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La 'alta costura' de los asistentes personales

La agencia catalana Alberta La Grup, posicionada en el negocio del 'personal angel', se orienta a las élites económicas y tiene un 95% de clientes internacionales

La CEO de Alberta La Grup, Lourdes Carbó, segunda por la izquierda, junto a su equipo | Cedida
La CEO de Alberta La Grup, Lourdes Carbó, segunda por la izquierda, junto a su equipo | Cedida
Barcelona
20 de Septiembre de 2022

"Quiero venir a Barcelona un año sabático y vivir en una casa con siete parkings". Esta petición, que a ojos de la mayoría de los mortales puede parecer una exageración, es una de las tantas que puede llegar a recibir Alberta La Grup, una agencia catalana especializada en la figura del asistente personal, dirigida a personas con un poder adquisitivo alto. La empresa es una de las pocas en el ámbito mundial que tiene un área de negocio centrada en el personal angel. La fundadora de la agencia, Lourdes Carbó, comenta que "el perfil del asistente hasta ahora se le conocía por la vertiente corporativa, pero nosotros hemos incorporado el personal, ya que una secretaria de dirección no puede dedicarse a hacer gestiones domésticas de un directivo concreto". Fruto de esta necesidad, muy focalizada en un segmento concreto de la población, en 2007 surgió Alberta La Grup. "Los pioneros estaban en el extranjero, especialmente en el mercado anglosajón", recuerda Carbó.

 

Los clientes de la agencia catalana se podrían definir como los que se encuentran en el pico de la pirámide de la población. Así, el 95 % son foráneos y las oportunidades acostumbran a llegar del mercado internacional. Lourdes Carbó matiza que "en nuestro trabajo, marca mucho la capacidad económica y el estilo de vida, cohesionados alrededor del poder adquisitivo". Son personas con propiedades, hijos que estudian en escuelas internacionales y que viajan constantemente, pendientes de sus negocios. De estas características, se concretan perfiles de celebrities, deportistas o grandes inversos. En términos globales, serían entre el 1 y el 10% de la población. Eso sí, tal como se encarga de remarcar Carbó, "con necesidades muy diferentes al resto".

Lourdes Carbó: "En nuestro trabajo, marca mucho la capacidad económica y el estilo de vida, cohesionados alrededor del poder adquisitivo"

El modelo de negocio de Alberta La Grup se orienta en función de estos requerimientos. A través de un servicio personalizado, su CEO explica que la limitación en la cifra de clientes es la que les permite seguir preparándose para dar la máxima disponibilidad. De este modo, "conocemos sus preferencias y le damos de forma concreta todo lo que necesitan".

 

Escuela única en el mundo

Como muestra del perfil típico de cliente de Alberta La Grup, Carbó asegura que en muchas ocasiones el contacto se produce con el family office de un cliente, un responsable que puede llegar a coordinar más de 30 personas del servicio. "A menudo me gusta decir que somos la alta costura de la moda y como tenemos esta exigencia, nos encontramos que no existía una formación específica para este ámbito". De aquí surgió The Lifestyle Institute, una escuela casi única en todo el mundo que, en pocas palabras, se podría definir como el lugar donde se prepara a los asistentes personales encargados de cuidar a las élites sociales y económicas. A pesar de tener las oficinas en el céntrico Paseo de Gracia de Barcelona, Carbó admite que existe un cierto desconocimiento de los servicios por parte de su público objetivo. En este momento, Alberta La Grup cuenta con 24 personas en nómina y factura alrededor de 1 millón de euros anuales.

Estos servicios se enmarcan en un contexto de crecimiento de la cifra de multimillonarios, a pesar de la pandemia. El número de 'superricos', los que tienen activos valorados en más de 30 millones de euros, se incrementó en 2020 y se ha duplicado en la última década. Este mismo año, un estudio de EsadeEcPol constató que el 1% de las personas más ricas del Estado español había aumentado su participación en la renta nacional del 13% en 2007 al 16,9% en 2019, concentrando más que el 50% más pobre.

Según los cálculos de The Lifestyle Institute, se contabilizan 137 habilidades para desarrollar el trabajo de asistente personal en la vida privada

Con estas cifras, Lourdes Carbó ve en el personal angel una profesión de futuro a la que se le tiene que dar visibilidad. "Es un momento de potenciar la formación, ya que se está produciendo un trasvase de asistentes corporativos hasta el ámbito de la asistencia personal". Según los cálculos del The Lifestyle Institute, se contabilizan 137 habilidades para desarrollar el trabajo de asistente personal en la vida privada. Aunque se trate de un mundo hermético, los que están dentro, lo ven como uno de los rasgos inevitables de su esencia.

El servicio global del concierge

El segmento de mercado susceptible de recibir los servicios del 'personal angel', según Alberta La Grup, son las personas que leen publicaciones cómo Spear's Magazine, donde algunos de sus artículos hacen referencia a la búsqueda de los mejores entrenadores personales o los especialistas 'top' en alergias del mundo. De este perfil, Albert La Grup hace 10 años que se ha especializado en otro sector: el concierge. Se trata de edificios residenciales, de lujo, donde se pueden encontrar todo tipo de servicios, como un entrenador personal, un masajista o un paseador de perros". "Es como si fuera un hotel resort, pero en tu casa", aclara Carbó. Esta orientación global ya aporta un 40% del volumen de negocio de la agencia. Es aquí donde la empresa catalana se está posicionando en la esfera mundial, recibiendo cada vez más demandas de inversores extranjeros.

Otro ejemplo de los entornos donde se mueve esta profesión se encuentra en los cursos de formación, de momento on-line, que se imparten en The Lifestyle Institute. Dirigidos a personas que después irán a parar a agencias de reclutamiento que buscan nannys, mayordomos o guardaespaldas, en la escuela se hacen asignaturas como 'Psicología de las flores', 'Aviación privada' o 'Cómo gestionar un megayate'. Esta es la realidad de una profesión, cada vez más demandada, que necesita incrementar su profesionalización, ya que se trata de un trabajo con un nivel de presión alto y que requiere una preparación parecida, salvo las distancias, a la de un atleta de alta competición.