Brians 2 cuenta con un taller entero dedicado a una sola empresa de automoción | Àngel Bravo
Brians 2 cuenta con un taller entero dedicado a una sola empresa de automoción | Àngel Bravo

Empresas en la prisión: más allá de la RSC

El Centro de Iniciativas para la Reinserción busca conseguir segundas oportunidades para los presos con el objetivo de reinsertarlos a la sociedad

"Las penas privativas de libertad y las medidas de seguridad estarán orientadas hacia la reeducación y la reinserción social y no podrán consistir en trabajos forzados". El cine y los programas de televisión han hecho mucho mal a la visión que la sociedad tiene de las prisiones, pero, al Estado, el artículo 25.2 de la Constitución española establece que los presos tienen el derecho a trabajar y a cobrar para hacerlo, así como a estar dados de alta a la Seguridad Social y a tener acceso a la formación. Una vez más, Cataluña va más allá y es pionera al tener un Centro de Iniciativas para la Reinserción, el CIRE, una empresa pública que cuelga del Departamento de Justicia y que tiene por objetivo introducir las compañías privadas en la prisión.

Con un total de 60.000 metros cuadrados repartidos por todos los centros penitenciarios catalanes y 70 talleres productivos, el CIRE forma cada año además de 2.000 internos. VÍA Emprendida ha entrado a Brians 2 para ver como funciona este organismo dentro de las prisiones y como las empresas que colaboran tienen montado entre rejas su sistema de trabajo. Y es que un interno puede entrar a formar parte de un taller prácticamente desde el primer día que entra a la prisión porque esto forma parte de su tratamiento individualizado.

'VIA Empresa' entra al centre penitenciari Brians 2

'VÍA Emprendida' entra al centro penitenciario Brians 2 | Àngel Bravo

Creado mediante la Ley 5/1989 del 12 de mayo, el CIRE trabaja bajo el paraguas de las tres directrices necesarias para acompañar y orientar el interno en su reinserción: formación, ocupación e inserción (FOI). Y, sólo entrar a la zona de talleres y aulas de Brians 2, ya se respira todo esto: los presos aprenden y trabajan en el mismo tiempo combinando esta triple fórmula.

La diferencia entre las prisiones del resto del Estado o del mundo con las catalanas, es que, fuera, el interno sólo se ocupa de los trabajos para los presos, mientras que en Cataluña estas se combinan con trabajos de empresas externos.

Torres: "Desarrollamos una tarea que tiene un marcado carácter industrial, pero lo hacemos desde la vertiente pública"

El director del CIRE, Juan José Torres, subraya que "desarrollamos una tarea que tiene un marcado carácter industrial, pero lo hacemos desde la vertiente pública", al mismo tiempo que pone encima la mesa que, precisamente por todo ello, este modelo "es único en Europa y diría que en el mundo" porque se trata de focalizarlo en el trabajo "como tratamiento y no como objetivo en sí mismo". Esta dualidad, destaca, "es el que da riqueza y este punto de ser un elemento único".

Traerlo a la práctica, pero, es complicado porque comporta gestionar muchas cosas a la vez: desde la reinserción de los presos, su formación y el trabajo como terapia, hasta estar pendientes que la producción salga a tiempo y que las cifras pactadas con las empresas cuadren correctamente.

Dos interns munten el parabrisa d'un vehicle

Dos internos montan el parabrisas de un vehículo | Àngel Bravo

Además, la formación que ofrece el CIRE está homologada por el Servicio de Ocupación de Cataluña (ZOCO) y, por lo tanto, cuenta con los mismos contenidos que estudia cualquier persona. El interno recibe la misma titulación que si se hubiera formado fuera de la prisión y en ninguna parte consta que el trabajador haya pasado por ningún centro penitenciario, a diferencia otros países del mundo, donde la condena puede perseguir la exintern toda la vida, como pasa, por ejemplo, en el modelo anglosajón. "Esto te permite continuar la formación en la calle", sostiene Torres.

Derechos humanos (y universales)

La población penitenciaria del 2017 en Cataluña está formada por 7.816 hombres, el 93,2% del total, y 568 mujeres, el 6,77%, entre penados y preventivos. Del total de internos -8.384 el año pasado-, "un 70% de los que tienen capacidad para trabajar", es decir, de los que no tienen ningún impedimento físico o jurídico que no le permita trabajar, están ocupados. Esto se traduce en 4.280 presos trabajando en todos los centros penitenciarios catalanes, que, del total de internos, representan un 51,04%. De hecho, a pesar de que la población penitenciaria es más baja que nunca, cada vez hay más internos ocupados.

Todo el mundo tiene derecho a trabajar y así lo dice la norma suprema. El problema, pero, es, según subraya Torres, que "hay muchas personas que pasan por nuestras manos que no han tenido nunca la oportunidad de hacerlo y no tienen hábitos de concentración, de recibir instrucciones o de preocuparse por la calidad de un producto". Justamente por eso, los trabajos dentro de la prisión pueden ir desde "enganchar gomets" hasta trabajos de "inteligencia artificial".

Entre los talleres que realizan, se pueden encontrar actividades tanto diversas como la cocina o la lavandería de la prisión -donde no sólo se lava la ropa de los internos, sino también de empresas externas-, talleres de automoción, de costura o de etiquetado, entre otros muchos. Se combinan, pues, los trabajos propios que se realizan en todas las prisiones del mundo con las contrataciones de empresas privadas.

