
06
de Septiembre
de
2016
Act.
07
de Septiembre
de
2016
La internacionalización se ha convertido en la mejor estrategia para crecer y también para sobrevivir en una dura etapa de crisis. Pero asumir este reto implica también aceptar que hay que mejorar en cuestión de idiomas. Y a Essential for Business saben como ayudar las compañías que están más que decididas a emprender el camino para lograr los dos retos.
La startup nació el junio del 2011 de la mano de Àngels Crees y Bea Navarro, dos profesionales con más de 20 años de experiencia en multinacionales en las áreas de marketing y financiera. El que los empujó a montar el negocio, recuerda Cruces, fue una carencia de conocimientos por parte del tejido empresarial: "Había que hacer algo para romper la barrera de comunicación de los profesionales, el que es un verdadero peligro por las compañías que quieren salir al exterior".
Un método personalizado y adaptado a los objetivos
De escuelas y formadores que ofrecen cursos de idiomas hay muchos, pero la mayoría se basan a enseñar gramática, vocabulario y dar algunas pautas que se ven como básicas para poder mantener una mínima conversación. Pero nada que se asemeje al día a día del empleado.
En el caso de Essential for Business, el programa va mucho más allá. Cruces y Navarro han creado un método de enseñanza que basa las sesiones en objetivos. Cuando un cliente pide información, la startup pregunta cuál es el perfil y habilidades de su plantilla, en qué ámbito trabaja y qué es el que quiere conseguir, entre otros detalles técnicos. Todo esto los permite configurar un programa adaptado a las necesidades concretas del cliente.
El método recibe el nombre de Situation-Based-Learning y Cruces lo define como "uno a aprendizaje basado en la práctica de las situaciones". "No hablamos de hacer presentaciones, tener conversaciones por teléfono o subrayar palabras que conocemos con artículos de los diarios, sino que hacemos sesiones de trabajo donde se practican situaciones reales como lo son cerrar un acuerdo en una reunión, interrumpir de forma formal o hablar de problemas técnicos", explica con más detalle, y asegura que a continuación que han identificado cerca de 400 situaciones habituales que se encuentran las empresas en los negocios con profesionales otros países.
En sus clases, recrean estas situaciones reales y ayudan los estudiantes a elaborar un guion con frases que van poniendo en práctica en clase con los compañeros y el profesor porque las puedan incorporar de manera natural al discurso. "Así, cuando seencuentran de verdad, tienen los recursos suficientes para salirse", concluye la otra fundadora de la startup, Bea Navarro. Por ella, el procedimiento es "hacer teatro" y adquirir la confianza necesaria para superarlo con éxito.
Todo esto, afirma la cofundadora, es el resultado de haber sido "un año estudiando los métodos de aprendizaje de todas las disciplinas, desde música hasta matemáticas", el que los permitió llegar a un sistema basado en la aplicación "del sentido común".
En cuanto a los profesores, tienen que cumplir algunos requisitos: ser nativos, tener experiencia en la docencia y también en el mundo de la empresa. "Es importante que sepan sobre la materia, que expliquen bien y que entiendan qué matices se aplican a la comunicación cuando tenemos una audiencia masiva o una reunión de pequeño formato", justifica Cruces. El equipo está formado por cerca de 40 profesionales en plantilla y freelance .
Suspendidos en comunicación
Si una cosa tienen clara, esta es que la clave del éxito está en las habilidades para comunicar. Y esto es precisamente donde Cruces considera que falla la cultura empresarial de nuestro país: "Vemos que hay carencia muy importante, no sabemos comunicarnos ante un auditorio ni discutir o defender unos puntos de vista con argumentos". Una situación que, insiste, no pasa "en el mundo anglosajón, al norte de Europa o, incluso, en países como Italia, donde se enseña y se practica desde muy pequeño".
Conscientes de esto, y del hecho que las empresas buscan optimizar sus recursos y lograr con facilidad los objetivos estratégicos, Essential for Business se vende como una start-up que ayuda los clientes a consolidar los retos con más facilidad. "Nosotros no decimos que llegamos a un nivel superior del idioma antes de que otra escuela, pero sí decimos que llegamos antes a los objetivos que la empresa se marca porque trabajamos para solucionar sus necesidades concretas", señala Navarro.
Cruces añade a la reflexión de su compañera que las empresas tendrían que tomar conciencia sobre la importancia de definir "una estrategia lingüística alineada a su talento". Si esto se consigue, el empleado aprovechará más la formación y tendrá un regreso en forma de resultados positivos por la compañía.
Trabajando con los grandes
Su primer cliente fue la cervesera Damm, quien todavía confía en sus servicios, pero han ampliado la lista hasta una treintena con nombres como Laboratorios Ordesa, Pepe Jeans, Korachan o Simon Holding. Y a pesar de que son compañías grandes, Cruces reconoce que inicialmente pensaban más en empresas pequeñas y medianas, pero con el tiempo vieron que su método era aplicable a cualquier negocio y ofrecía un disparo único que los hacía destacar por encima de los competidores.
El primer idioma fue el inglés y hoy en día representa el porcentaje de negocio más importante. Aun así, también contamos con cursos de francés, italiano, alemán, portugués y español para expatriados, así como formaciones sobre aspectos interculturales. Una necesidad, según Cruces, surgida con la internacionalización: "Hasta no hace demasiados años, las empresas iban a zonas con afinidad cultural, pero cuando empezaron a ir al Asia y en los países árabes, tomaron conciencia que a veces la comunicación no es suficiente y hacen falta otros elementos para establecer una relación de confianza y respeto". Y también se tiene que tener en cuenta que no es únicamente el área comercial quién tiene que dirigir su estrategia hacia el mercado exterior, sino que defiende que el cambio de chip se tiene que hacer desde todas las áreas y hay que preparar todo el equipo en idiomas y comunicación.
