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Internet ha matado "lo estudias o trabajas"

La comunicación a distancia ha permitido crear más relaciones personales; pero también ha forzado un cambio en la manera de presentarnos en sociedad

Las relaciones en Internet no son ni mejores ni peores, simplemente diferentes
Las relaciones en Internet no son ni mejores ni peores, simplemente diferentes
29 de Septiembre de 2016
Act. 29 de Septiembre de 2016
hubo una época donde la pregunta "estudias o trabajas?" era una especie de contraseña para iniciar el flirteo. En un momento donde las discotecas se vacían y el que se llena son las apps y webs de citas, esto se ha acabado. "En Internet no tenemos paciencia ni para escuchar un 'Hola'", dice Begoña Merino, periodista experta en tecnología y relaciones. "La tecnología ha cambiado la manera de festejar", evidencia. Se han acabado las largas introducciones, ahora del que se trata es "de gustar y atraer enseguida". Merino señala que a pesar de que la tecnología pueda ayudar a encontrar pareja, "si no sabemos como comunicar en las redes o escoger una buena fotografía, estamos condenados al fracaso por mucho que nos apuntamos en todos los webs de citas".

Los cambios en las relaciones personales que ha generado la comunicación a distancia han protagonizado uno de los debates de la 15a Fiesta de las Telecomunicaciones celebrada este jueves en Barcelona. A pesar de que hablar de comunicación a distancia quizás es un poco contradictorio cuando, precisamente la tecnología, ha reducido las distancias y ha permitido crear nuevas relaciones personales. "A través de Internet la cantidad de relaciones pueden ser infinitas y llegar en todas partes", indica la decana del Colegio de Politólogos y Sociólogos de Cataluña (COLPIS), Anna Parara. Llegan en todas partes, pero cambia su dinámica. "Tenemos que aprender a ser interesantes, atraer la atención y generar confianza", insiste Merino.

Un sector especializado
El que empezó con chats temáticos donde desconocidos podían iniciar conversas ha acabado con una infinidad de portales y aplicaciones para conocer gente nueva. "Cuando estamos en Internet queremos que nos pasen cosas, y esto es el que hacen estos webs de citas", dice Begoña Merino. Unos portales donde "la parte tecnológica es clave, pero que se tienen que centrar a resolver problemas de los usuarios", reflexiona. Por ejemplo, el de la timidez. "Es una de las cosas que más juega en contra de un mismo cuando queremos seducir. La seguridad en un mismo vende y atrae", dice Merino. Si el app facilita el contacto con otra persona, nos ayuda.

Esto es el que ha permitido la aparición de múltiplos y varias herramientas, cada vez más especializadas. "Es un sector que va a la máxima especialización. Nosotros apostamos por gente que se relaciona en catalán", dice Mariola Dinarès, CEO de Quedemonline.cat . Este web, creado el 2003, ha evolucionado al mismo ritmo que la tecnología, y se ha ido adaptando a la demanda de los consumidores, cada vez más lejos del ordenador de sobremesa y más cerca del móvil.

Dinarès constata como portales como el suyo atraían más de entrada a "usuarios de edades avanzadas, separados que buscaban una segunda relación". Aunque pueda parecer contra intuitivo, Dinarès tiene claro que estos perfiles son los "entraron antes a ligar en Internet". Ahora bien, mientras las discotecas se iban vaciando, apps como Tinder "han entrado a un público más joven con ofertas más cercanas a la gamificació". Todo ello, asegura, también ha acabado rejuveneciendo los usuarios de Quedemonline.cat; mientras apunta que uno de los mejores momentos para anunciarse a la televisión por este tipo de portales es el domingo por la tarde...

Más relaciones, pero mejores?
"Cuando mejora la comunicación, aumentan las relaciones", asegura Anna Parara. Esto ha pasado siempre, desde el primer ferrocarril catalán entre Barcelona y Mataró del 1848 hasta las múltiples conexiones por avión. Con Internet, evidentemente, el crecimiento es exponencial. "La red ha intensificado las relaciones con los amigos y nos ha hecho reencontrar antiguos conocimientos", recuerda. Y avisa, "las redes sociales son intangibles, pero reales".

    
A la Fiesta de las Telecomunicaciones no sólo hablan ingenieros | PGF


Por la decana del COLPIS, "quehaya tantas relaciones por Internet no quiere decir que las presenciales no sean importantes y no se sigan produciendo". Al fin y al cabo, "todo tiene su espacio". De hecho, destaca que las relaciones a través de Internet "son integradoras, permiten a gente que no se puede mover físicamente establecer contacto con otra gente. O facilita las relaciones a los discapacitados auditivos, por ejemplo". Una vertiente por el cual, concluye, "no tenemos que ser tan negativos con ellas".

Podemos relacionarnos en Internet sin exponer la intimidad?
Joaquín Muñoz, director del área de tecnología y propiedad intelectual de Ontier, es abogado especialista en casos del derecho al olvido en la red. Sobre la amenaza que esta puede suponer para nuestra privacitat, señala de pleno la responsabilidad individual: "Todo depende del usuario y del que quiera hacer. Las redes sociales han existido siempre, pero ahora se ha sobredimensionado y digitalizado en un entorno que no controlamos".

Por Muñoz, "dependerá del celo de cada cual y de cómo comprende el entorno donde está compartiendo esta información. En la mayoría de casos que se expone la privacitat hay un mal uso del usuario, que no acaba de entender este entorno". Según el abogado, "si no paramos de decir donde somos y colgar fotos de todo el que hagamos, no estamos legitimados a pedir después de que se borre todo cuando nosarrepentimos". Al fin y al cabo, recuerda, "cuando subes algo a Internet es muy difícil de eliminar,pierdes el control".

En este contexto, Joaquín Muñoz invita a cambiar el concepto que tenemos de privacitat, puesto que "noexiste una de real como siempre hemos entendido". Cuando la mayoría de los modelos de negocio a Internet son aparentemente gratuitos y se monetitzen con el tratamiento de los datos personales que obtienen de los usuarios y segmentando perfiles, no parece que tengamos alternativa. "Si utilizamos los servicios de Internet, estamos permitiendo que nos monitoritzin. El que tenemos que plantear es un concepto más de intimidad" dice Muñoz. Es decir, entender que pagamos los servicios con nuestros datos, pero pudiendo exigir que se ciñan a "unas condiciones determinadas y que el usuario pueda tener la opción de decir hasta donde llega este control".