La empresa de Girona que monta las grandes plantas cárnicas de China

Metalquimia ha pasado en 50 años de la tradición a la disrupción: de montar máquinas para una industria càrnia artesana a una industria 4.0 que ya trabaja con proteínas alternativas

El presidente ejecutivo de Metalquimia, Josep Lagares, en una intervención pública | Metalquimia El presidente ejecutivo de Metalquimia, Josep Lagares, en una intervención pública | Metalquimia

Metalquimia es una empresa puntera en la fabricación de maquinaria para el procesamiento de elaborados cárnicos. Se han especializado en el montaje de plantas industriales llaves en mano. Trabajan para los grandes grupos elaboradores de todo el mundo y, en el Estado, lo hacen para Casa Tarradellas, Campofrío, El Pozo y Noel entre otros muchos.

Se trata de una empresa familiar de Girona que el año pasado cumplió medio siglo de existencia. El presidente ejecutivo, Josep Lagares, subraya que en estos 50 años han pasado "de la tradición a la disrupción": de montar máquinas para una industria cárnica artesanal, en la que se trabajaba a mano a una industria 4.0, con tecnologías inteligentes para hacerla totalmente automatizada, sostenible, circular, energéticamente eficiente y en la que ya han entrado en el campo de otras proteínas alternativas a la carne.

Las ventas se elevaron en 2021 a 32 millones de euros, un 15% más que el año anterior, que ya fueron un 5% superiores a las de 2019.

Metalquimia ha crecido durante la pandemia en facturación y empleados. Ni siquiera se acogió a los ERTEs. Las ventas se elevaron en 2021 a 32 millones de euros, un 15% más que los 27,74 millones del 2020, que ya fueron un 5% superiores a los 26,31 millones de 2019, de antes de la pandemia. En la actualidad cuenta con 160 empleados.

Un dato relevante es que, desde hace años, las exportaciones suponen alrededor del 90% de las ventas. Operan en 90 países de cinco continentes, en los que han trabajado para 3.000 clientes que incluyen a los principales grupos dedicados al procesamiento de carne.

Desde que estalló la guerra en Ucrania, se ha complicado trabajar en Rusia, y desde la pandemia de Covid-19, también han tenido más dificultades para hacerlo en China. No obstante, esto no ha impedido que el año pasado instalaran una planta industrial de última generación en la ciudad de Luohe, en la provincia de Henan, propiedad del gigante chino de la carne WH Group.

Metalquimia ha dirigido la instalación de otra gran planta de procesamiento cárnico del gigante WH Group en la ciudad china de Luohe

Lagares explica que la puesta en marcha de la planta de Luhoe se dirigió en remoto desde la sede de Metalquimia en Girona por las restricciones impuestas por las autoridades chinas a la entrada de extranjeros. No obstante, enviaron a seis técnicos gerundenses que se vieron obligados a cumplir con las estrictas normas de cuarentena antes de llegar a destino. En 2015 ya participaron en el montaje de otra planta de procesamiento cárnico de WH Group, esta en Shanghai, que es una de las más grandes del mundo.

Josep Lagares diferencia varias etapas en la historia de Metalquimia. En la década de los setenta, cuando la fundó su padre, Narcís Lagares Corominas, se centró en el montaje de máquinas para la industria cárnica de producto cocido. En 1976 ya iniciaron las exportaciones, con Portugal como primer destino. En la década de los noventa empieza una nueva etapa con el desarrollo de nuevas tecnologías en el procesamiento de la carne, que es cuando introducen las primeras líneas de marinado de carnes frescas o de embutición automática continua al vacío. Y a partir de 2000, ya aplican tecnologías disruptivas. Por ejemplo, sistemas para avanzar en el proceso de curado, que posibilitan reducir el tiempo de secado de un embutido de las seis u ocho semanas que requería el proceso tradicional a solo una hora.

No solo investigan el procesamiento de la carne sino también el de las proteínas alternativas e, incluso, el pet food, concretamente las golosinas para mascotas

Metalquimia ofrece soluciones tecnológicas y equipos para cuatro segmentos de la industria cárnica: producto cocido, marinado, curado y snacks . Y en este último apartado, no se dirigen únicamente a la alimentación humana sino también al pet food, a las golosinas para mascotas.

Máquinas de "cero carbono"

Sobre las peticiones que reciben de los clientes industriales, Lagares señala que siempre han pedido "máquinas fiables, robustas, seguras, que garanticen la higiene y, últimamente, que permitan un control absoluto de todos los procesos" mediante la conectividad 4.0. Ahora quieren adicionalmente que estas máquinas ocupen poco espacio, generen poco residuo y sean eficientes energéticamente. Y Metalquimia también les ofrece máquinas para procedimientos de "cero carbono". Son líderes mundiales en las soluciones más tecnificadas y, al mismo tiempo, más disruptivas.

Maqueta d'una instal·lació de processament carni dissenyada per Metalquimia
Maqueta de una instalación de procesamiento cárnico diseñada por Metalquimia

 

Pero también son referentes en procesos de proteína alternativa. Lagares vaticina que, "al ritmo que crece la población del planeta, la carne no se puede sustituir y su consumo irá en aumento, pero será necesario buscar proteínas alternativas para poder alimentar a todo el mundo". En este campo, recuerda que se han abierto varias líneas de investigación: carnes de laboratorio, proteína de origen vegetal, de insectos, algas, hongos o, incluso, del aire. Sí, también del aire porque del CO2 se pueden obtener aminoácidos. Lagares puntualiza que "se trata de hacer sostenible el consumo" y, en este sentido, exploran posibles vías.

Metalquimia cuenta con instalaciones en Girona, donde tienen el centro de investigación y tecnología de la carne, y en Palol de Revardit (comarca de Pla de l'Estany), donde poseen tres centros más: uno de montaje (subcontratan la producción de piezas a 60 talleres catalanes), otro para la chapa de acero inoxidable y un tercero dedicado a la construcción de grandes plantas. En este ha invertido en el último año 2,5 millones de euros.

Acción social

En paralelo a la actividad industrial, Metalquimia despliega una amplía acción social en varios campos: la familia propietaria está detrás de la creación de la orquesta Simfònica de Cobla i Corda de Catalunya y de la Fundació Metalquimia, y colaboran activamente con la Fundació por la Creativació e impulsan varias acciones en este último campo.

Lagares precisa que el término 'creativación' es un neologismo que surge de la hibridación de las palabras 'creatividad' y 'innovación'. Consiste en "aplicar metodologías para tomar las mejores ideas generadas en el proceso creativo para transformarlas en valor".

En los órganos de la Fundació per la Creativació coinciden, entre otras, Josep Lagares (presidente de honor), Eloi Planas (Fluidra), Elisabeth Cañigueral (grupo Cañigueral), Pep García (Maxchief) o Arnau Nogareda (Hipra). La acción de esta fundación va dirigida a la formación de los alumnos.

Pondrán en marcha un centro de 'creativación' en una masía de la Garrotxa para debatir en grupo retos de todo tipo y salir con soluciones reales y de impacto social

Pero Metalquimia ha ido más allá con el proyecto de un centro de 'creativación' que pondrán en marcha en una masía de Beuda (comarca de la Garrotxa). Prevén que entre en funcionamiento a finales de 2023 o principios de 2024. Acogerá estancias de grupos empresariales, académicos, sociales, ONGs y de colectivos diversos con el objetivo de encontrar soluciones a los retos globales que se planteen.

Lagares mantiene que "sin creatividad ni ideas no puede haber innovación, y sin retos no puede haber creatividad. Los retos son el fuel de las ideas. Si solucionas los retos moverás el mundo".

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