km 0 (2): los diez retos de la economía catalana

La economía catalana está enferma. Hacen el diagnóstico para VIAempresa los actores económicos del país, los mismos que perfilan los deberes a cumplir para recuperar la estabilidad.

1. Parar la sangría del paro
Hay 902.300 catalanes sin trabajo, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística. Un 24,53% de la población activa catalana se encuentra parada, una cifra que los últimos años ha crecido sin freno. "Hoy por hoy no se ven qué factores pueden favorecer que se vuelvan a crear puestos de trabajo", admite el profesor de Economía de la UPF, José García Montalvo. Pero señala: "Necesitamos que el sector privado coja la iniciativa para crear trabajo".

2. Reconquerir la competitividad
Por las patronales, los recortes son imprescindibles para reactivar la economía: con rebajas salariales y con reducciones de plantilla. Lo sostiene Salvador Guillermo, de las patronales Fepime y Fomento del Trabajo, la mayor del país: "Hace falta una dieta de aprimament para recuperar las constantes vitales". Y lo ratifica Josep González, presidente de Pimec: "La reducción de salarios es una medida dolorosa desde el punto de vista social, pero ha evitado muchos despidos, a pesar de que también hayan". Desde CCOO en Cataluña, su portavoz, Dolors Llobet, se opone a este modus operandi: "Es un falso argumento, la competitividad no lo estamos ganando como haría falta. Tenemos que apostar por la innovación, el diseño y la organización laboral en lugar de devaluar salarios y condiciones laborales", justifica.

3. Arriesgarse
Emprender es la palabra de moda. Sector público y privado, municipios y patronales, insisten al poner en valor la emprendeduría y cada vez son más las iniciativas surgidas a su favor. A las instalaciones de Barcelona Activa, por ejemplo, se hace difícil encontrar plaza en los cursos. Por eso, el presidente de Pimec reclama leyes que favorezcan la emprendeduría: "Se tiene que estimular con incentivos fiscales y sociales, simplificando trámites, pero sobre todo con financiación". Otros creen que es "un voladizo de palomos". "El remedio a 900.000 parados no es crear 900.000 autónomos. De la crisis saldremos con empresas grandes y fuertes", rebate la portavoz del segundo sindicado de Cataluña en número de afiliados.

4. Acabar las infraestructuras pendientes
Del época del accelarador se arrastran infraestructuras incomplertes. "Las administraciones tienen que invertir en infraestructuras, tienen un regreso de la inversión a muy corto plazo", asegura el presidente de Cecot, Antoni Abad. Falta completar el corredor del Mediterráneo, acabar el Cuarto Cinturón, consolidar el Eje Transversal y conectar mejor los puertos con la red ferroviaria. "Es una combinación ganadora", califica Abad. Dice que es "un punto estratégico no sólo por el levante catalán y español, sino por toda la Unión Europea".

5. Pagar las facturas con puntualidad
Las empresas catalanas tardan de media 96 días al pagar sus proveedores y la administración pública hasta 141 días al abonar las facturas, según la Plataforma Multisectorial contra la Morosidad . Los plazos han asfixiado muchos actores económicos. Por eso, el presidente de Cecot espera impaciente el segundo Plano estatal de Proveedores, que el Gobierno español prepara y que cree que aligerará los plazos, como ya lo hizo hace un año.

6. Prepararse mejor para exportar
Las ventas catalanas al exterior crecieron el año pasado un 5%, según la Generalitat. En total, un récord de 58.280 millones de euros que pone al escaparate uno de los caminos para salirse. El profesor José García Montalvo cree que "la única medida para crecer, evitar recortes salariales y despidos" es vender al exterior. Pero la receta no está al alcance de todos, como destaca el consejero delegado de la agencia pública ACC1Ó, Joan Tarradellas: "La multinacional catalana puede exportar suela, pero la pequeña y mediana empresa no está preparada siempre para hacerlo". Y mientras que las exportaciones dan "solidez a las empresas" -dice Tarradellas-, la forma más efictiva para generar ocupación es el capital que viene de fuera.

7. Convencer inversores extranjeros
Cataluña tiene que ponerse guapa para atraer estas inversiones. "Contamos con buenas infraestructuras, buen talento local y una estructura de proveedores muy muy organizada", enumera Tarradellas. Cataluña es la cuarta región europea con un mejor rendimiento de la inversión, según un estudio de la multinacional de la consultoría Ernst & Young. De hecho, los cálculos de la Generalitat apuntan a unos 5.000 lugares de trabajos –entre salvados y creados– gracias a la inversión extranjera al país en los últimos meses. 

8. Sacar el máximo provecho de la marca Cataluña
Una de las claves para atraer los inversores exteriores es la calidad de la marca Barcelona. Indisoluble de Cataluña, la ciudad tiene incontables adeptas fuera de casa nuestra. Un estudio de Cushman & Wakefield's sitúa Barcelona como cuarta mejor ciudad europea donde ubicar un negocio, justo después de Londres, París y Frankfurt. Eso sí, el máximo responsable de ACC1Ó, Joan Tarradellas, ve una amenaza: "Nos asocian con España y esto quiere decir que nos relacionan con desgavell, con gasto inútil, con falta de seriosidad y poco compromiso".

9. Solucionar el cuentas públicas
"Las finanzas públicas catalanas están desbocades". Por Salvador Guillermo, de la mayor patronal del país, "el nivel de deuda pública es una barbaridad". Enderezar las cuentas públicas y equilibrarlos es un paso que tiene que llegar limitando el déficit público y cambiando la financiación pública, asegura.

10. Conseguir que haya crédito
"Bastante de sanear bancos". Este lema no es de una manifestación, sino de una campaña reciente puesta en marcha por Cecot. "No es más rentable dar crédito a las empresas?", se preguntaba la patronal. Las asociaciones empresariales son unánimes: el crédito es indispensable para emprender, para invertir, para exportar o para muchos de los retos de la economía catalana.

Lee la primera parte del km 0: Los retos de la empresa catalana. Innovar, exportar y acabar con modelos obsoletos.