
"Si yo hubiera tenido una cosa cómo edX no habría ni pisado la UPC". Las posibilidades que las tecnologías aplicadas en la educación abren en cuanto a los modelo docentes e investigadores en las universidades plantean, según Israel Ruiz, un cambio de paradigma. El CEO de WoHo, que fuera vicepresidente ejecutivo del Massachussets Institute of Technology, se plantea la educación que viene, las nuevas formas de impartir conocimientos y las relaciones que se abren entre facultades, mercado y empresas con las oportunidades tecnológicas y los modelo que surgirán en una charla con el CEO de Barcelona Tech City, Miquel Martí.
El futuro de las entidades académicas e investigadoras se mantiene, sin embargo, sobre una base similar: una apuesta por el talento y la independencia. "Es vital apostar por las personas", defiende Ruiz, especialmente en contextos políticos y económicos cambiantes. Los equipos cohesionados son, según el ingeniero, los que mejor funcionan, especialmente cuando tienen el poder decisorio y ejecutivo para dirigir el día a día de las tareas investigadoras de cualquier institución. Aquí reside parte de la clave del éxito del MIT: en Boston se ha "garantizado la autonomía de los investigadores, y no se ha comprometido la libertad de contratar siempre a los mejores".
Israel Ruiz: "Si yo hubiera tenido una cosa cómo edX no habría ni pisado la UPC"
Una de las cuestiones más relevantes que pueden aportar las aplicaciones tecnológicas a la educación es la contemporaneidad. Según plantea Ruiz, una buena institución académica e investigadora tiene que tener, más que una mirada larga, una transversal. "Más que visión de negocio – reflexiona el ex VP del MIT – lo que hace falta es visión de perímetro. Si la dirección universitaria no sabe qué pasa a su entorno, perderá el mundo". Esta combinación entre estrategia, gestión y actualidad pide una gran coordinación de todos los niveles de la gestión universitaria. "Quién manda tiene que ser el profesorado – plantea – pero a las decisiones estratégicas les hace falta gobernanza". Una governança que, además, esté comprometida con el proyecto académico – una carencia, según Ruiz, del sistema universitario catalán. "La mayoría de patronatos, de órganos de gobierno de las universidades, no se juegan nada. En el MIT están mucho más invested".
La mirada de 360 grados que pide la vida universitaria no se aplica exclusivamente a la actualidad educativa y a la innovación científica. Ser conscientes y estar presentes al entorno económico es, como plantea Ruiz, una obligación de la academia. "La universidad, ni siquiera la más grande, tiene los recursos para compartir con las empresas". El MIT, en este sentido, ha buscado insertarse en un entorno empresarial que le pueda aportar colaboraciones con la corporate más puntera. Así se plantea uno de los proyectos que lideró al Instituto, Kendall Square Initiative, una promoción de edificios con viviendas y oficinas en un complejo próximo a la institución tecnológica. Ahora, recuerda el ingeniero, muchas de las empresas con más recursos económicos y tecnológicos cooperan con el instituto mediante su presencia al complejo. "Hacer edificios – afirma – no sirve para nada, pero hacerlos cerca del MIT, entender que la gente se querría sumar porque la magia solo pasa cuando se hace en persona, es lo que hicimos a Kendall Square".
Edtech y nuevos aprendizajes
La plataforma MOOC edX, un espacio de educación virtual que agrupa contenidos impartidos en MIT y aenHarvard originalmente – ahora cuenta con contenidos de otras muchas universidades – es el ejemplo de la visión estratégica y transversal que plantea Ruiz. EdX nace de Open Courseware, la plataforma de indexado y consulta de los contenidos del instituto que nace a principios de la década de los 2000. Open Courseware era una plataforma abierta, que cualquiera podía consultar, pero queda desfasada, y la crisis del 2008 plantea nuevas oportunidades de mercado. "Con el crack financiero la gente empieza a hacer cosas que no hubiera hecho sin la crisis", recuerda Ruiz.
La plataforma se transforma en MITX, y el éxito del nuevo planteamiento hace que la gobernanza del MIT – la encargada de las decisiones estratégicas, una vez más – se plantee el futuro del edtech ligado a los contenidos y la manera de hacer del instituto. La dirección empieza entonces a "hablar de formar una coalición de contenidos, hibridarlos y ampliarlos". Es decir, no solo recoger los contenidos que se imparten en las diversas universidades participantes en el proyecto, sino transformarlos para adaptarlos a los entornos digitales y mejorar la calidad.
Ruiz: "Cada vez se valora menos el título universitario porque las empresas evalúan en las curvas de talento"
"Hay early adopters, pero no todo el mundo acepta el modelo de edX", lamenta Ruiz. El salto generacional que plantea edX, y de hecho buena parte de la edtech aplicada en la universidad, también pone barreras logísticas. En este caso, cómo confirma Ruiz, el principal bloqueo reside a la convalidación burocrática. "En muchas universidades del mundo – opina Ruiz – se hacen peores contenidos de los que se pueden encontrar a edX, pero la gente va porque necesita un título". El ingeniero lamenta, así, una cierta superioridad del documento acreditativo por encima de los conocimientos. Aún así, según Ruiz, las empresas empiezan a priorizar el talento y las competencias por encima de las titulaciones. "Cada vez se valora menos el título universitario – espeta – porque las empresas evalúan en las curvas de talento".
Mandan los contenidos
La distancia formal que separa la formación vía plataformas edtech y el aprendizaje tradicional, sin embargo, no resta importancia a los contenidos. Según el CEO de WoHo, de hecho, los hace todavía más relevantes. "La plataforma puede ser revolucionaria, pero si los contenidos de edX no fueran los que son, no hubiera llegado donde está ahora". Agrupar los contenidos de las universidades más punteras, adaptar el formato a las necesidades y potencias del mundo digital y distribuirlos de forma eficiente es tan relevante cómo la plataforma en sí, si no más. EdX tiene el potencial de ser, dice Ruiz, "la Superliga de las universidades".
Ruiz: "La generación que estos dos años ha sido educada en linea llegará a la universidad y no tolerará el modelo educativo que se ofrece"
El escollo que queda por salvar es la gestión de los contenidos. El problema del consumo bajo demanda es, plantea el ex vicepresidente del MIT, que los agregadores de los contenidos son, normalmente, los mismos usuarios. Ruiz piensa, de hecho, edX cómo una suerte de iTunes educativo. "Antes, si te gustaba la música, te posabas un LP y te gustaban pocas canciones: ahora con iTunes se forren porque han desagregado los álbumes. Eran maneras artificals de agregar contenido".
En las plataformas de edtech actuales con el modelo de edX queda el problema, pues, de cómo agrupar los contenidos para hacerlos entendedores. Según Ruiz, en el futuro las plataformas contarán con estos curators que propondrán formas de agregar el temario adaptadas a las necesidades de los usuarios. "A nivel de educación desagregada, la gente tiene que crear sus propios planes – lamenta – pero en el futuro las plataformas tendrán agregadores". Y serán necesarios, plantea Ruiz, puesto que la pandemia y el estudio en remoto han cambiado paradigmas y mentalidades cómo para pensar ya en una nueva educación universitaria. "La generación que estos dos años ha sido educada en linea – concluye – llegará a la universidad y no tolerará el modelo educativo que se ofrece"