Ante la criminalización y la desinformación del sector cárnico, una apuesta por la pedagogía y para fomentar los productos de proximidad. "Los productos ecológicos no tienen que ser obligatoriamente sostenibles, puesto que el sello distintivo lo obtienen en origen y durante el transporte o el proceso de envasado se pueden generar emisiones contaminantes". El mensaje de la química y divulgadora científica, Deborah García, refleja el espíritu que ha planeado durante la 22a edición del Congreso de Productos cárnicos y Elaborados, que se ha celebrado martes y miércoles en La Llotja de Lleida, organizado por la Associació de Fabricants i Distribuidors (Aecoc). Para hacer frente a las voces que no se cansan de repetir que la carne contamina, datos científicos que reivindican la fortaleza del sector y su responsabilidad, no tan elevada, en la generación de CO2. Tergiversando las palabras del apóstol Mateo, el congreso ha servido para demostrar que "la carne no es débil". Pese a los ataques, el sector, representando por las 350 personas que se han reunido al encuentro, ha mostrado su firmeza. Más consumo, nuevas formas de producción y capacidad de adaptarse a los cambios.
El último incidente global que afecta el sector cárnico, igual que a otros ámbitos productivos, son las implicaciones económicas que comporta la invasión rusa a Ucrania. "Estamos volviendo a la situación de Guerra Fría de 1973". La bomba tirada por el profesor de Economía de la Universitat de Barcelona (UB), Gonzalo Bernardos, se fue amortiguando durante su intervención. "A pesar de que existe el riesgo de un estancamiento de la inflación, las buenas perspectivas de final del año 2021 volverán este año y el impacto de la crisis, si la guerra no se prolonga, será limitado".
Bernardos: "A pesar de que existe el riesgo de un estancamiento de la inflación, las buenas perspectivas de final del año 2021 volverán este año y el impacto de la crisis, si la guerra no se prolonga, será limitado"
En un auditorio formado por más de 300 empresarios del sector cárnico, Bernardos instó a que el pacto de rentas, la medida que estudia el Gobierno del Estado para contener la inflación, contemple subidas salariales por debajo del 3% anual, incluyendo cláusulas de recuperación de los sueldos. Los deberes por los representantes empresariales implican que "los incrementos de costes no se trasladen al precio final al consumidor porque ahora el que tienen que hacer es mantener los clientes".
Tormenta de verano
A Bernardos, la coyuntura actual le recuerda los 'felices años 20' del siglo pasado. Primero una pandemia, en aquel caso de la gripe, después una guerra, y finalmente, la recuperación. "Estamos sufriendo una tormenta de verano, de la cual nos saldremos". Para el economista, las buenas perspectivas de 2021 volverán si el conflicto bélico es corto. "Tenemos tres motores para reactivarnos: el aumento del poder adquisitivo de los consumidores, los fondos europeos Next Generation y los productos de calidad".
Contra la desinformación, nuevas fórmulas para captar segmentos de consumo y ajustar los costes. El especialista global en proteína animal del banco holandés Rabobank, Nan-Dirk Mulder, alentó las empresas càrnies a mejorar sus procesos para ser todavía más competitivas. En un escenario de aumento del consumo en el estadio inicial de la pandemia de la Covid-19, el del confinamiento domiciliario, se ha pasado a la constatación de la dependencia del cereal de Ucrania, del gas de Rusia y el encarecimiento de los costes operativos.
"Tenemos tres motores para reactivarnos: el aumento del poder adquisitivo de los consumidores, los fondos europeos Next Generation y los productos de calidad"
Para Nan-Dirk Mulder, la reacción del sector se tiene que orientar a potenciar cambios en las proteínas que se utilizan para elaborar la carne, apostar por cadenas de suministro más locales, ofrecer un valor añadido e incrementar la venta on-line. "A corto plazo, el panorama es complejo, pero las repercusiones económicas negativas serán limitadas, a pesar de que España, que se encuentra muy posicionada, sabrá sacar oportunidades de futuro".
Ante las incertidumbres y los mensajes de confusión, es la hora de hablar de carne. Así es cómo tituló su ponencia el catedrático de biotecnología de la Universitat Politècnica de València, José Miguel Mulet. Comunicación y ciencia para rebatir la desinformación y los ataques reputacionals. Ni la carne contamina siempre ni es la culpable del 80 % de las emisiones de CO2, que provienen mayoritariamente de los combustibles fósiles. Contra las fake news, poner toda la carne en el asador.