El fabricante de motos Silence ha puesto en marcha un sistema de baterías extraíbles por suscripción que rebaja un 40% el precio de la moto eléctrica. Con este modelo, el usuario no compra la batería sino que paga una suscripción mensual. Además, se quiere impulsar el intercambio de baterías para "eliminar el tiempo de carga", según ha dicho su consejero delegado, Carlos Sotelo. Así, se ofrece la opción que los clientes lleven la batería descargada a la sede de Silence y se lleven una de llena. El sistema ya está en funcionamiento en Barcelona con 60 clientes. El objetivo de la marca propiedad de Acciona es disponer de 1.000 baterías en los puntos de carga en este ejercicio y llegar a los 15.000 clientes en tres años.
La marca tiene la intención de tener entre cinco y diez intercambiadores de baterías en Barcelona y en Madrid este 2022. La mayoría de ubicaciones serán en los concesionarios de Silence pero también se está trabajando con algunas gasolineras y aparcamientos de la empresa de servicios municipales BSM para situar estaciones de intercambio.
La empresa ha desarrollado la aplicación Battery Station (estación de baterías) donde los usuarios se pueden registrar, ver qué estaciones hay cerca suyo a través de un mapa y reservar las baterías. En el sistema se han incluido unos contadores que calculan la diferencia entre la carga de la batería entregada y la que se llevael cliente.
El vehículo con la batería tiene un coste de más de 6.000 euros, un umbral muy elevado que el equipo de Silence ha querido reducir vendiéndola sin la batería, a 3.850 euros. El coste de la suscripción de la batería será de 15 euros al mes, con dos ciclos de carga completa incluidos. A partir de aquí, el motor se podrá cargar por un precio de aproximadamente seis euros por cada 100 kilómetros si se hace desde una estación de Silence. La intención de Silence es que los clientes "en vez de ir a poner gasolina, vayan a la estación de baterías para que los conductores puedan intercambiarla", ha dicho el consejero delegado de Silence.