Ser flexibles

La conciliación de la vida laboral y familiar mejora la productividad, reduce los costes y aumenta el compromiso del trabajador con la empresa

    Algunas empresas han decidido apostar por el valor de la flexibilidad
    Algunas empresas han decidido apostar por el valor de la flexibilidad
    Maria Coll
    19 de Agosto de 2013
    Aunque pueda parecer una contradicción, trabajar más horas no quiere decir necesariamente ser más productivo. España es uno de los países europeos en qué más horas se trabajan (1.663 horas anuales respete las 1.419 horas de Alemania), pero, en cambio, es uno de los estados menos productivos de la OCDE. Concretamente, España se encuentra al lugar 43 del ranking de productividad . La organización de los horarios y la distribución de las comidas son las principales causas de esta contradicción. Por eso algunas empresas han decidido apostar por el valor de la flexibilidad.

    "La persona que no vive angustiada para conciliar su vida familiar y laboral, porque tiene menos sensación de culpabilidad por falta de tiempo, trabaja más tranquila y de forma más responsable", explica CarmeMarcet, adjunta a la dirección y responsable de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) de S. Casamitjana, empresa del sector del mueble de Terrassa que desde hace años año aplica prácticas de conciliación de vida familiar y laboral en su plantilla.

    La empresa retén talento
    Pero que gana la empresa? Con la flexibilidad la empresa gana un mayor grado de compromiso por parte del trabajador en el desarrollo y en la productividad de la compañía y una reducción de costes por bajas. En caso de la emprendida diseñadora de aromas, Dallant, según su responsable de recursos humanos, JoanManuelTorres, los números son claros: "Ahora tenemos menos reclamaciones de clientes, la demasiada salarial sucia ha bajado un 8%, la producción ha aumentado un 3% y el absentismo ha pasado del 8 al 2,9%", explica.

    Concretamente, en esta empresa de Sant Feliu del Llobregat de 168 trabajadores, la flexibilidad se ha aplicado en varios aspectos, desde la creación de una "bolsa de horas", según la cual los trabajadores organizan su jornada teniendo en cuenta el volumen de trabajo, hasta la comunicación interna. Y esto ha ayudado a mejorar la imagen pública de cara los clientes, ha reforzado la capacidad de la empresa para retener y atraer el talento de los mejores profesionales y ha supuesto una mejora cualitativa de la cultura de la empresa.

    Una nueva forma de relación laboral
    Ahora bien, estas formas alternativas de gestión personalizada del tiempo también exigen unas nuevas relaciones laborales, basadas en una mayor responsabilidad por parte del trabajador y más confianza por parte del empresario. Puesto que la flexibilidad pide pasar de un control del trabajador teniendo en cuenta la presencia a su puesto de trabajo, a un control del trabajador según los objetivos logrados.

    Un cambio, que según Torres, lo pueden aplicar tanto las pequeñas como las grandes empresas, mientras la "flexibilidad sea compartida entre empresarios y trabajadores". Y es que, según advierte este experto en relaciones laborales, en este momento "no podemos innovar en la época de Google con una estructura laboral de colonia industrial".

    Pero, desde Casamitjana, empresa pequeña de 12 trabajadores, advierten que este cambio también comporta ciertos sacrificios. "La flexibilidad pide más organización y más compromiso por parte de la dirección que tiene que cubrir los turnos que los trabajadores no cubren", avisa Marcet.

    Flexibilidad: Una oportunidad o una necesidad?
    Aunque en estos momentos muchas empresas usan la flexibilidad como una tabla de salvación - el 27,1% de las empresas de más de 250 trabajadores adoptaron el 2012 algún tipo de medida de flexibilidad interna no colectiva como alternativaaldespido, según los resultados de la Encuesta de Coyuntura Laboral (ECL) del ministerio de Ocupación y Seguridad Social- este valor no se tiene que considerar como una forma de ahorro, sino como una oportunidad de crecimiento .

    "Tradicionalmente esta palabra ha hecho mucho mal al mercado laboral español porque las empresas han sido flexibles a través de la temporalidad y han aplicado este valor como un eufemismo de precariedad laboral", opina ElisabetMotellón, profesora de la UOC y experta en economía laboral.

    Esto no quiere decir, pero, que no sea necesaria en este momento de crisis económica: "Las empresas y los trabajadores se tienen que adaptar a este valor, pero hay muchas formas de hacerlo", dice Montellón. Y advierte: "Algunas mal aplicadas, como contrataciones de temporalidad muy corta, pueden tener un coste muy alto por la propia empresa y por los trabajadores de cara el futuro".

    La flexibilidad tiene límites
    Finalmente, también hay que tener en cuenta que la flexibilización tiene ciertos límites por parte de los trabajadores y también de los empresarios. "A veces hoy hay un exceso de demanda de flexibilidad, y no podemos olvidar que como una caña de bambú, una persona se rompe", explica el psicólogo JoanPijoan. Y recuerda que en estos momentos de crisis económica "la posibilidad de aguantar de los trabajadores es menor". "Son las empresas las que tienen que ser flexibles y no los trabajadores que son los débiles; en este sentido, creo que nos engañamos", añade.

    Desde el empresariat también reconocen que la flexibilidad porque tenga éxito tiene que tener límites. "Por nosotros la flexibilidad es una cuestión prioritaria, pero no somos héroes ni una ONG", advierte Marcet. Y reconoce que si no hubieran iniciado este sistema de trabajo antes de 2010 quizás se lo habrían pensado más a fondo. Pero la sentencia final la dicta Torres desde Dallant: "Flexibilización es organización y no llena libertad, porque la plena libertad no beneficia la productividad".

    La sección Valores de empresa es una colaboración de la revista Valores con VIAempresa