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Metacampus, el cambio cultural del Web3

La emergente dirigida por Pere Pérez propone un proyecto de formación, transformación y aceleración en la blockhain para situarse en centro del ecosistema

Pere Pérez, CEO de Metacampus| Cedida
Pere Pérez, CEO de Metacampus| Cedida
Barcelona
11 de Agosto de 2022

"La descentralización que ofrece la blockchain abre la puerta a replantear muchos modelo", razona PerePérez, CEO de una de las emergentes catalanas dedicadas al Web3 con más proyección, Metacampus. La startup, dedicada en palabras del mismo Pérez a la "transformación", es sencillamente una empresa de educación. La oferta al público, que comenzará al mes de octubre, se concreta en formaciones sobre las posibilidades del web3 para dirigentes y decision-makers de empresas y para sus trabajadores. El emprendedor, sin embargo, aspira que la firma acontezca mucho más que una oferta de microcursos, del mismo modo que la transición hacia esta nueva versión de la vida colectiva a internet es "una revolución que afecta todos los estamentos, social mucho más que tecnológica". Metacampus quiere ser un agente de cambio.

Cómo explica Pérez, buena parte de su tarea implica mostrar a las empresas el potencial de la descentralización dentro de sus propios sectores, y así abrirse a incluir "nuevos servicios de valor" que aproveche al máximo la tecnología de la blockchain. En palabras del mismo CEO, "la función de Metacampus es también la de descentralizar la mentalidad del profesional", poner en marcha una transformación que lleve la empresa más allá de su organicidad jerárquica. A menudo la cuestión tecnológica, también relevante en una adaptación a la nueva web, es secundaria, en cuanto que muchos profesionales no necesitan las herramientas más complejas del web3 –ni tampoco del 2– para desarrollar su trabajo.

 

Pérez: "La tecnología descentralizada es una revolución que afecta a todos los estamentos, social mucho más que tecnológica"

El proyecto de Metacampus, en cuanto que entiende el web3 como esta suerte de revolución transformativa, no evolución incremental, plantea a las empresas cambios sostenidos, a largo plazo. El mismo Pérez reconoce que muchas de las experiencias que las empresas están llevando a cabo, como los NFTs del Barça, son un one-off, una campaña única que no implica una estrategia de integración de la blockchain a su modelo de negocio. El CEO busca que las empresas que se transformen de la mano de la empresa "una vez lancen sus proyecto estén ahí, desplegando y dinamizando sus comunidades". Así, los programas de Metacampus intentan ocuparse de la formación de toda la estructura de las compañías que participen, con unos programas intensivos de tres semanas que se ofrecen solo a managers y uno de más de tres meses que se extiende al conjunto de trabajadores para ofrecer el reskilling necesario para adaptarse.

Los programas formativos se dirigen al aspecto técnico, a pesar de que también el encaje con el entorno social del web3. Los participantes a los cursos de Metacampus tienen que llevar a cabo "una transformación personal, aprender a comunicarse dentro de estas comunidades", muchas de ellas con códigos complejos y desarrollados colectivamente a sus nichos. La especificidad social de los ecosistemas descentralizados también empuja a un cambio en las estrategias de transparencia de las empresas. "En un mundo con la identidad descentralizada, contratar un perfil sin saber quién hay detrás choca con la compliance", aclara Pérez, que ve un salto complicado entre los numerosos formularios y burocracia que ocupan la actividad interna de muchas compañías y el ágil y anónimo metavers. Así, los cambios culturales están en el centro de la tarea de Metacampus: buena parte del aprendizaje es un camino hacia la confianza en los nuevos espacios descentralizados.

Metavers publicoprivat

La compañía operará a partir de octubre alrededor de varias verticales: decentralized brand economies, dedicado a agencias, marcas y negocios de venta directa al cliente; deportes, con un partner del sector que aún no han anunciado; social good, empresas con impacto positivo entre todos los stakeholders; retail y moda, uno de los espacios donde más se puede conectar el metavers con el entorno físico gracias a colecciones de NFTs que después puedan convertirse merchandaising; y digitalización del sector público. Pérez apuesta especialmente por este último espacio, quizás el más complejo de ejecutar por el carácter de las administraciones, pero que tiene el potencial de "crear la ciudadanía del futuro". En una suerte de proyecto piloto, Metacampus trabaja actualmente con el gobierno de Abu Dhabi. "Formamos trabajadores públicos, cargos electos y otros estamentos para entender cómo aplicar los valores de la región dentro del metavers", explica el CEO, que identifica en este ámbito uno de los grandes retos de la nueva web: el de la regulación. "¿Cómo podemos proteger los usuarios en un entorno donde todo se vale?".

Si la burocracia y la compliance al sector privado ya forman una gran rendija entre un modelo centralizado y uno a la blockchain, "al sector público es todavía más pronunciado". La aplicación de una transición cómo la que propone Metacampus a las instituciones públicas implicaría, en alto grado, un cambio en las relaciones sociales que se concretan. Un salto hacia el web3 del sector público no significaría solo ofrecer servicios digitales a la ciudadanía, como ya hacen muchas administraciones con más o menos éxito; sino trasladar a la vida digital cuestiones como la moneda, la fiscalidad o la gestión de la cosa pública. Si bien esta transición exige una adaptación técnica de grandes proporciones, puesto que se puede dar que el sector público "haga los cambios por los adelantos tecnológicos a pesar de que la sociedad no esté todavía tecnologizada". El principal riesgo, además de la brecha digital, sería en estos casos el de la seguridad: en un mundo en que la misma condición ciudadana es digital, una falta de conciencia sobre ella posa en peligro muchos más aspectos del día a día. "Hay ataques a las carteras digitales muy elaborados técnicamente y difíciles de detectar si no tienes suficiente conocimiento tecnológico", avisa Pérez.

 

Ecosistema.eth

De cara al sector privado, la ambición de Metacampus es la de ocupar todos los peldaños del proceso, desde la formación de los profesionales hasta la creación de los unicornios blockchain del futuro. Así, la emergente extiende sus servicios más allá de los programas formativos con la integración de las empresas que participen en su propia DAO, la Metacampus Alumni Dado, des dón "se coordinan todas las patas". Las últimas fases de la formación pasan, así, por una generación de nuevas ideas de negocio, que después, mediante esta DAO, se comunican con grupos inversores e industry partners que financian los más atractivos. "Todo el mundo de la organización puede participar: se puede aplicar a los nuevos puestos de trabajo, buscar colaboraciones empresariales...", explica Pérez, que encuentra en esta última fase la clave para "generar un poco este ecosistema, crear microeconomías" al ecosistema descentralizado.

A pesar de que en el futuro los programas estarán abiertos, y cualquier empresa puede inscribirse, durante el primer trimestre la formación solo se llevará a cabo en empresas seleccionadas, con que se arrbia a acuerdos concretos. Si bien en próximas ediciones se contempla la posibilidad de diversificar los programas formativos, a las primeras experiencias se hará cada uno exclusivamente dentro de una empresa porque los participantes "puedan exponer y debatir sus proyectos en libertad". Actualmente, la emergente cuenta con un equipo de 16 trabajadores, después del levantamiento de una ronda de inversión de 1,5 millones de euros a principios de año. Pérez, así, ya observa los mercados internacionales: de cara a finales de año, el proyecto es levantar una segunda ronda, esta de unos 5 MEUR, dedicada a crecer hacia los mercados anglosajones –"los principales en la tecnología descentralizada", razona el CEO – y hacia América Latina.