A la bugaderia de Brians 2 s'hi renta la roba dels interns, però també la de conegudes empreses externes

A la lavandería de Brians 2 se lava la ropa de los internos, pero también la de conocidas emprendidas externas | Àngel Bravo

La transición a la libertad

Cataluña es el único territorio del Estado español que tiene competencias propias en materia penitenciaria y el CIRE constituye un modelo propio del sistema penitenciario catalán. Y lo es porque no sólo ofrece a los presos la oportunidad de formarse y trabajar con empresas privadas independientes en la prisión, sino también porque "los presos ganan dinero con su esfuerzo, que los permite tener un cierto nivel de vida normalizado dentro de la prisión y cotizar a la Seguridad Social", asegura Torres.

Torres: "Queremos conseguir que cuando salgan de la prisión, su reincorporación sea lo más normalizada posible, también desde el punto de vista laboral"

Y no sólo esto. Cuando empieza la libertad condicional o el tercer grado y más tarde llega el momento de salir del centro, "la investigación de trabajo requiere de un acompañamiento para hacer la transición entre la prisión y la comunidad", una tarea que también se encuentra dentro de las prioridades del CIRE.

"Queremos conseguir que, cuando salgan de la prisión, su reincorporación sea lo más normalizada posible, también desde el punto de vista laboral", añade Torres, que también pone especial énfasis en el hecho que los internos tienen que "recuperar la autoestima, su dignidad y los valores, que muchas veces han quedado relevados a un segundo plano porque el paso por la prisión afecta psicológicamente".

Externalizar entre rejas

La colaboración de la empresa privada, pues, es muy importante dentro de la prisión. "Una persona que vuelve a la sociedad y no delinque es una persona reinsertada. Pero la reinserción de verdad no se produce hasta que la sociedad no lo acepta", pone de relevo el director del CIRE para explicar el papel de las compañías que trabajan codo con codo con ellos. Y es aquí donde entra la cuestión de la segunda oportunidad. "El mercado laboral no es ilimitado y nosotros intentamos que estas personas se sitúen en una posición de salida lo más similar posible al resto de personas".

El director del CIRE, Juan José Torres, explica la importància de l'empresa privada a les presons

El director del CIRE, Juan José Torres, explica la importancia de la empresa privada a las prisiones | Àngel Bravo

Y es que, según Torres, "nosotros no podemos garantizar que una persona que pase por la prisión, cuando salga, encontrará trabajo, pero nos tenemos que comprometer a que lo pueda hacer con las mejores condiciones posibles". Muchas empresas que trabajan con el CIRE acaban contratando los internos una vez salen en libertad. "Hay algunas que detectan personas con calidades y experiencia y que conocen su formación y las contratan". También hay otros que recomiendan a los exinterns a sus proveedores o clientes.

Todo esto, pero, cuesta mucho de explicar y de hacer llegar a las empresas. Eso sí, el director del CIRE asegura que "las empresas que entran, se quedan porque entienden el concepto". La Responsabilidad Social Corporativa (RSC) es un elemento muy importante a la hora de atraer empresas, pero no es el único. "La empresa que contrata con el CIRE no encuentra un destino de aportación de subvenciones [no reciben], sino un equipo de profesionales multidisciplinar, muy flexible y con capacidad para trabajar en sectores muy diferentes".

Mucho más que RSC

La mayor cuota de mercado que coge el CIRE es la producción que las empresas necesitan externalizar por razones de espacio o bien por falta de personal. "No sustituimos el trabajo de nadie, sino que ocupamos un espacio en que la empresa, sí o sí, se ve abocada a la externalització. Esto nos permite ganar este nicho de negocio en el sentido de no tener que competir con nadie, sino de participar en este proceso. Todo ello, la empresa lo entiende y lo vive de una manera mucho más natural", asegura Torres.

El personal del CIRE s'encarrega de complir amb tots els terminis pactats amb l'empresa | Àngel Bravo

El personal del CIRE se encarga de cumplir con todos los plazos pactados con la empresa | Àngel Bravo

Según quiere dejar muy claro, "no es fácil el proceso de entrada de una empresa, pero cuando lo hace es porque está convencida y después es muy difícil que marche. Un golpe ha entrado quiere decir que ha entendido el que iba a hacer y cuando lo ven y lo conocen se enganchan", añade.

Argumentos en mano, Torres sostiene que, precisamente por todo esto, "la colaboración con el CIRE va mucho más allá de la RSC" y lo justifica bajo el argumento que "también es una fuente de trabajadores cualificados y formatos por ellos mismos". Y, para las empresas, "no es que sólo estén participando en una actuación con marcadísimo carácter social que no es sólo asistencial, sino que también pueden aprovechar después de este trabajo que se hace dentro de la prisión para recuperar trabajadores cualificados y formatos con su experiencia propia de empresa".

A Brians 2, todos son compañeros y forman un gran equipo. Todo el mundo se ayuda y todos están pendientes los unos de los otros con el objetivo que el trabajo salga adelante, de cumplir con los tiempos de producción y de reinsertarse en el mundo laboral. De este modo, cuando vuelvan a insertarse en la sociedad, verán su paso por el centro como una oportunidad para empezar una vida nueva llena de segundas oportunidades. Y es que, a pesar de que cada vez hay menos población penitenciaria, las inserciones laborales dentro de los centros son más altas que nunca.

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