El Col·legi d'Enginyers Industrials de Catalunya (EIC) i l'Associació d'Enginyers Industrials de Catalunya han premiado a BonÀrea por optimizar su huella hídrica y de carbono en su complejo La Closa y a Covestro ODC Electrolysis por su innovación al impulsar "la primera planta de electrólisis cloro-álcali del mundo".
Lo han hecho en el marco de la Diada de los Ingenieros, celebrada en el auditorio del Conservatorio del Liceo, donde también han reconocido la trayectoria del ingeniero Vicenç Aguilera -a quien han descrito como un "referente" en la automoción- y la catedrática Luisa Cabeza por su papel en la formación de futuros ingenieros. La entidad ha otorgado el Premio Serrat y Bonastre al programa Cafè d'Idees por su difusión de la profesión, destacando "su capacidad para adaptar el lenguaje científico y técnico a un público más amplio".
El decano del CEIC, Narcís Armengol, ha expresado el "sentimiento de responsabilidad" de la ingeniería por formar parte de la solución ante los grandes retos del mundo -en sus palabras-, entre los cuales ha distinguido la emergencia climática y la salud de las personas.
Y la presidenta de la Associació d'Enginyers Industrials de Catalunya, Maria Salamero, ha pedido "más ingeniería en la gestión pública" y actuar sobre la base del rigor, el conocimiento y la experiencia.