La dieta del 'coffee break'

Un 70% de los directivos se alimenta mal y lo justifica por el trabajo; pero se puede corregir si se tienen en cuenta algunas pequeñas recomendaciones básicas para hacer una dieta sana

Los dulces son una perdición habitual en los encuentros y conferencias destinadas a ejecutivos y directivos empresariales
Los dulces son una perdición habitual en los encuentros y conferencias destinadas a ejecutivos y directivos empresariales
28 de Mayo de 2015
Act. 29 de Mayo de 2015

Jornadas inacabables a la oficina, viajes, reuniones, comidas y cenas de negocios. Y todo esto para no hablar de los coffee breaks en jornadas y conferencias, con sus pastas tanto llenas de azúcar como tentadoras por el paladar. El día a día del ejecutivo no facilita una dieta sana con la cual cuidar su alimentación, y son muchos los que tranquilizan la conciencia con un "no hay nada a hacer". Pero todos estos pequeños obstáculos no tienen por qué ser una excusa insalvable. Lo deja claro Celia Claramunt, coach especializada en nutrición evolutiva: "Cada día tomamos muchas decisiones de manera sencilla, pero a la hora de la alimentación estamos confundidos". Claramunt ha ofrecido este miércoles una sesión práctica sobre la alimentación equilibrada del ejecutivo al Ciclo de Conferencias sobre Coaching Ejecutivo celebradas al SC Trade Center; dónde ha asegurado que "el 70% de los ejecutivos se alimenta mal".

A pesar de admitir que "sin un horario fijo es muy complicado planificar el tiempo que nos podremos dedicar a nosotros mismos", Claramunt plantea una serie de cuestiones básicas, incluso falsos mitos, que perjudican la toma de decisiones a la hora de realizar una alimentación correcta y equilibrada.

"Con el que comemos el organismo obtiene la energía para tener el estado de salud óptimo", recuerda Claramunt. Los alimentos, pues, son los materiales que construyen nuestra salud. "Si los alimentos son de calidad, la salud será mejor. Si no lo son, es cómo si le ponemos gasolina a un coche diesel, empezará a funcionar mal".

Comer tres golpes al día
"Hay un mito muy extendido que dice que tenemos que comer cinco golpes al día. Quién se lo inventó se olvidó de las hormonas", asegura Celia Claramunt. Explica que "no hay diferencia de peso entre las personas que comen tres golpes al día y las que lo hacen cinco veces, no hay una relación directa".

La experta recomienda "comer tres golpes al día, pero cuando tenemos hambre de verdad, y sin picar entre horas". La justificación se encuentra en el proceso digestivo, que dura unas 10-12 horas. "Si comemos cada dos o tres horas el organismo no tiene tiempo para hacer todas las funciones y vuelve a empezar constantemente el proceso", explica. Además, como que "el cerebro prioriza la digestión y el resto de funciones quedan aparcadas, iniciar tantos procesos digestivos no nos ayudará". De hecho, esta también es la razón por la cual nos entra el sueño después de comer.

"Es mucho más importando qué comemos que cuántas veces comemos. Si el que comes no tiene interés nutricional, enseguida tendrás hambre", destaca Claramunt; que a la vez invita a "evitar los alimentos procesados industrialmente, así como controlar el azúcar y las harinas".

Cruzada contra los productos light
"Echamos los productos light y comemos comer de verdad. La comida real no sale de un paquete ni tiene una larga lista de ingredientes", proclama con firmeza Celia Claramunt. La experta se muestra absolutamente contraria a este tipo de productos, a los cuales denomina "productos Frankenstein".

"Son baratos de producir, nos los venden carísimos y son altamente adictivos por elementos como el azúcar", se exclama. Asegura que "un producto light ha sido alterado artificialmente para disminuir sus calorías. Normalmente desaparece la grasa, que es el que da consistencia y sabor a los alimentos". Para compensarlo, recuerda, " añaden otros ingredientes de dudosa procedencia".

Comer fuera de casa no es sinónimo de engordarse
Quien no ha escuchado nunca la excusa que es difícil mantener la línea si cada dos por tres se come fuera de casa? A pesar de que más del 50% de los españoles tiene sobrepeso, la causa no es en si donde se come, sino que se escoge al restaurante. "A la hora de comer fuera hay que saber escoger y saber compensar", dice Celia Claramunt.

Aplicar el sentido común para escoger productos naturales es bastante sencillo y sólo depende de la responsabilidad de cada cual. Sí que es cierto, pero, que los coffee break con sus pastas dulces resultan a menudo una tentación demasiado grande. En este caso, "si nos hemos excedido con algo, disfrutémosla, pero después la compensamos", aconseja.

Así pues, si la comida ha sido copioso, "por la noche podemos hacer una ensalada o un pescado a la plancha". Eso sí, Claramunt advierte que después de un exceso "tenemos que dejar al menos cuatro horas sin comer nada". Que la fruta y la verdura derroten la bollería industrial sólo depende de tú.