Ante un escenario marcado por el cierre de granjas, una oferta que supera la demanda y un consumo de leche estancado, durante el año 2008, seis ganaderos de Girona y uno de Lleida unieron sus esfuerzos para comprar el 60% de Leche Ato. El 40% restante continúa en manso de Peñasanta, el fabricante de Central Lechera Asturiana.
Casi 10 años después, la empresa vende 10 millones de litros al mercado chino, estudia implantarse en Sudamérica y factura alrededor de 30 millones de euros con una marca producida, envasada y comercializada desde Cataluña. "Nuestra obsesión es tal que nos hemos convertido en la única productora de leche del ámbito europeo con un proceso de traçabilitat completo", asegura el presidente de Leche Ato, Jaume Pont.
Qué estrategia siguieron en un contexto de crisis en el sector lácteo?
Nuestro revulsivo fue la calidad para optimizar la producción. Gracias a esta, conseguimos exportar la producción y abrir nuevos mercados. Fue la única salida en un momento donde los ganaderos nos veíamos forzados a cerrar las explotaciones por la carencia de rentabilidad. Con unos márgenes comerciales muy reducidos, la estrategia, además de la calidad, se ha basado a potenciar la traçabilitat. Tenemos que recordar que la seguridad alimentaria es uno de los valores añadidos que vende la industria alimentaria.
Entonces la clave era gestionar los excedentes de leche. Cómo lo hicieron?
Con precios por los ganaderos que se sitúan hasta un 20% por debajo de los costes de producción, teníamos que mirar al exterior y a los transformados, como la mantequilla o la nata. El objetivo era restaurar toda la cadena de valor para evitar que se hundiera el sector lácteo. Nuestra obsesión es tal que nos hemos convertido en la única productora de leche del ámbito europeo con un proceso de traçabilitat completo. Además, lo hemos hecho posible con un handicap: las ayudas de la PEC que se conceden son inferiores a los de Alemania o Francia.
La planta de Leche Ato a Vidreres
Cómo consiguieron llamar la atención del mercado chino?
Hay un dato que los va sobtar. Toda nuestra leche se produce en siete granjas. A partir de aquí, cerramos un trato comercial con un distribuidor on-line de la China, que en el país asiático tiene un volumen de comercialización superior a Amazon. El sello de proximidad lo utilizamos indistintamente para vender la leche en Andorra o en Asia. En estos momentos, hemos llegado a los 10 millones de litro vendidos en China, el que representa una octava parte de la producción.
"Resulta muy curioso que sea cinco veces más económico enviar un contenedor hacia la China que transportar la leche de Vidreres al Puerto de Barcelona"
A qué nuevos mercados tienen previsto ampliar las exportaciones?
Estamos trabajando porque en la primavera de 2018 podamos abrir nuevos mercados en Sudamérica. Ante cada cambio normativo en el sector de la leche, intentamos hacer otro estratégico. Cuando desaparecieron el sistema de cuotas, decidimos que desde nuestra sede central de Vidreres (La Selva), venderíamos en la China y en Libia. A estas alturas, las exportaciones ya suponen un 30% del total de la facturación. En el caso de Sudamérica, sólo estamos esperando solucionar problemas de homologación para empezar a vender.
El presidente de Leche ATO, Jaume Pont, durante su intervención a la 28a Encuentro Empresarial al Pirineu. ACN
Qué valoran estos clientes de la marca Ato?
Además de la calidad y la traçabilitat, somos muy rigurosos en el ámbito del bienestar animal. Hace tres años, recibimos la Certificación de Bienestar Animal, que sigue el sistema europeo Welfare Qualit. Allá, nos valoran las instalaciones, la alimentación, el alojamiento de los animales, el estado sanitario y su comportamiento. Así mismo, desde Aenor nos han concedido una distinción que valora el estado emocional de las vacas con la técnica QBA. Estas son las credenciales con las cuales nos presentamos a los mercados exteriores.
Y con qué barreras se encuentran para hacer estas operaciones?
Paralelamente a las propias del sector, como los bajos precios, el consumo estabilizado o la desaparición de las cuotas láctea, la burocracia nos impide abrir nuevos mercados con más rapidez. Pero los problemas no se producen sólo con el país de destino. Resulta muy curioso que sea cinco veces más económico enviar un contenedor hacia la China que transportar la leche desde Vidreres hasta el Puerto de Barcelona.