La startup nació el junio del 2011 de la mano de Àngels Crees y Bea Navarro, dos profesionales con más de 20 años de experiencia en multinacionales en las áreas de marketing y financiera. El que los empujó a montar el negocio, recuerda Cruces, fue una carencia de conocimientos por parte del tejido empresarial: "Había que hacer algo para romper la barrera de comunicación de los profesionales, el que es un verdadero peligro por las compañías que quieren salir al exterior".
Un método personalizado y adaptado a los objetivos
De escuelas y formadores que ofrecen cursos de idiomas hay muchos, pero la mayoría se basan a enseñar gramática, vocabulario y dar algunas pautas que se ven como básicas para poder mantener una mínima conversación. Pero nada que se asemeje al día a día del empleado.
En el caso de Essential for Business, el programa va mucho más allá. Cruces y Navarro han creado un método de enseñanza que basa las sesiones en objetivos. Cuando un cliente pide información, la startup pregunta cuál es el perfil y habilidades de su plantilla, en qué ámbito trabaja y qué es el que quiere conseguir, entre otros detalles técnicos. Todo esto los permite configurar un programa adaptado a las necesidades concretas del cliente.
El método recibe el nombre de Situation-Based-Learning y Cruces lo define como "uno a aprendizaje basado en la práctica de las situaciones". "No hablamos de hacer presentaciones, tener conversaciones por teléfono o subrayar palabras que conocemos con artículos de los diarios, sino que hacemos sesiones de trabajo donde se practican situaciones reales como lo son cerrar un acuerdo en una reunión, interrumpir de forma formal o hablar de problemas técnicos", explica con más detalle, y asegura que a continuación que han identificado cerca de 400 situaciones habituales que se encuentran las empresas en los negocios con profesionales otros países.
En sus clases, recrean estas situaciones reales y ayudan los estudiantes a elaborar un guion con frases que van poniendo en práctica en clase con los compañeros y el profesor porque las puedan incorporar de manera natural al discurso. "Así, cuando seencuentran de verdad, tienen los recursos suficientes para salirse", concluye la otra fundadora de la startup, Bea Navarro. Por ella, el procedimiento es "hacer teatro" y adquirir la confianza necesaria para superarlo con éxito.
Todo esto, afirma la cofundadora, es el resultado de haber sido "un año estudiando los métodos de aprendizaje de todas las disciplinas, desde música hasta matemáticas", el que los permitió llegar a un sistema basado en la aplicación "del sentido común".
En cuanto a los profesores, tienen que cumplir algunos requisitos: ser nativos, tener experiencia en la docencia y también en el mundo de la empresa. "Es importante que sepan sobre la materia, que expliquen bien y que entiendan qué matices se aplican a la comunicación cuando tenemos una audiencia masiva o una reunión de pequeño formato", justifica Cruces. El equipo está formado por cerca de 40 profesionales en plantilla y freelance .
Suspendidos en comunicación
Si una cosa tienen clara, esta es que la clave del éxito está en las habilidades para comunicar. Y esto es precisamente donde Cruces considera que falla la cultura empresarial de nuestro país: "Vemos que hay carencia muy importante, no sabemos comunicarnos ante un auditorio ni discutir o defender unos puntos de vista con argumentos". Una situación que, insiste, no pasa "en el mundo anglosajón, al norte de Europa o, incluso, en países como Italia, donde se enseña y se practica desde muy pequeño".
Conscientes de esto, y del hecho que las empresas buscan optimizar sus recursos y lograr con facilidad los objetivos estratégicos, Essential for Business se vende como una start-up que ayuda los clientes a consolidar los retos con más facilidad. "Nosotros no decimos que llegamos a un nivel superior del idioma antes de que otra escuela, pero sí decimos que llegamos antes a los objetivos que la empresa se marca porque trabajamos para solucionar sus necesidades concretas", señala Navarro.
Cruces añade a la reflexión de su compañera que las empresas tendrían que tomar conciencia sobre la importancia de definir "una estrategia lingüística alineada a su talento". Si esto se consigue, el empleado aprovechará más la formación y tendrá un regreso en forma de resultados positivos por la compañía.
Trabajando con los grandes
Su primer cliente fue la cervesera Damm, quien todavía confía en sus servicios, pero han ampliado la lista hasta una treintena con nombres como Laboratorios Ordesa, Pepe Jeans, Korachan o Simon Holding. Y a pesar de que son compañías grandes, Cruces reconoce que inicialmente pensaban más en empresas pequeñas y medianas, pero con el tiempo vieron que su método era aplicable a cualquier negocio y ofrecía un disparo único que los hacía destacar por encima de los competidores.
El primer idioma fue el inglés y hoy en día representa el porcentaje de negocio más importante. Aun así, también contamos con cursos de francés, italiano, alemán, portugués y español para expatriados, así como formaciones sobre aspectos interculturales. Una necesidad, según Cruces, surgida con la internacionalización: "Hasta no hace demasiados años, las empresas iban a zonas con afinidad cultural, pero cuando empezaron a ir al Asia y en los países árabes, tomaron conciencia que a veces la comunicación no es suficiente y hacen falta otros elementos para establecer una relación de confianza y respeto". Y también se tiene que tener en cuenta que no es únicamente el área comercial quién tiene que dirigir su estrategia hacia el mercado exterior, sino que defiende que el cambio de chip se tiene que hacer desde todas las áreas y hay que preparar todo el equipo en idiomas y comunicación.