El valor de las únicas castaños hechos en Cataluña

Castañas de Viladrau es la única empresa catalana que produce y comercializa castañas en casa nuestra

No hay ningún hogar catalán que estos días no compre una paperina de castañas . La castanyada inunda durante unos días las calles y las casas de Cataluña con el fruto típico del otoño en el que se ha convertido en una de las tradiciones más arraigadas a casa nuestra. Pero contra el que cualquiera podría pensar, la inmensa mayoría de las castañas que consumimos venden importadas del exterior. Este fruto tan nuestro no es nada nostrat. Contra esto lucha desde hace cuatro años la única empresa que produce y comercializa castañas de Cataluña: Castañas de Viladrau.

Las castañas que llegan a Cataluña venden de todo el mundo menos de aquí. Uno de los impulsores de Castañas de Viladrau, Joaquim Solé, lamenta que "aproximadamente el 80% de las castañas que consumimos venden de Galicia –ya sean producidas al vértice noroeste del Estado o importadas desde países como Francia– y el otro 20% es de la China. Nosotros, hoy por hoy, alcanzamos el 2% del mercado".

"No tiene ningún sentido que hayamos de comprar la castaña del exterior"
Un pequeño agujero que poco a poco se está haciendo grande. De hecho, Solé asegura que "la gente quiere castañas de castañas de su tierra, pero si no han, en compra de fuera. No tiene ningún sentido que tengamos miles y miles de hectáreas de castaños abandonados y hayamos de comprar la castaña del exterior".

Castañas de Viladrau, instalada en el Montseny, nació el 2009 como la única empresa productora y comercialitzadora de castañas de casa nuestra con certificado y registro sanitario. Empezaron produciendo 500 kilos de castañas y el año pasado hicieron 8.000. Este año confían al duplicar hasta los 16.000 kilos y calculan una facturación anual de 160.000 euros. Estos días la demanda y las visitas los supera y es que son una empresa todavía pequeña. Pero confían al seguir creciente a pasos agegantats.

La mejor castaña
El gran valor añadido de las castañas de Viladrau es la producción local: "Son hechos en casa, en nuestra tierra y como consecuencia son de gran calidad", afirma Joaquim Solé. "Estamos comercializando una castaña única y excelente", insiste. La textura y el sabor son diferentes, "la castaña de casa es mucho más fresca", concluye Solé.

Otro de los promotores de la empresa, Albert Sorribes, asegura a la ACN que "las castañas que llegan de fuera vienen sin seleccionar, de diferentes medidas y a granel". Contra esto, la apuesta de Castañas de Viladrau se lo juega el todo por la calidad de casa: "Nosotros hacemos una calibración de todas las castañas y, por lo tanto, ofrecemos un producto de mucha calidad".

Más buenas, más caras
Eso sí, la calidad se paga. El propio Sorribes admite que contra esto no pueden hacer nada: "En cuestiones de precio no podemos competir con las castañas que vienen de fuera, sobre todo las de Galicia, porque llegan en cantidades muy elevadas". A pesar de todo, confía en que "cada vez se apuesta más por el producto de kilómetro cero y también porel ecológico".

El difícil reto de vender castañas todo el año
El de la castaña es un mercado extremadamente estacionalitzat. La época para consumir castañas es tan intensa cómo breve. Una tendencia que Castañas de Viladrau tiene que revertir para ser rentable. "No queremos ser una empresa que dure dos meses, sino que tenga actividad durante todo el año", deja claro Sorribes.

La arma para combatir la estacionalitat es la diversificación de productos. Castañas de Viladrau trabaja diferentes derivados de la castaña, como detalla Joaquim Solé: "Desde comidas y menús para todo el año centrados en la castaña a productos concretos como morcilla de castañas, helado de castañas, mermelada de castañas, pà de castaña, cerveza de castaña o, incluso, un queso de cabra con castaña tostada". "Tenemos que seguir innovando en nuevos productos que tengan querencia todo el año", concluye.

Clientes de renombre
Las castañas catalanas tienen todavía un mercado pequeño, pero ya cuenta con algunos nombres de lujo. Principalmente se comercializan entre pequeños comercios y ferias alimentarias, así como tiendas ecológicas de Barcelona y algunos restaurantes. De hecho, uno de sus fundadores, Joaquim Solé, explica que están sirviendo al mejor restaurante del mundo, la Bodega de CanRoca , así como a otros chefs de prestigio como Nando Jubany o Xavier Pellicer.

Y es que tienen las mejores castañas, las castañas de casa nuestra, que buscan abrir definitivamente el caparazón del mercado catalán y consolidarse entre los consumidores de Cataluña.
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