El mejor queso del mundo, hecho en el Bages por personas con discapacidad

La Fundació Ampans nació el 1965 para dar una vida mejor a las personas con discapacidad intelectual del Bages

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El 1965, diez familias del Bages se unieron para impulsar una asociación que ayudara a mejorar la vida de sus hijos con discapacidad intelectual. Fue el nacimiento de la Fundació Ampans, que casi 60 años después da trabajo a un millar de personas y atiende a más de 3.000 personas con discapacidad, trastornos de salud mental y situación de vulnerabilidad. Todo ello a través de residencias, centros de día, pisos tutelados, talleres, escuelas, centros ocupacionales, empresas y mucho más.

A lo largo de los años se ha convertido en un referente en la comarca para atender este colectivo y han impulsado numerosas líneas de negocios para financiar la actividad asistencial, cómo los quesos Muntanyola, que han sido reconocidos a escala internacional con premios del World Cheese Awards. En sus diferentes líneas, da trabajo a unas 300 personas con discapacidad.

El estigma y el tabú

"Las personas con discapacidad tenían un estigma total. La gente escondía los hijos en casa porque les daba vergüenza". Así de claro habla Toni Espinal, director de la Fundació Ampans desde hace unos 30 años. Para Espinal, la iniciativa de aquellas diez familias sería hoy un caso evidente "de emprendeduría social" que ya nació con la voluntad de atender gente de toda la comarca. "Querían cambiar la vida de las personas con discapacidad del Bages", explica.

Inicialmente, se organizaron cómo una asociación de padres y madres y, con voluntarios conocidos y del territorio, organizaban actividades para las personas con discapacidad. Desde el 1965 y hasta la restauración de la Generalitat, Ampans no recibió ningún tipo de ayuda pública y se tuvieron que impulsar campañas para recaudar fondos.

Toni Espinal: "Gracias a Ampans se empezó a visibilizar el colectivo de personas con discapacidad, que hasta entonces estaban escondidas"

Espinal recuerda una que tuvo mucho éxito para dar a conocer el proyecto: recogida de botellas y papeles por los municipios de la comarca cada 7 de enero. Así, podían conseguir dinero para impulsar proyectos. "Gracias a Ampans se empezó a visibilitzar el colectivo de personas con discapacitado, que hasta entonces estaban escondidas. Se logró una base social de apoyo muy ancho", celebra Espinal. Se organizó durante 25 años.

Los primeros veinte años, Ampans funcionó gracias al impulso de los voluntarios y la colaboración de la ciudadanía y tejido social y rial empresadel Bages. Con la restauración de la Generalitat, la entidad empezó a recibir parte de financiación pública y se pudo ir profesionalizando y crecer, de manera muy importante durante los años 80 y 90. Cada vez se atenían más personas y las demandas de familias con hijos con discapacitado crecían año a año. El 2010 dio un paso más en su profesionalización y se convirtió en Fundación.

El primer centro

En los primeros años, Ampans funcionaba en un piso de alquiler de Manresa. Hasta que una familia hizo una donación de una finca, que gracias a una recolecta, pudieron reformar y adaptar para convertirla en el primer centro para personas con discapacidad.

Ya en los 60, Ampans había creado la escuela La Llym, que se rebautizaría como Escuela de Educación Especial Jeroni de Moragas. Un centro pionero que abría camino hacia un nuevo modelo educativo y una nueva sensibilidad social. Año a año, iba ampliando los servicios hasta disponer de residencias, pisos, centros de día, escuelas, talleres o centros de trabajo.

La entrada en el mundo laboral

Más allá de la atención social y la formación, desde Ampans siempre han tenido clara la importancia de la inserción laboral para las personas con discapacidad. Un hecho impensable en los inicios, donde el estigma era tal que incluso no salían de casa. "El objetivo era doble: contribuir a la sostenibilidad económica del proyecto y, sobre todo, crear puestos de trabajo para personas con discapacidad", explica Espinal.

Toni Espinal: "El trabajo ha sido una de las herramientas de inclusión más importantes"

"El trabajo ha sido una de las herramientas de inclusión más importantes, es básico para su autoestima y realización personal, además de tener recursos propios", destaca el director de Ampans. El primer negocio fue una imprenta, puesto que recibieron la donación particular de una máquina. Y poco después, una sección de manipulados.

Espinal reconoce que los inicios no fueron sencillos: "Costó mucho que las empresas confiaran en nosotros. Al principio, algunas nos daban trabajo para hacer obra social. Nuestra tarea fue hacer ver que no nos lo tenían que dar porque éramos gente con discapacidad, sino porque lo hacíamos bien, ofrecíamos calidad y buen servicio". Y poco a poc, lo fueron consiguiendo y cada vez más empresas de la comarca los contrataban.

De la jardinería al PIB del Bages

Con los años, la Fundació Ampans fue ampliando las líneas de actividad. El camino acostumbraba a ser siempre el mismo: primero realizaban el trabajo para ellos mismos, para coger práctica, y después vendían el servicio. Así pasó con la limpieza o la jardinería. En el caso de la jardinería, se encargaron de su finca y ahora ya se ocupan de espacios verdes de muchos pueblos del Bages. Y, más tarde, un garden para poder proveerse ellos mismos.

