Faro Barcelona, de una tienda de pilas a facturar más de 30 millones

Faro Barcelona empezó cómo una tienda de pilas junto a la Boqueria y hoy està presente en más de un centenar de países

faro llums faro llums

Carlos López fundó el 1940 una pequeña tienda de pilas de diez metros cuadrados en los alrededores de la Boqueria. En plena posguerra inició un negocio familiar que ha ido evolucionando hasta convertirse en Faro Barcelona, empresa dedicada al mundo de la iluminación y que cerrará el año con más de 35 millones de euros de facturación, presencia en más de un centenar de países y varios reconocimientos internacionales por sus diseños.

"Era un momento de posguerra con muchas oportunidades de negocio", explica Xavier Martín, CEO de Faro.

El impulso en la tienda de pilas

En pocos años, Carlos López se adentró en la comercialización de flexos para ayudar un amigo especialista en el montaje de estas luminarias de escritorio. El fundador fotografiaba las luces y viajaba por toda España para venderlas. Fue todo un éxito y se convirtió en la principal fuente de ingresos por la empresa.

Así, fundó LOREFAR. Las primeras letras de su apellido, López, y el de su mujer, Orejudo, junto a la palabra Faro componían el nombre de la empresa familiar.

La empresa arruinada

Los años 70, Faro vivo momentos muy complicados. La atomización del sector de la iluminación y los aumentos de los costes de gestión pasaron factura. El hijo pequeño del fundador, Carlos López Orejudo, entra en la empresa: "Se quedó el negocio al 82, estaban prácticamente arruinados". Le compra la empresa a sus padres y a sus hermanos.

Xavier Martín: "Fue uno de los pioneros de ir a buscar producto a Asia"

Y se convirtió en el renacimiento de Faro y un momento crucial. López Orejudo fue un pionero y un visionario, tal como recuerda Xavier Martín: "Vió que necesita una fuente de producción extranjera y va a Taiwán y Hong Kong para buscar productos más competitivos. La compañía estaba en dificultades y tiene una idea ganadora: un abanico muy amplio de productos que dé servicio al 90% de las necesidades de productos de las tiendas de luces".

"Fue uno de los pioneros de ir a buscar producto a Asia . Estaba atento a lo que pasaba en el mundo", añade el actual CEO. De este modo, podía ofrecer un catálogo muy completo a las tiendas de luces y los pequeños proveedores quedaban más relegados. La empresa empieza una etapa de crecimiento y a principios de los 90 empiezan las primeras exportaciones a Francia.

De importadores a diseñadores

El 1991 entra a la compañía Carlos Martí, como director general. A pesar del crecimiento vivido, la empresa en aquellos años tenía solo 12 trabajadores. Carlos Martí muere de forma repentina y Xavier Martín toma el relevo en la dirección general con la clara misión de diferenciar la marca.

En aquel momento, Faro ejercía principalmente de intermediario entre productos que compraba en Asia y los clientes finales. Y Martín decide avanzar en los diseños propios y convertirse en fabricantes, apostando por la creatividad y la calidad del diseño. "Contactamos con diseñadores e hicimos nuestras propias colecciones", destaca.

"El nicho que vimos es que había un producto muy básico o un muy elitista. La gamma media, cubierta por un distribuidor cómo Ikea, tenía un amplio recorrido. Hicimos un diseño democrático, para todo el mundo, pero con diseño y personalidad", resume el director general, que reconoce que su modelo a seguir fue Ikea, pero aportando un diseño más mediterráneo.

De Catalunya a Nueva Caledonia

Coincidiendo con esta apuesta, Faro aumenta su visión internacional. A través de agentes comerciales, se establecen en Francia. Poco después, hacen el salto a Italia y a otros países europeos. Viajan por todo el mundo y participan en algunas de las ferias más importantes de Dubai, Moscú, París, Milán o Nueva York.

En pocos años consiguen estar presentes en 114 países y más de la mitad de la facturación proviene de fuera del estado español. Nueva Caledonia, el Oriente Medio, Madagascar o Sri Lanka son algunos de los países más remotos. En este tiempo, Faro se traslada a una nave industrial mucho más grande de Catellbisbal y la plantilla va creciendo hasta el centenar de trabajadores actual.

En hoteles de todo el mundo

Además, también se experimenta un cambio en el modelo de negocio: a principios de los 2000, el 90% de las ventas se hacían en la tienda tradicional; mientras que actualmente no llega al 20 %.

En cambio, destacan las grandes distribuidoras, los acuerdos con cadenas hoteleras cómo Meliá o Marriot y los contratos con gabinetes de arquitectura e ingeniería que escogen Faro para equipar desde hospitales hasta terminales portuarias. De hecho, las luces de Faro se pueden encontrar en hoteles de Sri Lanka o Madagascar.

Barcelona en el corazón

Desde que el 1940 empezó la pequeña tienda de pilas, Barcelona ha sido el corazón de la compañía. El 2015 se materializó en el nombre de la empresa, que se reinventó.

"Necesitaba poner en el mapa los diseños de Faro. Barcelona tiene una proyección internacional muy reconocida y nos ayudaba a abrir mercados extranjeros, nos situaba. Es una ciudad reconocida por el diseño y arquitectura", enfatiza Xavier Martín. Ahora el reto que enfrentan desde hace unos años es apostar por la producción local a Europa y rebajar la dependencia con Asia.

Reconocimientos internacionales

Todo este trabajo de Faro Barcelona ha sido reconocido internacionalmente. Sus diseños han ganado dos Red Dote Design Award, un IF Design Award, tres German Design Award y un Green Product Award, entre otros.

"Da sentido a todo el cambio de modelo que empezamos el 2003. De no tener a un producto propio a tener más de 600 referencias diseñadas por nosotros. Es una satisfacción y certificación", celebra el director general.

Esta ha sido la evolución de Faro Barcelona en sus 82 años hasta convertirse en referente internacional por sus creaciones, que definen así: "Diseñamos objetos pensando en la felicidad y el bienestar de las personas que estarán en contacto. Creemos en el diseño honesto, próximo y accesible".

Hoy Destacamos
Lo más leido