Grifols ha anunciado el despido de 100 personas en Catalunya, cifra que se eleva a 2.300 en todo el mundo. Con esta medida, la multinacional farmacéutica, con sede en Sant Cugat del Vallès, tiene el objetivo de conseguir un ahorro de 400 millones de euros.
Más allá de la eliminación de duplicidades corporativas, Grifols también apuesta por el cierre de centros de donación de plasma. "Las decisiones adoptadas, en particular las que afectan nuestro equipo humano, no se han tomado a la ligera", afirman Victor Grifols y Raimon Grifols, consejeros delegados de la firma.
A partir de ahora, Grifols iniciará una negociación con los sindicatos. En Catalunya, el peso de los despidos recaerá en las oficinas de Sant Cugat, mientras que el impacto en el centro de producción de Parets del Vallès será marginal. La empresa quiere implementar las medidas durante el cuarto trimestre del año.