La telenovela de la compraventa del Hospital General de Cataluña (HGC) nos deleita con un nuevo episodio. Este miércoles el Grupo Quirónsalud ha advertido –de nuevo- que el HGC "no está a la venta". La compañía ha reiterado que "no ha recibido ninguna oferta en firme de compra del centro por parte del departamento de Salud de la Generalitat". Y mientras tanto, los 150 trabajadores afectados por el ERO si se retira el concierto ven como la fecha de la exclusión del hospital de la red pública se acerca como una espada de Damocles.
Una compraventa inexistente en tres actas
Todo va empezar cuando el consejero de Salud, Toni Comín, anunció que el consejo de dirección del Servicio Catalán de la Salud preveía expulsar de la red sanitaria pública catalana el Hospital General de Cataluña, gestionado por Quirónsalud. Esto con el objetivo de garantizar que esta red pública no incluya en centros de titularidad privada y con ánimo de lucro.
Y el rebombori empezó. Desde el Ayuntamiento de Sant Cugat, la alcaldesa de la localidad vallesana, Mercè Conesa, pidió directamente la supresión de la decisión por el "grave impacto que tendría por Sant Cugat". Los convergentes de la localidad recuerdan que en 2014, el Hospital General de Cataluña atendió 2.671 pacientes de la sanidad pública, de los cuales 636 fueron derivaciones para intervenciones quirúrgicas en lista de espera. Según fuentes consultadas por VÍA Emprendida, el 85% del negocio del HGC proviene de las mutuas y sólo un 12% del concierto público. Básicamente los pacientes derivados en el hospital de Sant Cugat son por radioterapia y hemodinàmica.
Con la política de sacar hospitales privados de la red pública, Comín pone la HGC entre la espada y la pared, porque este centro nunca ha sido rentable –siempre ha tenido alas cerradas- y sin la aportación pública es un proyecto ruinoso que acumula varios expedientes de regulación de ocupación.
Un hospital ruinoso por un gran grupo
Las mismas fuentes consultadas por VÍA Emprendida detallan que el proyecto del HGC nace el 1973 de la mano de un grupo de empresarios y constructores cercanos a Jordi Pujol. El hospital se acabó de construir el 1983, en un momento en que la sanidad privada tenía un buen prestigio, con las aportaciones de 65.000 socios. Los promotores esperaban obtener un concurso y que la Seguridad Social cubriera la asistencia de los socios de por vida. El proyecto no va reeixir como se esperaba y los socios acabaron pagando con mutuas o cuotas su asistencia. El año 1993 la entidad presentó suspensión de pagos. La situación se salvó con finiquitos de los acreedores, avales de la Generalitat, un concierto público y la renuncia de los derechos vitalicios de los socios.
No obstante, el 1999 el hospital presentó la quiebra voluntaria. Después de descartar la adquisición pública, en 2001 Ibérica de Diagnóstico y Cirugía –con el fondo de capital riesgo CVC- adquirió el hospital. El año 2014 IDC compró Quirónsalud, grupo español que se ha consolidado en poco tiempo entre las mejores empresas del sector al continente europeo, y este gestiona el HGC desde el 2015.
Pero la fusión sólo ha durado dos años. CVC ha vendido este año su parte al grupo alemán Helios, propiedad de Fresenius, una unión que dará lugar al grupo sanitario más grande de Europa, con más de 100.000 empleados y 155 centros sanitarios.
Posibles despidos
Con la posible compra y el reciente cambio de manso, la incertidumbre se ha instalado entre los trabajadores del Hospital, según ha indicado en rueda de prensa CCOO, sindicato mayoritario al comité de empresa del hospital. Por su parte, los convergentes de Sant Cugat consideran que la exclusión de este centro hospitalario de la red pública tendría un efecto negativo en las listas de espera al resto de hospitales de la comarca. El gobierno local también muestra su preocupación por los posibles despidos que se pueden producir. La confrontación entre los convergentes de Sant Cugat y el Gobierno está servida.
Entonces, y como para salir del embroll, Comín ha anunciado este el pasado viernes a Catalunya Ràdio que desde la Consejería han hecho una propuesta para adquirir en propiedad el Hospital General de Cataluña a la empresa Quirónsalud por 50 millones de euros. Con la propuesta se daría respuesta a la demanda de hospitales públicos al área de Cerdanyola del Vallès y Rubí, proyectos que han sido parados por falta de presupuesto.
Comín garantiza que la plantilla actual mantendría sus lugares de trabajo y " ganan porque pasan del convenio privado al público".
Trabajadores, críticos e ilusionados
Ante el anuncio, la presidenta del comité de empresa del Hospital General, Roser Morraja, ha acusado el consejero "de vender humo" con su propuesta. Morraja ha invitado Comín a presentar "un proyecto viable, no un anuncio para hacer titulares". Este miércoles, CCOO, el sindicato mayoritario al comité de empresa, ha invitado todos los implicados a sentar y negociar. La Unión General de Trabajadores también anima "las partes a hablar" y celebra la noticia de la posible compra.
Ninguna oferta en firme
Por su parte Quirónsalud ya había negado haber recibido ninguna oferta de compra del centro por parte de la Generalitat el pasado viernes. "Ante la inexistencia de esta oferta de compra planteada por el señor Comín, consideramos que no se puede estudiar ni analizar una cosa que no existe", apuntaban en un comunicado. Y ya van tres.
En respuesta, el Departamento de Salud afirmó que propuso a Quirónsalud la compra de la HGC en una comida de trabajo que se celebró el 10 de octubre con el director del CatSalut, David Elvira, el subdirector, Josep Maria Argimon, el director del Hospital General de Cataluña, la Clínica del Vallès y el Sagrado Corazón, Xavier Mato, y el consejero delegado de Quirónsalud, Víctor Madera.
