
Primero, las personas. Esta es la filosofía de Eurofirms, una compañía familiar catalana nacida en 1991 en Cassà de la Selva y que se ha convertido en referente en la gestión del talento y la colocación laboral. Con más de 160 oficinas repartidas por Europa y Sudamérica, generan una facturación superior a los 600 millones de euros y ayudan a trabajar cada día a casi 30.000 personas.
"La cultura empresarial y los valores no se pueden copiar, esta es nuestra clave de bóveda", explica Miquel Jordà, que adquirió Eurofirms en 1997 y es el máximo responsable.
De alto directivo a emprendedor
Eurofirms nació a principios de los 90 con la misión de prestar servicios a otras empresas en el ámbito comercial y de ferias. No fue hasta 1994 cuando en el Estado español se aprobó la regulación de las empresas de trabajo temporal, con mucho más retraso que en el resto de Europa.
En aquellos años, Miquel Jordà trabajaba como directivo en Francia: "Vi que había muchas oficinas a pie de calle dedicadas al trabajo temporal, mientras que en España no existía. Podía tener un crecimiento espectacular". Eurofirms no estaba viviendo una buena situación financiera y estaba a la venta y Jordà aprovechó la oportunidad y en un año ya poseía el 50% de la compañía.
El puntal de la tecnología
Los tres primeros grandes retos que afrontó fue ordenar financieramente la empresa, establecer un plan de crecimiento de oficinas y una apuesta tecnológica decidida. Las empresas francesas del sector fueron su espejo: "Tenían una implantación geográfica muy amplia, con muchas oficinas. Si querías tener un volumen importante y dar servicio a empresas grandes, teníamos que estar presentes en toda la península". Y así fue abriendo oficinas por todo el Estado español y se posicionó como empresa de trabajo temporal. Una mancha de aceite que se fue extendiendo, también con adquisiciones de otras empresas.
El tercer puntal fue la tecnología. En un sector tan joven aún no había programas de gestión disponibles y Eurofirms desarrolló uno propio que fue muy innovador y garantizaba un servicio mucho más eficiente y seguro.
Jordà: "Lo que cuesta de copiar es la cultura de nuestros valores"
Este era el modelo empresarial, pero Miquel Jordà da aún más valor a la cultura de la empresa: "Todo esto se puede copiar, lo que cuesta de copiar es la cultura de nuestros valores". "Tenía muy claro que era un negocio de personas, el gran activo son las personas", reivindica.
Los tres valores innegociables que debían tener sus equipos eran la responsabilidad, la transparencia y el respeto. "Era fundamental hacer una selección cuidadosa de nuestro equipo y consolidar una cultura basada en la confianza y el respeto", insiste. Hasta el día de hoy, que tienen más de 1.500 trabajadores en sus oficinas de España, Francia, Portugal, Italia, Chile, Brasil y Perú.
La clave del éxito
Las relaciones personales son el pilar de Eurofirms. Y es que su función es conectar personas y empresas para encontrar al trabajador ideal para cada puesto de trabajo y el puesto de trabajo ideal para cada trabajador. Un equilibrio que buscan con proximidad y atención. Así es como fueron pasando de dar servicio a empresas pequeñas y locales a grandes multinacionales.
"A medida que íbamos montando oficinas, accedíamos a clientes más grandes. Es un proceso lento, las multinacionales son muy exigentes. Pero si lo haces bien, puedes competir de tú a tú con las grandes empresas", señala Jordà. La ambición también es uno de los rasgos distintivos de Eurofirms, como se demostró con el proceso de expansión internacional: "Para dar el paso, te lo tienes que creer y tener una visión global". Aparte de una posición sólida en el mercado local y un servicio atractivo.
Tecnología y relaciones humanas
Como ha pasado en otros sectores, el mundo de la selección de personal se encontró con la competencia feroz de plataformas digitales que amenazaban con eliminar intermediarios. "Cuando salió Infojobs, estábamos asustados", reconoce Jordà. Pero pasados los años, se reivindica: "Nuestro rol está fundamentado en una presencia física, con una relación personal con los candidatos y las empresas. La interacción te permite ir bastante más allá". Así, a pesar de aplicar la tecnología de gestión más innovadora, nunca han olvidado la relación física.
Eurofirms se mueve ahora desde el trabajo temporal hasta la búsqueda del talento más escaso y demandado. De hecho, critica el nombre de Empresas de Trabajo Temporal: "Somos agencias de trabajo, damos trabajo a la gente y dinamizamos el mercado". Además, carga contra discursos políticos que señalan la temporalidad como sinónimo de precariedad: "La precariedad es fruto de salarios bajos o malas condiciones".
Los valores humanistas
A pesar del crecimiento exponencial que ha vivido Eurofirms en pocos años, Jordà no olvida el pilar fundamental: "En 2003 las cosas nos iban muy bien y me pregunté por qué, para no perderlo y replicarlo. Una de las conclusiones es que todo el equipo compartía los valores humanistas". La importancia de cuidar a su propio equipo es una constante y este año ha quedado refrendado al ser incluida en la lista Forbes como una de las mejores empresas donde trabajar del Estado.
Pero Jordà hace igualmente una reivindicación del modelo: "No todo se puede basar en las relaciones, también debes tener procedimientos muy eficientes para ir deprisa y no cometer errores". Así es como Eurofirms se ha hecho un lugar internacional entre las empresas y los trabajadores para llenar las vacantes que requiere el mercado.