Entre el 5 y el 15% de las turbinas de un parque eólico están paradas por mantenimiento. Esto significa que hay una cierta ineficiencia y que la producción de energía a través del viento podría tener unos umbrales más elevados si se solucionaran estas carencias técnicas. Smartive es la startup que tiene la solución para este problema, un proyecto que los ha hecho levantarse como la Pyme más innovadora de Europa con el galardón New Horizon del European Enterprise Network otorgado por la Comisión Europea.
Creada el 2013, la compañía ha desarrollado unos sensores basados en el uso de la Internet de las cosas que permiten anticipar con un margen de un mes el posible fallo de la turbina. "Se tiene que tener en cuenta que normalmente se paran cuando hace más viento, el que significa que perdemos capacidad productiva y también que no se puede enviar ninguna persona, porque es peligroso que el ingeniero suba arriba de todo", relata el co-fundador y director general, Jordi Cusidó, sobre las trabas que supone la reparación de los aparatos.
Con sus sensores, y teniendo esta previsión, la empresa encargada del mantenimiento puede enviar su equipo antes de que pase y en un día que no haya riesgo de abanicadas. "El objetivo es que las turbinas estén al 100% cuando sople el viento, así tendremos un modelo energético más sostenible", insiste.
Por todo ello, su principal cliente son las grandes empresas productoras de energía, pero también las que se encargan del mantenimiento de los parques y los fondos de inversión que han invertido en la tecnología. "A menudo hacemos una tríada donde participa el propietario del parque, la compañía del mantenimiento y nosotros", ejemplifica, "si todos nos coordinamos, es cuando el parque acaba operando mejor.
Un problema global
Las cifras ya avalan la propuesta de Smartive . De entrada, calculan que con sus sensores se podrá incrementar un 10% la productividad, el que supondría una mejora de la facturación de 70 millones de euros a las empresas de la Unión Europea y de 200 millones en todo el mundo.
Y es que si una cosa tiene clara, es que se trata de un problema de alcance mundial. Cusidó afirma que Alemania tiene el 15% de la producción global de energía eólica, y España, el 10%. "Pero tenemos que tener en cuenta que las grandes empresas de España y Alemania también son propietarias otras compañías que operan afuera", de forma que si se implanta una solución viable, se puede exportar el producto con facilidad.
Este también es el motivo por el cual el 2017 tiene que ser el año del lanzamiento al mercado del producto y de su posicionamiento internacional: "Nuestro reto es crecer en estos países, como también en los Estados Unidos, donde tienen aproximadamente el 20% de la producción". Y todo esto sin contar la China, que actualmente ostenta el cargo de líder mundial en creación de energía eólica.
Innovar tiene premio
Hasta ser escogidos por el European Enterprise Network ha habido un largo proceso. Smartive ya había participado previamente en un programa destinado a pymes innovadoras que consta de dos fases: la primera, destinada a hacer un estudio de mercado y valorar si el producto es viable; y la segunda, para hacer los prototipos. Si se pasan las dos fases, puede suponer un ingreso de hasta 55 millones de euros, una cuantía con la que la startup ha podido contar para desarrollar el proyecto.
Todo esto, de la mano de Acción, el organismo catalán que los situó en la lista de las pymes más innovadoras de Europa y los propuso como candidata para representar Cataluña en la European Enterprise Network. Una competición donde participa una compañía por cada país y que Smartive ganó en uno de los tres premios que concede.
Además del galardón de la CE, la startup ganó el enero pasado un premio internacional otorgado por la productora y distribuidora de energía italiana Enel. "Nos reconocieron como startup innovadora y esto nos ayudó a obtener un fondo europeo para desarrollar los sensores. Así es como entrar en el proyecto de la Comisión y en toda la cadena que nos ha traído a ser vistos como la pyme más innovadora", explica. Y añade que, según los expertos, esto supone "estar a la Champions League de la innovación".
Hoy por hoy son 15 trabajadores a la compañía, contándolos a él y a su socio, pero el buen rendimiento del negocio trae el director general a pensar que podrán ampliar hasta más de 20 empleados a lo largo del 2017.
