La internacionalización de las empresas españolas ofrece grandes posibilidades y cuantiosos beneficios en el medio plazo, si se realiza bien. Este proceso debe ser considerado como una carrera de fondo, un proceso de prueba y error en que el aprendizaje y la evolución de la compañía son continuos. Requieren del compromiso y la involucración de la Dirección. No está exenta de riesgos y dificultades, pero si se mantiene la calma y se buscan resultados a medio plazo es completamente posible conseguirlo. La internacionalización no es una decisión aislada, es un largo camino de transformación estratégica, que debería emanar de una reflexión estratégica profunda. Para esta decisión hay tres preguntas fundamentales: ¿Dónde vamos? ¿Cómo vamos? y ¿Para qué?. Eso implica decidir en qué nuevos países queremos entrar primero, con qué estrategia de entrada y con qué organización.
Razones para la internacionalización de las empresas
Existen varios motivos por el cual nos podemos internacionalizar, pero os recomiendo que no olvidéis la regla de las tres Cs para la internacionalización: Crecimiento, ganar Competitividad e incrementar más Conocimiento.
Cuando una empresa decide internacionalizarse suele hacerlo, principalmente, en busca del crecimiento en nuevos mercados, por la conveniencia de reducir riesgos buscando una diversificación de sus mercados, para seguir a sus propios clientes, para reducir sus costes o empujada por la necesidad de compensar la caída del mercado doméstico.
No obstante, hay que añadir uno más, el de la existencia de la propia empresa. Una razón que pesó más que nunca durante la crisis del año 2009 en la economía española, donde la internacionalización pasó de ser una opción a convertirse en un imperativo.
En resumen, los motivos para la internacionalización de las empresas:
- Compensar la caída de la demanda interna
- Dar salida a excesos de producción
- Diversificar riesgos
- Reaccionar a la entrada de competidores exteriores
- Saturación del mercado doméstico
- Búsqueda de mercados emergentes con más capacidad de desarrollo y crecimiento
- Aprovechar economías de escala y de alcance
Factores que influyen en la internacionalización
1. El círculo virtuoso del crecimiento internacional
El círculo virtuoso del crecimiento internacional se entiende como el proceso en el que la empresa consigue lograr un crecimiento sostenible en el tiempo gracias a unos factores que se retroalimentan entre sí. Este círculo se puede definir de la siguiente forma:
- Incremento de la venta de productos o servicios en el mercado internacional
- Mayor eficiencia en la producción. Al aumentar la producción debido a la venta de productos o servicios, la empresa puede conseguir economías de escala y reducir sus costos de producción
- La empresa adquiere mayor experiencia en el mercado internacional, lo que le permite conocer mejor las necesidades y los gustos de los clientes de esos mercados.
- Incremento de la inversión en I+D+i: la empresa puede invertir más en I+D+i para poder mejorar la calidad o la competitividad sus propios productos.
- Fortalecimiento de la marca al expandirse a nuevos mercados internacionales, aumentando su reputación.
Todos estos factores se retroalimentan entre sí y pueden generar un crecimiento sostenido en el tiempo para la empresa.
2. ¿Qué ventaja competitiva pretendemos explotar?
Una ventaja competitiva se refiere a la capacidad de la empresa para ofrecer un producto o servicio que sea mejor en calidad, coste o plazo que el de sus competidores.
Tener una ventaja competitiva es un factor clave para el éxito de la internacionalización, además de que puede ser contrastada en otros mercados.
3. Conocimiento del mercado objetivo
El conocimiento del mercado objetivo es esencial para la internacionalización de las empresas. Las empresas deben tener una comprensión profunda del mercado, incluyendo las necesidades y deseos de los consumidores, competencia existente y regulaciones comerciales.
Un buen conocimiento del mercado nos determinará la diferenciación con respecto a la oferta local preexistente. En mercados grandes, suele existir una competencia muy dura y poco margen para la diferenciación. Hay que tener un cierto liderazgo en costes para poder competir. En mercados más pequeños o en nichos de mercado hay más posibilidades de diferenciar los productos mediante la marca, innovación, valor añadido, … pero darse a conocer o erigirse como alternativa resulta bastante complicado, ya que el target es más reducido y cuesta más de atraer.
4. Recursos financieros
Los recursos en las empresas son limitados siempre. La internacionalización de una empresa puede requerir una inversión importante, ya que implica superar barreras como costos de transporte, aranceles y regulaciones comerciales, etc.
Las empresas deben tener suficiente capital para financiar la expansión de sus operaciones internacionales.
Algunos recursos financieros que pueden ser útiles para las empresas serían:
- Líneas de crédito: muchos bancos ofrecen líneas de crédito para empresas que buscan financiar su expansión internacional.
- Algunos fondos de capital riesgo se especializan en el financiamiento de la expansión internacional de empresas.
- Subvenciones y ayudas públicas mediante instituciones tales como el ICEX, ACC10, ICO, …
5. Recursos humanos
Los recursos humanos son un factor clave en la internacionalización de las empresas. Las empresas deben tener un equipo humano capacitado y preparado para enfrentar los desafíos que implica el proceso de expansión internacional. Para ello, hará falta una organización adecuada, un equipo y unas personas con mentalidad internacional (soft-skills), que se sientan a gusto haciendo negocios en cualquier lugar del mundo.
Mis recomendaciones serían:
- Conocimientos lingüísticos: para trabajar con personas de diferentes países y culturas, por lo que es fundamental que el equipo humano domine el inglés como idioma de negocios.
- Flexibilidad y adaptabilidad: la internacionalización puede implicar trabajar en diferentes zonas horarias y enfrentar diferentes desafíos culturales y lingüísticos.
- Conocimientos culturales: las diferencias culturales pueden tener un gran impacto en la forma en que se llevan a cabo los negocios en diferentes países. Es importante la empatía y sensibilidad hacia las diferentes culturas.
- Contar con personal con experiencia en negocios internacionales es determinante. Estas personas pueden ayudar a la empresa a comprender las diferencias culturales y a adaptarse a las regulaciones comerciales.
- Conocimientos legales y fiscales: si no se dispone de conocimiento, siempre se puede buscar asesoramiento local.
En resumen, España no será competitiva si no lo son sus empresas. Las empresas españolas tampoco serán competitivas si no son capaces de internacionalizarse y de exponerse a la competencia internacional.