Gente de acción y chequeo

La familia empresaria debe ser capaz de analizar su empresa y familia para identificar sus fortalezas y áreas de mejora

 Ilustración sobre el diagnóstico extraída del libro 'Empresa Familiar cono Humor' | JL Martín
Ilustración sobre el diagnóstico extraída del libro 'Empresa Familiar cono Humor' | JL Martín
Jordi Tarragona
Consejero de familias empresarias
Barcelona
22 de Julio de 2022

Al igual que hay que tomar decisiones operativas del negocio adecuadas, la familia empresaria debe ser capaz de analizar su empresa y familia para identificar sus fortalezas y áreas de mejora. El diagnóstico ayuda a localizar a los demonios, y a comprobar que se han erradicado.

 

Los empresarios son gente de acción, y pueden creer que conocen la empresa, el sector y la familia mejor que nadie. Muchas veces un esfuerzo e intuición inigualables les ha hecho llegar hasta donde están. Al igual que los médicos y los bomberos, los empresarios en una situación de crisis han de actuar con rapidez y acierto; pero las presiones, en términos de temporalidad, no suelen ser las mismas. Hay que evitar las actuaciones de bombero-pirómano. Hay que reflexionar antes de actuar, sin caer en la “parálisis por análisis”. Los médicos juegan con vidas humanas, en ocasiones con decisiones del tipo de “a vida o muerte”. Las familias empresarias no tanto, pero pueden aprender mucho en cuanto a protocolos de actuación, sin perder necesariamente la intuición para aprovechar las oportunidades en un futuro disruptivo.

A las familias empresarias les conviene someterse a un chequeo periódico de sus fortalezas y áreas de mejoras. Es muy tentador evitar un análisis que puede llevar a tomar decisiones que nos enemisten con seres queridos. O una vez hecho el análisis no afrontar la cuestión. Es posible sobrevivir de esta forma a corto e incluso medio plazo; pero a largo plazo es muy difícil. Y la vocación de la familia empresaria es a largo plazo.

 

El diagnóstico sirve para conocer, evaluar y analizar todo lo que afecta a la empresa y a la familia propietaria. Es bueno efectuar el chequeo cuando las cosas van aparentemente bien, para adelantarnos al futuro sin presiones temporales o de otro tipo. El diagnóstico a lo mejor sólo indica síntomas, hay que detectar las causas últimas; y, en su caso, actuar sobre ellas. Ha de llevar a establecer un plan de trabajo en función de unos objetivos estratégicos de la familia empresaria. Ha de ayudarnos a establecer el puerto de partida (donde estamos) y el de llegada (donde queremos ir), a saber cuáles son las fortalezas y las áreas de mejora; a saber en qué tentaciones hemos caído y cuales debemos evitar.

Ilustración y texto extraídos del libro Empresa Familiar con Humor, editorial Profit, de JL Martin y Jordi Tarragona. Derechos de autor cedidos a Manos Unidas.