En el día a día de un departamento de marketing siempre los presupuestos y el público objetivo son protagonistas de la mayor parte de las conversaciones. Pero, cuando se trata de seguir una tendencia, los factores más importantes en nuestro día a día los metemos en un cajón y cerramos con llave. Esperando que nadie nos pregunte si tiene sentido o no dedicar tanto presupuesto en la red social en la que hemos abierto perfil.
Está claro que es importante tener visibilidad orgánica y ser el primero del mercado en adaptarse a las tendencias, todos queremos posicionar nuestra marca en el territorio de la innovación. Pero, como siempre he dicho, no tengamos hijos si no podemos mantenerlos. Durante mi carrera he visto caer muchos proyectos de redes sociales por falta de presupuesto. Muchos piensan que estar en redes sociales es solo abrir un perfil y compartir contenido buscando solo la presencia en la tendencia o nueva corriente.
Las primeras preguntas que debe hacerse cualquier profesional del marketing antes de abrir un perfil en una red social son: ¿Está mi público objetivo en esta red social? ¿Me ayudará esta red a cumplir mis principales objetivos? ¿Cuento con presupuesto suficiente para la producción de contenido y la inversión en paid?
Aunque parezcan preguntas simples os aseguro que muchos profesionales del marketing ni siquiera piensan en ello. Decidiendo estar en una red social porque sus hijos o amigos se pasan todo el día allí enganchados consumiendo contenido. El primer paso es tener muy claro cuáles son los objetivos que quieres conseguir y segundo definir muy bien los buyer persona para que podáis crear tácticas realmente efectivas en cada red social.
TikTok es la red social con más crecimiento en los últimos cinco años
TikTok es la red social con mayor crecimiento en los últimos cinco años, una red social que estaba dominada por el target más joven, pero que actualmente se está abriendo poco a poco a targets más adultos. Aun así, su personalidad y tono todavía no ha sido comprendido por la mayor parte de las grandes marcas y les está costando mucho adaptarse a esta nueva red social.
Ya no solo el tono complica la presencia de las marcas sino la exigencia de producción de contenido. Para que una marca sea visible debe mantener una frecuencia de publicación muy alta. Teniendo en cuenta estos dos factores. Las marcas estamos desarrollando acciones con influencers que nos permiten obtener buenos resultados dentro de TikTok y conectar con nuestro público objetivo sin necesidad de afrontar la aventura y coste de la creación de un perfil.
En Instagram la situación es diferente, es un territorio en el que las marcas se sienten más cómodas. Lo difícil en este momento es ser diferente y ofrecer un valor añadido real a nuestro público objetivo. Es fácil que lleguemos a impactar a nuestro target en Instagram, pero debemos contar con un presupuesto de always on que nos permita alcanzar el impacto que esperamos tanto en impresiones como engagement. Consiguiendo con nuestro contenido la diferenciación, ya que miles y miles de usuarios publican contenido diariamente y gran parte de este será muy parecido al que publicaremos nosotros.
Debemos crear un perfil que hable de marca, pero que tenga muy en cuenta los intereses de los usuarios, por ello es clave una buena definición de las aficiones del buyer persona. Si solo compartimos contenido relacionado con la marca, productos, promociones, fabricación… causaremos rechazo.
Ni en la televisión hemos conseguido que nuestros consumidores presten atención durante más de 10 segundos
El formato vídeo es el rey actualmente en Instagram y nuestra estrategia debe fundamentarse en producir píldoras cortas, reels o stories, olvidémonos del formato largo. Ni en la televisión hemos conseguido que nuestros consumidores presten atención durante más de 10 segundos. Así que imaginaros en una red social donde el consumo de contenido diario es muy alto, lo que provoca una menor atención.
Y si queremos hablar de sostenibilidad, respeto al medio ambiente, inclusión... ¿Las redes sociales son el lugar para hacerlo? Lo bueno de las redes sociales es que los usuarios pueden opinar sobre nuestro contenido, producto, marca... y recibir un feedback real de ellos que tal vez en un estudio de mercado no es tan sincero. Esta situación genera mucho miedo a los departamentos de marketing, ya que muchos de ellos no están preparados para escuchar las verdades de miles de usuarios.
Sé por experiencia que hagamos lo que hagamos vamos a recibir críticas y comentarios negativos de un grupo de usuarios que solo buscan trolear la conversación que se esté generando. Debemos afrontar esta situación sin miedo y con las respuestas adecuadas, preparadas con antelación, para reducir el impacto si realmente se produjese una crisis reputacional. Debemos publicar contenido que hable de nuestra empresa, de nuestros productos, de nuestros planes para mejorar el mundo donde vivimos... Y para obtener buenos resultados debemos escoger muy bien dónde lo publicaremos. Y la mejor red social actualmente para hablar de innovación, sostenibilidad, inversiones, fabricación de producto, empleados… sin duda es LinkedIn.
Quedan muy atrás ya los tiempos en los que esta red social era percibida solo como un lugar en el que podíamos encontrar trabajo. Actualmente, LinkedIn es la red donde consumimos contenido profesional de gran interés para nosotros y donde conectamos y generamos comunidad con usuarios de nuestro sector. El contenido que comparten aquí las marcas obtiene mayor credibilidad que en otras redes sociales.
La mejor red social hoy en día para hablar de innovación, sostenibilidad o inversiones es sin duda LinkedIn
Las nuevas generaciones han nacido como grandes consumidoras de contenido, pero no verán cualquier cosa. Cada vez consumimos más contenido adaptado a nuestros intereses y por ellos será clave conocer cuáles son, cuándo les apetece verlos, dónde y con quién. Los cambios se producen de manera muy rápida y debemos estar muy atentos para adaptarnos lo más rápido posible. Pero es muy importante que esta velocidad de cambio no nos atropelle. No tomemos decisiones solo llevados por una tendencia sin saber si esta es beneficiosa para nuestras marcas y productos.