Igual pasa con las cifras de facturación. Si este año la facturación ha logrado los 50.000 euros provenientes de clientes y los 200.000 con proyectos, por el nuevo año esperan llegar –e incluso superar- los 700.000 euros entre los dos canales.
Creada el 2013, la compañía ha desarrollado unos sensores basados en el uso de la Internet de las cosas que permiten anticipar con un margen de un mes el posible fallo de la turbina. "Se tiene que tener en cuenta que normalmente se paran cuando hace más viento, el que significa que perdemos capacidad productiva y también que no se puede enviar ninguna persona, porque es peligroso que el ingeniero suba arriba de todo", relata el co-fundador y director general, Jordi Cusidó, sobre las trabas que supone la reparación de los aparatos.
Con sus sensores, y teniendo esta previsión, la empresa encargada del mantenimiento puede enviar su equipo antes de que pase y en un día que no haya riesgo de abanicadas. "El objetivo es que las turbinas estén al 100% cuando sople el viento, así tendremos un modelo energético más sostenible", insiste.
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| Imagen de la patalla 3D de realidad virtual. Cedida |
Por todo ello, su principal cliente son las grandes empresas productoras de energía, pero también las que se encargan del mantenimiento de los parques y los fondos de inversión que han invertido en la tecnología. "A menudo hacemos una tríada donde participa el propietario del parque, la compañía del mantenimiento y nosotros", ejemplifica, "si todos nos coordinamos, es cuando el parque acaba operando mejor.
Un problema global
Las cifras ya avalan la propuesta de Smartive . De entrada, calculan que con sus sensores se podrá incrementar un 10% la productividad, el que supondría una mejora de la facturación de 70 millones de euros a las empresas de la Unión Europea y de 200 millones en todo el mundo.
Y es que si una cosa tiene clara, es que se trata de un problema de alcance mundial. Cusidó afirma que Alemania tiene el 15% de la producción global de energía eólica, y España, el 10%. "Pero tenemos que tener en cuenta que las grandes empresas de España y Alemania también son propietarias otras compañías que operan afuera", de forma que si se implanta una solución viable, se puede exportar el producto con facilidad.
Este también es el motivo por el cual el 2017 tiene que ser el año del lanzamiento al mercado del producto y de su posicionamiento internacional: "Nuestro reto es crecer en estos países, como también en los Estados Unidos, donde tienen aproximadamente el 20% de la producción". Y todo esto sin contar la China, que actualmente ostenta el cargo de líder mundial en creación de energía eólica.
Innovar tiene premio
Hasta ser escogidos por el European Enterprise Network ha habido un largo proceso. Smartive ya había participado previamente en un programa destinado a pymes innovadoras que consta de dos fases: la primera, destinada a hacer un estudio de mercado y valorar si el producto es viable; y la segunda, para hacer los prototipos. Si se pasan las dos fases, puede suponer un ingreso de hasta 55 millones de euros, una cuantía con la que la startup ha podido contar para desarrollar el proyecto.
Todo esto, de la mano de Acción, el organismo catalán que los situó en la lista de las pymes más innovadoras de Europa y los propuso como candidata para representar Cataluña en la European Enterprise Network. Una competición donde participa una compañía por cada país y que Smartive ganó en uno de los tres premios que concede.
Además del galardón de la CE, la startup ganó el enero pasado un premio internacional otorgado por la productora y distribuidora de energía italiana Enel. "Nos reconocieron como startup innovadora y esto nos ayudó a obtener un fondo europeo para desarrollar los sensores. Así es como entrar en el proyecto de la Comisión y en toda la cadena que nos ha traído a ser vistos como la pyme más innovadora", explica. Y añade que, según los expertos, esto supone "estar a la Champions League de la innovación".
Hoy por hoy son 15 trabajadores a la compañía, contándolos a él y a su socio, pero el buen rendimiento del negocio trae el director general a pensar que podrán ampliar hasta más de 20 empleados a lo largo del 2017.
Igual pasa con las cifras de facturación. Si este año la facturación ha logrado los 50.000 euros provenientes de clientes y los 200.000 con proyectos, por el nuevo año esperan llegar –e incluso superar- los 700.000 euros entre los dos canales.
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