Gutmar, submarinos fabricados en Sant Cugat

La empresa familiar es proveedora de primer nivel de Airbus y, conjuntamente con una empresa nordamericana, también fabrica naves que viajan bajo el agua

Maqueta de uno de los submarinos por el cual Gutmar hace piezas críticas | Bernat Millet Maqueta de uno de los submarinos por el cual Gutmar hace piezas críticas | Bernat Millet

Gutmar es una empresa familiar catalana fundada el 1951 en l'Hospitalet de Llobregat dedicada al diseño y fabricación de conjuntos mecánicos dirigidos especialmente al sector aeronáutico, aeroespacial, robótico y biomédico. Más de medio siglo después, se ha consolidado como la principal empresa aeronáutica de país, siendo proveedor de nivel 1 (Teer 1) de Airbus en la fabricación de piezas críticas para aviones, helicópteros y satélites. El 2017 se trasladó a Sant Cugat del Vallès para hacer un salto adelante y, además de consolidarse como proveedor del gigante aeronáutico, se ha abierto posibilidades en el mundo de los submarinos a través de colaborar con la empresa norteamericana Triton. Es una de las empresas catalanas con una maquinaria más puntera.

Pioneros de la aeronáutica

Los orígenes de Gutmar se remontan a mediados de siglo XX y, tal como explica su actual presidente ejecutivo, Joan Martorell, fue fundada por su padre y un amigo: "Era gente muy humilde y que trabajaron como maestros industriales en una fábrica de aviación en Barcelona. Tenían mucha pasión por la calidad y crearon un pequeño taller". Por su parte, Joan Martorell estudió ingeniería industrial, tarea que compaginaba en el taller de Gutmar haciendo de fresador y torner: "Me lo tuve que trabajar mucho". Un golpe finalizados los estudios impulsó su propia empresa de ingeniería, hasta que en 90 una crisis golpeó la compañía familiar: "Me pidieron que volviera a casa, para cerrar la empresa o relanzarla". Y esto hizo.

Joan Martorell: "Nos decían el Astèrix de la aeronáutica"

En aquel momento uno de los clientes de Gutmar era Eurocoptel, la rama de helicópteros de Airbus. Así, Martorell se cogió en este camino para potenciar la compañía hasta que se han convertido en un proveedor de primer nivel de Airbus. "El sector aeroespacial tiene muchas barreras de entrada, tecnológicas, de calidad y financieras. Costa mucho entrar, pero un golpe estás, es muy agradecido", explica. La empresa continuaba siendo familiar y relativamente pequeña: "Nos decían el Astèrix de la aeronáutica, un grupo pequeño e irreducible del cual colgaban todos los modelos de aviones, helicópteros, satélites de la Agencia Espacial Europea...". Pero tenían que dar un paso adelante.

"Airbus nos vino a ver y nos dijeron que estaban muy contentos con nosotros y con la calidad que ofrecíamos, pero que éramos el Teer 1 más pequeño de Europa y teníamos que crecer", recuerda Martorell. Así es como se plantearon ir a Sant Cugat, donde conjuntamente con tres empresas catalanas más, van reindustrialitzar la antigua planta de Delphi. "Por nosotros era uno rete muy importante y un salto demasiado grande, pero teníamos la espada encima nuestro de Airbus. Si lo hacíamos bien y nos homologaban la planta, nos consolidábamos como Teer 1. Pero también había el riesgo de morir en el intento". Y fue un éxito: tanto Airbus como la Asociación Española de Normalización y Certificación homologaron la planta.

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Joan Martorell, de Gutmar, con la máquina que es única en Europa | Bernat Millet

"En un año hemos pasado de tener como proveedor único unas 900 referencias de piezas críticas de aviones y helicópteros a tener 1.200", explica el presidente de Gutmar. Todo ello los ha convertido en la primera empresa aeronáutica de Cataluña. Actualmente en Sant Cugat cuentan con más de un centenar de trabajadores, muchos de los cuales formados por la misma empresa. Y es que, en cuanto a aviones, satélites y helicópteros, Gutmar fabrica piezas vitales, aquellas que si fallan, el aparato deja de funcionar.

La máquina clave

Además de hacer una fuerte inversión en las obras de la fábrica, Gutmar apostó para comprar una nueva máquina que al mundo sólo la tienen alguna empresa japonesa y norteamericana y que permite hacer los fressats y torneados de grandes piezas en cinco ejes en un mismo turno. Esta apuesta, cara, los abrió un nuevo sector. "Es cómo poder hacer el Coliseo de Roma, la forma y las caras, en una sola máquina a partir de un gran bloque", destaca Martorell.

Joan Martorell: "Nos llegó una oferta de Miami para fabricar una cúpula semiesférica para submarinos"

Así lo explica Joan Martorell: "Nos llegó una oferta de Miami de Triton Submarinos para fabricar una cúpula semiesférica de titanio muy crítica para submarinos que bajaban a 12.000 metros de profundidad y que tenían problemas para hacerla". Una pieza valorada en 28.000 dólares y que Gutmar pidió cobrar por avanzado, puesto que no se conocen de nada. "Nos la pagaron, la hicimos a la primera y fue un éxito", apunta Martorell.

Esto posibilitó cerrar un acuerdo con Triton para fabricar piezas críticas de submarinos a Gutmar desde Sant Cugat y construir, conjuntamente, submarinos por el mercado mundial. Así, un equipo de Triton se ha trasladado a la planta santcugatenca para trabajar conjuntamente con los trabajadores de Gutmar en la fabricación de estos submarinos de uso lúdico y recreativo. El 2019, saldrá por la puerta de Gutmar de Sant Cugat el primer submarino íntegramente hecho en la ciudad vallesana.

Tecnología punta

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Uno de los robots diseñados y fabricados por Gutmar | Bernat Millet

Además de hacer piezas que los encargan desde Airbus u otras compañías, que fabrican sobre el plan que se los entregan o diseñan directamente ellos, Gutmar también crea por iniciativa propia otras tipo de productos y máquinas. Por ejemplo, hace unos tres años la Agencia Espacial Europea necesitaba una asta telescópica montando en un camión para medir las microondas de un satélite. "Desde esta idea embrionaria nuestra ingeniería hizo el diseño y fabricó las piezas", recuerda Joan Martorell.

Entre otros productos que han diseñado y fabricado desde Gutmar hay el robot Aquiles, un robot 4x4 comandado a distancia y pensado porque fuerzas de seguridad desactiven explosivos o por cuestiones de seguridad como el control de escapes nucleares. La Guardia Civil tiene uno, entre otras. También han construido dos unidades de robots humanoides autónomos (Tense y Dabo) que fueron utilizados al Aeropuerto de Barcelona y que permitían, por ejemplo, detectar caras de personas en busca y captura.

En biomedicina, han creado un exoesquelet por brazos pensado, por ejemplo, porque pacientes que han perdido la movilidad como consecuencia de un ictus, la puedan recuperar. Todo ello son prototipos suyos.

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Un exoesquelet, diseñado y fabricado por Gutmar, para rehabilitaciones | Bernat Millet

Y por los satélites construyen piezas de quiere críticas, tal como explica el presidente de Gutmar: "Son series muy pequeñas, únicas y de materiales exóticos como titanio o invar. Su material se puede encontrar en sistema de navegación por satélite Galileo o en el vehículo espacial BepiColombo, impulsado por la Agencia Espacial Europea y la Agencia Espacial Japonesa para la exploración de Mercurio.

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