donde estemos, pero más todavía lo es cuando, meses después del confinamiento, pero todavía en Estado de Alarma, muchas empresas trabajan a distancia y, por lo tanto, la conciliación es el reto (o la utopía) de cada día. El tiempo es un bien preciado hoy en día.

"A nosotros nos ha funcionado la autoregulación, al final conseguimos establecer un mecanismo de conexión", explica Riccardi. De lunes a viernes se conectan segurísimo durante 3-4 horas, pero después cada cual regula su actividad. En empresas más grandes, establecer unas normas ha sido capital para evitar la 'fatiga informática', un concepto que trae a colación Mònica Sánchez, CEO de Criteria, quien también interviene en esta conversación online que forma parte del programa que la Barcelona Time Use Initiative (BTUI) for a Healthy Society está celebrando online esta semana. El panel, organitzat per l'Ajuntament de Barcelona, ha comptat amb la moderació de Sònia Ruiz.

"Esta pandemia desgraciadamente nos ha enseñado los usos que hacemos del tiempo, y desde el punto de vista de la BTUI pensamos que este es un momento para repensar nuestros horarios, mirando el uso que se hace en Europa y planteándonos el derecho de uso de nuestro tiempo y el derecho a la desconexión digital", explica a VIA Empresa Marta Junqué, co-coordinadora de la BTUI, la antigua plataforma por la Reforma Horaria.

Més info: El 'kairos', el tiempo adecuado

En el debate online Sánchez insiste en el hecho que nos hemos acostumbrado a traernos trabajo a casa, pero también llevarnos la casa al trabajo y opina que "los departamentos de Recursos humanos tienen que trabajar con sistemas flexibles para evitar la hiperconnectivitat y la baja productividad de los equipos". Apuesta por el 'modo avión': derecho a la intimidad, reglas de uso de dispositivos, evitar la fatiga informática y usar la información con sistemas de monitorización. "Salgo de la oficina, me pongo mascarilla; salgo de la oficina, apago el móvil", señala Sánchez. "Nos tenemos que acostumbrar".

Sánchez: "Salgo de la oficina, me pongo la mascarilla, salgo de la oficina, apago el móvil"

En Henkel Ibérica también están por la misma idea. De hecho, antes de que la desconexión digital tuviera nombre oficial y regulación que lo amparara con la LOPDPGD, en las oficinas apagaban las luces para "educadamente" invitar a marcharse a casa a los trabajadores más lentos. "Era un sistema rudimentario de lo que ahora denominamos desconexión, pero en nuestro caso ya hace tiempo que trabajábamos esto, por ejemplo, antes de que se impusiera el registro horario cada persona se autogestionaba su propio horario", explica Albert Solé, labor legal advisor de Henkel. La empresa alemana recomienda que entre las 20.30 horas y las 7.30 horas ni se contesto ni se atiendan llamadas de trabajo, a excepción, eso sí, de casos importantes. "La urgencia es una cosa y la importancia es otra, hay que saber diferenciar", explica Solé.

Solé: "La urgencia es una cosa y la importancia es otra, hay que saber diferenciar"

Henkel, que tiene oficinas centrales en Barcelona y un centro de producción en Montornès del Vallès, pertenece a la Xarxa Nust, la Xarxa d'Empreses Nous Usos Socials del Temps. Una de sus responsables, y directora de Momentum LAB, Elisa Stinus, también ha participado en el debate recordando que el derecho a la desconexión empieza a legislarse en Francia en el año 2007, cuando el síndrome de bornout es ya una realidad. En el Estado español, el artículo 88 de la Ley Orgánica de Protección de Datos Personales y Garantía de los Derechos Digitales reconoce el derecho a la desconexión digital en el ámbito laboral. La norma española recomienda elaborar una política interna dirigida a trabajadores, incluidos los que ocupan lugares directivos, en la cual definirán las modalidades de ejercicio del derecho a la desconexión y las acciones de formación y de sensibilización del personal sobre un uso razonable de las herramientas tecnológicas que evito el riesgo de fatiga informática. "En particular, se preservará el derecho a la desconexión digital en los supuestos de realización total o parcial del trabajo a distancia así como en el domicilio del empleado vinculado al uso con finalidades laborales de herramientas tecnológicas", reza el texto.

El artículo 88 de la LOPDPGD reconoce el derecho a la desconexión digital en el ámbito laboral

"En España el 68% de las personas recibe e-mails o llamadas fuera del horario laboral", apunta Stinus, quien anima a trabajar para combatir esta híper-presencialidad digital, puesto que puede ser una trampa para los trabajadores, pero también para las mujeres, debido a la desigualdad imperante en el cuidado de los descendentes que implica una mayor presencialidad de la mujer que del hombre y que durante el confinamiento se ha agravado especialmente.

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