
Ryanair recortó un 16% sus beneficios interanuales durante el primer trimestre de 2025. En concreto, la compañía aérea ganó 1.610 millones de euros. Mientras tanto, el número de pasajeros aumentó un 9%, hasta los 200,2 millones, a pesar del retraso en la entrega de los nuevos aviones Boeing, y los ingresos subieron un 4% en comparación con el primer trimestre de 2024, hasta los 13.950 millones, después del descenso del 7% en las tarifas.
Según el CEO de la aerolínea, Michael O'Leary, la caída de los beneficios plasmada en los resultados trimestrales está relacionada con factores como la ausencia de la Semana Santa durante este período (en este 2025 ha sido en abril), los tipos de interés altos y el descenso de reservas procedentes de los portales de Internet.
Por otro lado, Ryanair ha avanzado que este año espera poner en marcha 160 nuevas rutas de un total que ya asciende a las 2.600 y que espera una "demanda robusta" en toda la red de Ryanair de cara al verano y al resto del año, con unas tarifas moderadamente al alza.
Optimismo de cara al futuro
De cara al año 2026, la aerolínea calcula un incremento de usuarios de solo el 3%, hasta los 206 millones, por el retraso en la entrega de las nuevas unidades de Boeing. Con todo, la aerolínea se muestra prudente en las previsiones de cara a la recuperación total del descenso del 7% en el precio de las tarifas y que debería traducirse en un incremento de los beneficios en el ejercicio del año que viene.
Según precisa Ryanair, dependerá de "acontecimientos externos adversos", como por ejemplo la guerra arancelaria, las cifras macroeconómicas o una escalada del conflicto en Ucrania y en Oriente Medio. Todos ellos, factores que ya han impactado directamente en el primer balance de resultados que ha presentado la aerolínea durante este ejercicio.