Hannun, el triunfo de los muebles sostenibles hechos en Catalunya

Hannun nació el 2017 con el objetivo de convertirse en un referente de los muebles sostenibles y de proximidad

Joan Álvarez y Maurici Badia, cofundadores de Hannun | Hannun Joan Álvarez y Maurici Badia, cofundadores de Hannun | Hannun

Maurici Badia ideó el proyecto de Hannun en casa sus padres. El objetivo era hacer muebles con materiales sostenibles y en talleres locales. Su aventura empezó en junio de 2017, colgando fotos de muebles que le gustaban en Wallapop y, cuando alguien respondía, los construía y enviaba él mismo. Cinco años después, Hannun factura más de cuatro millones de euros, vende en varios países europeos, gestiona unos 2.000 pedidos al mes y da trabajo directo a 75 personas.

"Un espejo de Hannun por delante puede ser igual que el de Ikea. Pero, por detrás, simbólicamente, hay otra historia: un contrato justo con los artesanos y unos materiales sostenibles", resume Badia.

La idea original

Maurici Badia estaba amueblando un piso en Terrassa con una amiga y, para inspirarse, empezaron a mirar fotos de muebles en Pinterest . Le gustaban aquellos productos locales, hechos a mano, con madera maciza y sostenibles. "Cuando fuimos a mirar para comprar, no pudimos. Todo era hecho en Asia, con melamina...", explica.

Así pensó en impulsar su propio proyecto, creando una marca que reúna estos valores. "Falla rápido y barato, era nuestro mantra", recuerda el fundador. Así, lo primero que hicieron fue coger estas fotos de particulares de Pinterest y colgarlas en Wallapop, para ver si los muebles tenían salida: "En tres o cuatro días ya había pedidos. Íbamos a comprar las maderas, herramientas y banco de trabajo e interpretábamos las medidas y los colores. Lo fabricábamos nosotros".

Maurici Badia: "De una cosa mala salió una de muy buena"

Mauricio Bahía es ingeniero industrial, pero tenía experiencia con los trabajos manuales. Él mismo explica cómo "de una cosa mala, salió una de muy buena": "Cuando era adolescente no era una persona fácil de llevar y siempre estaba castigado en los veranos. Me hacían instalar el parqué, montar una mesa, lijar los porticones y pintarlos...". Aquella experiencia forzada fue imprescindible para impulsar Hannun.

El éxito en las redes sociales

En junio de 2017 ya estaban en Wallapop y en julio hicieron el salto a Instagram, donde ahora tienen más de 600.000 seguidores. El resultado fue un éxito, y los pedidos llegaban a través de los mensajes directos. Así, en septiembre decidieron abrir su página web, con la vista puesta a un incipiente Black Friday. "Vino el boom. En junio facturamos 5.000 euros y, por el Black Friday, llegamos a los 15.000".

En aquel momento todavía hacían ellos mismos los muebles y así se prepararon por aquella fecha: "Llamamos a todos los amigos, cogimos un taller y un almacén en Terrassa y los invitamos a pizzas y cervezas para que nos ayudaran a empaquetar".

Maurici Badia: "Convertimos Hannun más allá de una marca que había nacido en casa los padres en una marca comprometida"

A partir de este éxito, tenían claro que Hannun tenía futuro. Y dieron un paso más en su profesionalización gracias a Demium, una incubadora de startups que les aportó asesoramiento. Una alianza que supone un gran impulso por el proyecto, puesto que Joan Álvarez, que trabajaba en Demium , entra como director general de Hannun. Se dividen la empresa al 50-50 y cada cual aporta sus conocimientos.

"Nos empezamos a profesionalizar. Convertimos Hannun más allá de una marca que había nacido en casa los padres en una marca comprometida". Así, llegaron a la Navidad de 2017, donde facturaron 20.000 euros y deciden crear una plataforma de e-commerce: "Nos permitía tener la casa más ordenada y poder invertir en campañas de marketing. Antes era un caos, recibíamos los pedidos por mensajes directos de Instagram". El 2018, meses después de ponerse en marcha, Hannun facturó alrededor de 300.000 euros.

Un producto local

Uno de los valores que tenían claro en Hannun era un producto hecho en casa, local. Así, hacia final de 2017 ya empiezan a buscar carpinteros por Terrassa y los alrededores por si podían construir los pedidos que recibía Hannun. Hoy ya colaboran con una cincuentena de talleres catalanes, españoles y algunos europeos, buscando estar el máximo cerca de los clientes finales.