Así las cosas, el consejero está en una buena posición, porque sin el concierto, el hospital es difícilmente viable. Y Comín controla el concierto.
Una compraventa inexistente en tres actas
Todo va empezar cuando el consejero de Salud, Toni Comín, anunció que el consejo de dirección del Servicio Catalán de la Salud preveía expulsar de la red sanitaria pública catalana el Hospital General de Cataluña, gestionado por Quirónsalud. Esto con el objetivo de garantizar que esta red pública no incluya en centros de titularidad privada y con ánimo de lucro.
Y el rebombori empezó. Desde el Ayuntamiento de Sant Cugat, la alcaldesa de la localidad vallesana, Mercè Conesa, pidió directamente la supresión de la decisión por el "grave impacto que tendría por Sant Cugat". Los convergentes de la localidad recuerdan que en 2014, el Hospital General de Cataluña atendió 2.671 pacientes de la sanidad pública, de los cuales 636 fueron derivaciones para intervenciones quirúrgicas en lista de espera. Según fuentes consultadas por VÍA Emprendida, el 85% del negocio del HGC proviene de las mutuas y sólo un 12% del concierto público. Básicamente los pacientes derivados en el hospital de Sant Cugat son por radioterapia y hemodinàmica.
Con la política de sacar hospitales privados de la red pública, Comín pone la HGC entre la espada y la pared, porque este centro nunca ha sido rentable –siempre ha tenido alas cerradas- y sin la aportación pública es un proyecto ruinoso que acumula varios expedientes de regulación de ocupación.
Un hospital ruinoso por un gran grupo
Las mismas fuentes consultadas por VÍA Emprendida detallan que el proyecto del HGC nace el 1973 de la mano de un grupo de empresarios y constructores cercanos a Jordi Pujol. El hospital se acabó de construir el 1983, en un momento en que la sanidad privada tenía un buen prestigio, con las aportaciones de 65.000 socios. Los promotores esperaban obtener un concurso y que la Seguridad Social cubriera la asistencia de los socios de por vida. El proyecto no va reeixir como se esperaba y los socios acabaron pagando con mutuas o cuotas su asistencia. El año 1993 la entidad presentó suspensión de pagos. La situación se salvó con finiquitos de los acreedores, avales de la Generalitat, un concierto público y la renuncia de los derechos vitalicios de los socios.
No obstante, el 1999 el hospital presentó la quiebra voluntaria. Después de descartar la adquisición pública, en 2001 Ibérica de Diagnóstico y Cirugía –con el fondo de capital riesgo CVC- adquirió el hospital. El año 2014 IDC compró Quirónsalud, grupo español que se ha consolidado en poco tiempo entre las mejores empresas del sector al continente europeo, y este gestiona el HGC desde el 2015.
Pero la fusión sólo ha durado dos años. CVC ha vendido este año su parte al grupo alemán Helios, propiedad de Fresenius, una unión que dará lugar al grupo sanitario más grande de Europa, con más de 100.000 empleados y 155 centros sanitarios.
Posibles despidos
Con la posible compra y el reciente cambio de manso, la incertidumbre se ha instalado entre los trabajadores del Hospital, según ha indicado en rueda de prensa CCOO, sindicato mayoritario al comité de empresa del hospital. Por su parte, los convergentes de Sant Cugat consideran que la exclusión de este centro hospitalario de la red pública tendría un efecto negativo en las listas de espera al resto de hospitales de la comarca. El gobierno local también muestra su preocupación por los posibles despidos que se pueden producir. La confrontación entre los convergentes de Sant Cugat y el Gobierno está servida.
Entonces, y como para salir del embroll, Comín ha anunciado este el pasado viernes a Catalunya Ràdio que desde la Consejería han hecho una propuesta para adquirir en propiedad el Hospital General de Cataluña a la empresa Quirónsalud por 50 millones de euros. Con la propuesta se daría respuesta a la demanda de hospitales públicos al área de Cerdanyola del Vallès y Rubí, proyectos que han sido parados por falta de presupuesto.
Comín garantiza que la plantilla actual mantendría sus lugares de trabajo y " ganan porque pasan del convenio privado al público".
Trabajadores, críticos e ilusionados
Ante el anuncio, la presidenta del comité de empresa del Hospital General, Roser Morraja, ha acusado el consejero "de vender humo" con su propuesta. Morraja ha invitado Comín a presentar "un proyecto viable, no un anuncio para hacer titulares". Este miércoles, CCOO, el sindicato mayoritario al comité de empresa, ha invitado todos los implicados a sentar y negociar. La Unión General de Trabajadores también anima "las partes a hablar" y celebra la noticia de la posible compra.
Ninguna oferta en firme
Por su parte Quirónsalud ya había negado haber recibido ninguna oferta de compra del centro por parte de la Generalitat el pasado viernes. "Ante la inexistencia de esta oferta de compra planteada por el señor Comín, consideramos que no se puede estudiar ni analizar una cosa que no existe", apuntaban en un comunicado. Y ya van tres.
En respuesta, el Departamento de Salud afirmó que propuso a Quirónsalud la compra de la HGC en una comida de trabajo que se celebró el 10 de octubre con el director del CatSalut, David Elvira, el subdirector, Josep Maria Argimon, el director del Hospital General de Cataluña, la Clínica del Vallès y el Sagrado Corazón, Xavier Mato, y el consejero delegado de Quirónsalud, Víctor Madera.
Así las cosas, el consejero está en una buena posición, porque sin el concierto, el hospital es difícilmente viable. Y Comín controla el concierto.
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