Foment del Treball ha criticado las medidas impositivas del Govern sobre las emisiones de gases de efecto invernadero, así como las limitaciones a la incineración de residuos. Las nuevas normativas climáticas instauradas por la Generalitat generan, según la patronal, "un clima de gran preocupación" entre los empresarios del país, en cuanto que pueden suponer "el fin de muchas industrias".
La asociación empresarial considera el tributo una "doble imposición" que se añade a las normas europeas sobre los derechos de emisión de CO2. Nuevos impuestos sobre las instalaciones que producen gases de efecto invernadero harán "menos competitiva la industria y puede afectar a la deslocalización de actividades", según augura la patronal.
En cuanto a la desaparición de las incineradoras en dos años, Fomento lo considera "una barbaridad" sin precedente en Europa. Según el vicepresidente de la entidad Joan Roget la incineración de residuos es "la mejor tecnología existente para solucionar las emisiones en muchos casos". El dirigente patronal se emmiralla con la normativa alemana, donde el uso de residuos incinerados para el escalf de edificios es considerado energía verde.
Foment del Treball critica que el Govern haya convertido la política industrial catalana en una "herramienta para castigar fiscalmente" algunas actividades. Roget ha criticado las medidas, que "abocan a la inviabilidad" muchas de las industrias del país. Así, la patronal considera que "no es el momento ni la forma" para instaurar las medidas, en una situación de inestabilidad de que todavía no se prevé un final claro. "Hemos pasado muchas dificultades en los últimos años", lamenta la vicepresidenta de Foment del Treball, Virginia Guinda.