Además, también supuso un cambio: "Era muy bueno trabajar al aire libre. Al principio, hacíamos actividades de espacios cerrados y esto sirvió para visibilizar y mostrar la capacidad de las personas con discapacidad". Y es que Toni Espinal tiene claro que el objetivo es conseguir la inserción en la empresa ordinaria, siendo conscientes que en algunos casos es muy difícil.

Toni Espinal: "Todo el mundo tiene capacidades diferentes y, por eso, tenemos que ofrecer trabajos diferentes"

Por eso, han ido abriendo nuevos negocios replicando en cierto modo el tejido empresarial del Bages: automoción, servicios, sector agroalimentario... Así, ahora también disponen de dos restaurantes y dos supermercados con personas con discapacidad. Y, recuperando su campaña de recogida de papel y botellas, montaron el área de recogida selectiva en el 2000, que ahora hacen en todos los pueblos del Bages, además de gestionar 17 desecherías, una de las cuales ha recibido un premio estatal por su gestión.

"Hemos intentado diversificar, y en crisis y pandemia hemos visto que ayuda mucho. Y, sobre todo, dar muchas más opciones a las personas con discapacidad para encontrar un trabajo que les encaje. Todo el mundo tiene capacidades diferentes y, por eso, tenemos que ofrecer trabajos diferentes", resume Espinal. Entre otros, también producen cuadros eléctricos para torres de aires acondicionados o luminarias de trenes o máquinas recreativas. Todo ello para dar trabajo a unas 300 personas con discapacidad.

Los mejores quesos del mundo

Ampans llegó al mundo de los quesos de casualidad. El 2006, el matrimonio formado por Joan Villa y Dolores Isern les da una finca de 120 hectáreas en Sant Salvador de Guardiola a cambio de tener cuidado de sus dos hijos con discapacidad, de un tío con movilidad reducida y de ellos mismos hasta el final. Una finca que tenía vacas y viñas abandonadas.

Toni Espinal: "Vimos que era una buena oportunidad y cambiamos las vacas por cabras"

"Vimos que era una buena oportunidad y cambiamos las vacas por cabras", recuerda Espinal. Así, empezaron a elaborar leche de cabra y, con la voluntad de ofrecer un valor añadido, también queso. Fue entonces cuando una de las queserías artesanales más históricas de Catalunya, la Muntanyola, se jubiló y traspasaron el negocio a Ampans, después de un año de aprendizaje. Con un equipo formado por personas con discapacidad, han conseguido mantener la calidad y recibir varios reconocimientos en los World Cheese Awards. El último, el 2022, cuando su queso semicurado de cabra recibió la medalla de oro y fue reconocido con el mejor queso del mundo en su categoría.

Y así lograron el objetivo de hacer ver a la sociedad la capacidad de este colectivo: "Nadie nos compra el queso porque somos sociales, nos lo compran porque son muy buenos. Las empresas que nos compran, lo hacen porque lo hacemos bien. Intentamos buscar la excelencia. Tenemos excelentes profesionales y la gente con discapacidad puede hacer el trabajo cómo cualquier otro. Si cometemos un error, no es porque la gente sea discapacitada".

El orgullo y el ejemplo

Así, estos reconocimientos internacionales son un "orgullo" y una "demostración" de la capacidad real de las personas. "Si se hacen las cosas bien, puedes competir con cualquier con calidad y precio. Es también un ejemplo para las otras empresas", insiste Espinal, recordando que el objetivo es la inserción enempresa la ordinaria. Cada año, colocan alrededor de 200 personas con discapacidad en negocio del Bages, puesto que también forman mucha gente.

En aquella misma finca había viñas abandonadas, que también han recuperado para elaborar vino, alguno de los cuales también ha recibido reconocimientos. Y ahora, están colaborando con otras bodegas y entidades para recuperar variedades autóctonas del Bages.

El Bages al coro

En casi 60 años, Ampans ha pasado de ser una asociación de padres y madres a una Fundación que atiende más de 3.000 personas con discapacitado y colectivos vulnerables. De hecho, ahora también ofrecen formación y apoyo a jóvenes migrantes que llegan sin ninguna red familiar. Todo ello, los ha convertido en unn referente en la comarca: "Podemos atender prácticamente a todo el mundo con discapacidad del Bages". "La vinculación con la comarca y el territorio es esencial", insiste el director.

"Nuestro objetivo es transformar la sociedad y la vida de las personas, con gente de todas las edades, niveles y necesidades de apoyo", reivindica Espinal. Y es evidente que el trabajo de Ampans ha sido fundamental para romper estigmas y permitir que en pocas décadas, las personas con discapacidad hayan pasado de estar escondidas en casa a hacer vida social, laboral, de ocio... A pesar de que todavía hay pasos a hacer, el cambio ha sido muy importante: "Si hace más de 30 años me lo preguntan, hubiera pensado que la realidad sería peor".

Y es que Toni Espinal reivindica el papel de Ampans, recordando algunos eslóganes: "Somos diferentes, somos iguales. Hacemos un trabajo de sensibilización y concienciación de la sociedad". Y, todo ello, con líneas de negocios de éxito, reconocidas y que generan mucha confianza.

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