Con la llegada del verano, la céntrica estación de Renfe en Sitges se convierte en una riada gigante de visitantes. Personas que mayoritariamente transitan por las calles de la villa para ir a la playa o bien hacer un paseo por algunas de las joyas culturales cómo son el Museu de Maricel o el Cau Ferrat. A pocos metros de estos itinerarios, lejos de miradas mediáticas, nadie piensa que existe una pequeña oficina donde dos jóvenes suburenses gestionan una marca de juegos denominados popularmente cómo los de toda la vida, que ya es reconocida en toda España y Europa.
En un mundo donde los videojuegos ocupan gran parte del tiempo de ocio de los jóvenes, Jordi Domínguez y HaritzMúgica han desarrollado una idea de negocio a partir de la simulación de un campo de fútbol en un recipiente de madera. "Empezamos a dar vueltas a partir de un vídeo en las redes sociales", así describe Múgica el punto de partida de Plakks. Hacia el verano del 2018, en un intento de ver la reacción del público potencial al producto, los fundadores encargaron 300 prototipos a un taller de Barcelona para repartirlos entre familiares y campamentos de verano. La prueba fue un éxito y este hecho empujó Domínguez y Múgica a dejar sus trabajos de diseñador de producto en una multinacional de bolígrafos e investigador de mercado en una startup, respectivamente, para iniciar la aventura empresarial de forma oficial.
Primeros errores y primeros aprendizajes
Con la activación de la estructura de empresa, hacia finales del 2018, Plakks impulsó una primera campaña promocional que no obtuvo los resultados esperados. "Fue muy próxima a la Navidad y nos dimos cuenta de que para llegar en condiciones a una fecha tan señalada lo tenemos que poner en marcha unos meses antes", reconoce Jordi Domínguez durante la conversación con VIA Empresa. En este caso y también en el futuro, la empresa ha utilizado el crowdfunding de la plataforma Kickstarter para financiar la fabricación del producto, bajo la modalidad de la precompra.
En cuanto a la burocracia y todas las tareas empresariales que no están directamente vinculadas con el universo futbolístico, los dos jóvenes han sido muy autodidactas. "Siempre hemos partidarios de formarnos y cada día destinamos un rato", afirma Domínguez. Uno de los espacios de referencia en este ámbito es el portal Emprende Aprendiendo.
Una feria de Alemania, punto de inflexión
Meses más tarde, iniciado el 2019, el proyecto de Plakks sufre un cambio radical cuando los dos fundadores visitan la feria de Essen (Alemania), punto de encuentro internacional del sector de los juguetes y los juegos de mesa. "Allá vamos con el objetivo de encontrar un nuevo fabricante y, a la vez, explorar nuevas funcionalidades del producto", explica Haritz Múgica. A pesar de los intentos de encontrar un proveedor europeo, el factor precio es un elemento clave para elegir un fabricante situado alrededor de Ningbo, una ciudad portuaria de China situada al sur de Shanghái.
"Es cierto que siempre hay el tópico que la calidad de un producto hecho en China es malo, pero nosotros tenemos que decir que estamos muy satisfechos", puntualizan los emprendedores. De hecho, el traslado de la producción desde Barcelona al continente asiático ha representado una reducción de un 40% del coste del juego. Pese a estas facilidades, Plakks no se ha escapado de los efectos del coronavirus en China. "Claro que lo hemos sufrido, algunas veces nos multiplicaban por siete el precio de las importaciones", expone Domínguez. Para no depender de una única cadena de producción, los gestores de la marca aseguran que continúan explorando la posibilidad de contactar con proveedores de Europa o la India, pero siempre teniendo en cuenta "el aspecto del precio" en China.
Los principales mercados de Plakks
Actualmente, los productos de Plakks (todos relacionados con el mundo del deporte) se venden, principalmente, en España, Alemania, Italia, Francia y Reino Unido. En este último estado, hasta el Brexit, era un mercado muy destacado. Los canales de venta son la misma página web, Amazon y acuerdos puntuales con distribuidores locales de los países. En paralelo, cuando se activan las campañas de Kickstarter, gracias a la difusión de la plataforma, Plakks aterriza en otros escenarios cómo Estados Unidos y Australia. El precio del juego de fútbol es de 59 euros, a pesar de que la empresa ya trabaja en una versión minimalista que no supere los 29 euros.
Padres que compran los juegos para sus hijos o grupos de amigos que lo utilizan después de una comida son los dos grandes perfiles de gente que adquieren el producto de Plakks. "Aunque pueda parecer extraño, el hecho de no tener un único público definido nos provoca complicaciones a la hora de publicar mensajes a través de nuestras redes sociales o los newsletters", ironiza Domínguez. Anecdóticamente, en los inicios de Plakks, el producto aterrizó en el imaginario de muchos jóvenes gracias a las publicaciones de grandes estrellas del mundo del fútbol cómo Antoine Griezmann (Atlético de Madrid), Borja Iglesias (Betis) o Marc Cucurella (Chelsea).
La hoja de ruta para superar "el techo"
Cinco años más tarde del inicio del proyecto, cuatro si se tiene en cuenta la constitución oficial de la sociedad, de alguna manera, Jordi Domínguez y Haritz Múgica asumen que su criatura le toca dejar la etapa de la guardería. En el año 2022, Plakks cerró los cuentas con una facturación de 300.000 euros, cifra que sube hasta el millón si se contabiliza la actividad acumulada desde el 2019. "Siempre hemos detectado que el crecimiento ha ido acompañado de una sensación de vivir con un techo llamado financiación", sostiene Domínguez.
Por esta razón, Plakks no descarta iniciar una ronda de inversión antes de acabar este año 2023. Más recursos quiere decir más de un juego por año y también incrementar el stock de producto para no depender de incidencias logísticas o geopolíticas. En otro orden, los dos fundadores quieren conformar un equipo de trabajo para "desatarlos de la gestión del día a día". Los perfiles más demandados son personal de atención al cliente, comunicación y marketing o una figura que lidere un departamento de operaciones.