El proyecto ha supuesto un impulso para muchos de estos artesanos. "Una de las preguntas que nos han hecho es si cogen otra nave. Tenemos que ser muy cuidadosos, queremos reducir su riesgo. Vamos tirando. Hay un carpintero que ha pasado de uno a tres talleres y ahora se ha instalado con una nave y el 99 % lo hace para nosotros".

La revolución de los muebles

Hannun nació por la sensibilidad de Maurici Badia en ofrecer al mercado una alternativa al mueble tradicional que apueste por la sostenibilidad y la localidad. "El valor más diferencial es que queremos combatir el hecho que en Europa se consumen 10,5 millones de toneladas de muebles cada año. El 95% acaba en vertederos o incinerados. El sector del mueble no se ha parado nunca a pensar donde van los muebles cuando ya llegan a su final, a cómo se separan y reciclan los materiales. Hannun cambiará todo esto", sentencia.

Mauricio Badia: "Queremos crear colecciones que, cuando cambies un mueble, puedas ir al bosque y la naturaleza lo absorba"

Y su sueño a medio plazo aspira a ser una auténtica revolución: "Queremos crear colecciones que, cuando cambies un mueble, puedas ir al bosque y la natura lo absorba. Que una silla sea cómo un plátano, que crece y acaba integrado en la naturaleza". Esto pasa por materiales orgánicos con los cuales ya están trabajando, cómo caparazones de crustáceo o corcho. "Hay un potencial muy grande porque el sector del mueble tenga un impacto muy menor en el medio ambiente", reivindica. También apuestan por muebles hechos con madera proveniente de residuos industriales.

Una apuesta social

Más allá de la sostenibilidad y un producto local, Hannun defiende su apuesta por cuidar los trabajadores y los artesanos con los cuales trabaja. "Intentamos fichar el mejor talento posible e intentamos ser generosos con ellos, pagando los mejores salarios posibles, dando las mejores condiciones con una cultura empresarial de la cual estamos orgullosos", explica Badia.

"Tienen mucha libertad y cada vez incorporamos más días festivos (el día de tu cumpleaños es fiesta, tienes un día al mes para dedicar a una causa social, un viernes al mes es fiesta, una vez al año vamos todos juntos a un resort...). Es la manera que estén mucho más motivados", descubre el fundador de Hannun.

De Terrassa a Europa

El 2019, Hannun empieza a hacer campañas de marketing en as redes sociales en países de todo Europa y tuvieron una buena respuesta. Sobre todo destacó Francia, Alemania, Italia y Portugal, donde han puesto todo su foco de crecimiento.

"Ahora estamos abriendo talleres en Europa porque estén más cerca del destino final del cliente", afirma Badia, mostrando su preocupación por la impronta de carbono que podría suponer fabricar en Catalunya y enviarlo a otros países. Actualmente, el 45% de las ventas de Hannun ya son fuera de España. Uno de los pasos para hacerlo fue aumentar el catálogo, que pasó de 200 a más de 1.000.

Valorada en más de 30 millones de euros

El 29 de junio de 2022 llegó uno de los momentos más destacados en la trayectoria de Hannun, con la salida a bolsa en el mercado de valores BME Growth, especializado en pymes en crecimiento. La empresa se valoró en 31,6 millones de euros.

"Somos una empresa que lleva una trayectoria de crecimiento, hemos ido dando entrada a diferentes inversores. Es un paso más en este camino, para ir buscando el crecimiento en la parte internacional", detalla Joan Álvarez. Para preparar su salida a bolsa abrieron una ronda de inversión, con la cual querían captar ocho millones de euros. Tuvieron demandas por encima de 22 millones. Una muestra de confianza de los inversores en su proyecto.

Joan Álvarez: "Nosotros somos lo contrario a la globalización, somos locales, somos artesanía y somos sostenibilidad"

"Y no somos un mercado de nicho, estamos a unos precios muy similares a lo que pueden ser Maison du Monde, que factura mil millones de euros. Tenemos un potencial de crecimiento muy grande. Nuestro valor es difícil de imitar, nos estamos posicionando", sentencia Joan Álvarez, que da la clave de su éxito: "Combinamos la artesanía, la sostenibilidad y la localidad con un producto bonito y a buen precio".

Mientras marcas de muebles históricas se han visto afectadas a los últimos años por multinacionales como Ikea, Hannun ha sabido encontrar su espacio y explotar los valores de sostenibilidad. Con el objetivo claro de ser la principal empresa europea de este sector. "Nosotros somos lo contrario a la globalización, somos locales, somos artesanía y somos sostenibilidad", resume.

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