Special Chemicals, la aventura catalana en la cosmética y perfumería

Salvador Aymí impulsó Special Chemicals cuando superaba los 50 años y tenía un trabajo estable en una gran empresa química

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El perito químico Salvador Aymí tenía poco más de 50 años cuando decidió dejar la comodidad de un lugar fijo en una gran empresa química para iniciar su propio proyecto. Así nació Special Chemicals, especializada en la producción y distribución de materias primeras para el sector cosmético y perfumería. Los productos que llevó la compañía en Catalunya y España supusieron una revolución en estos sectores y, casi 30 años después, su negocio se extiende desde Corea del Sur hasta Latinoamérica.

Gerard Aymí, que actualmente dirige la compañía conjuntamente con su germana Marta, explica cómo nació la aventura, mientras su padre trabajaba como técnico comercial en el sector químico: "Un proveedor americano, Lowenstein, le ofreció la oportunidad de montar la empresa para ser distribuidores exclusivos de sus productos para tintes a España".

Gerard Aymí: "Apostó fuerte. Tenía 50 y pocos años y se arriesgó. Si no le salía bien, era una edad donde costaría encontrar trabajo"

Se trataba de una materia primera muy innovadora y que transformaba totalmente el sector, que hasta entonces utilizaba productos que venían de la industria textil. "Fueron los primeros en hacer un producto cosmético, fue un cambio muy grande", recuerda Gerard Aymí. Se trataba de un producto químico que se vendía a las empresas de tintes. El Salvador Aymí se los comentó la posibilidad de negocio a la empresa donde trabajaba, pero no le hicieron caso.

"Apostó fuerte. Tenía 50 y pocos años y se arriesgó. Si no le salía bien, era una edad donde costaría encontrar trabajo. Confió, dio el paso y le salió bien", explica el actual director general. Y es que aquel producto de Lowenenstein llevó una revolución en el sector y todas las marcas estatales lo querían: "Empezó sin competencia y con unos márgenes importantes, fueron unos cinco años pletóricos".

Gerard Aymí: "En tintes, vendemos a casi todas las marcas catalanas y españolas"

Además, un fabricante italiano, Huwell, también le dio en exclusiva sus químicos por la decoloración. Dos proveedores que hoy todavía mantienen y que llegaron a representar el 80 % de todo el negocio de Special Chemicals, que ejercía de líder prácticamente único en las materias primeras para los tintes y la decoloración. Revlon o Montibello son dos ejemplos de marcas a quienes vendían y que todavía mantienen.

"En tintes, vendemos a casi todas las marcas catalanas y españolas, somos muy fuertes. Por ejemplo, también para el kit de Mercadona, que hace una empresa valenciana, usan nuestra materia primera", destaca Gerard Aymí.

Una tabla de ocho patas

Salvador Aymí era consciente que depender excesivamente de dos proveedores podía ser perjudicial. "Una mesa se aguanta mejor con ocho patas que dos, porque si falla una, la mesa cae", simboliza Gerard Aymí, que en aquel momento trabajaba de comercial en una empresa de seguros. Su padre decidió abrirse al sector de la piel, abstractas de plantas, perfume... y le ofreció la posibilidad de liderar aquella rama.

Gerard Aymí: "Cuando te cogen confianza y le ofreces otra materia prima, ya te miran con otros ojos y confían en ti"

"Para mí fue un cambio muy grande, pero decidí incorporarme a la empresa el 1999 para desarrollar todos estos nuevos proveedores", explica el Gerard. La buena relación que mantenían con las marcas y los fabricantes y la confianza que generaba en el sector los productos de Special Chemicals era una tarjeta de visita muy positiva.

"Ahora tenemos unos 200 clientes que son fabricantes de cosmética y perfumería. Los conocimos con los tintes y la decoloració. Cuando te cogen confianza y le ofreces otra materia prima, ya te miran con otros ojos y confían en ti", destaca el director general.

La especialización como filosofía

Los productos que comercializa la empresa catalana han destacado siempre por su innovación y calidad, puesto que trabajan con aquellos elementos químicos o naturales que marcan la diferencia. Cualquier perfume o producto cosmético está hecho mayoritariamente por agua u otros elementos comunes, mientras que llevan una pequeña parte de algún material que le otorga sus calidades. Esto es a lo que se dedica Special Chemicals: "Nosotros hemos ido a buscar aquello más pequeño, cómo pueden ser los abstractos de plantas, que tienen las aplicaciones porque el producto haga el que dice que hace su marketing".

La clave de la proximidad

Además de esta especialización, Gerard Aymí tiene claro cuál es el ingrediente indispensable por el éxito de cualquier negocio: "Tenemos un servicio muy ágil y un equipo comercial extenso. La gente cuando nos llama, se responde en el momento. Si un cliente tiene un problema, sabe donde llamar y con quién hablar".

Gerard Aymí: "Con tanta tecnología, se ha ido a pique"

Puede parecer una obviedad, pero no es siempre así: "Hoy en día, esto que parece tan fácil de hacer, es el que carece más a las empresas, sobre todo a las multinacionales. Si tienes un problema con una gran empresa, hablas con robots, gente que te pasa a otros departamentos. Si sabes que llamarás y hablarás una persona con nombre y apellidos, lo agradeces. Todo esto que parece tan básico, se valora mucho porque no pasa siempre. Con tanta tecnología se ha ido a pique".

La aventura china, una mala experiencia que abrió puertas

Tradicionalmente, Special Chemicals se dedicaba a distribuir en exclusiva materias primeras de grandes fabricantes. Para continuar ampliando mercados, el 2005 hicieron varios viajes a China para encontrar nuevos fabricantes y poder distribuir sus productos: "A pesar de que acordábamos poder venderlos aquí con exclusividad, no lo respetaban y también venían a los competidores. No se casan con nadie y venden al mejor postor".

Incluso el 2014, estuvieron formando los trabajadores de una empresa china para que elaboraran productos por ellos. "Después vimos que nos habían copiado toda la información", apuntaba Gerard Aymí.

Gerard Aymí: "Estábamos un poco limitados a nivel nacional y decidimos es exportar en otros países"

Ya en aquellos momentos, tenían claro que tenían que crecer: "Estábamos un poco limitados a nivel nacional y decidimos es exportar en otros países". había dos caminos: distribuir materias primeras de fabricantes a otros países o tener el propio producto de Special Chemicals. Primero distribuyeron productos de terceros y, desde hace dos años, lo hacen con su marca.

Fue un accidente

Pero su proceso de internacionalización, cómo pasa a menudo, arrancó por casualidad: "Empezamos por accidente: cuando fui a China por primera vez, conocí un coreano que tenía una fábrica y se interesó mucho en un derivado de aceite de oliva. Conjuntamenta con nuestro proveedor, le diseñamos un producto especial para él y le hemos acabado vendiendo toneladas". Una situación similar pasó con un empresario de Indonesia.

Más allá de estos dos países, miraron hacia Europa, donde tienen presencia especialmente a Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo. También están presentes a América del Sur, buena parte de Asia, Australia y Estados Unidos. La siguiente parada es Turquía, desde donde quieren acceder a Oriente Medio. En total, ya son en más de una veintena de países.

Actualmente, las ventas internacionales representan el 17% de la facturación de Special Chemicals y esperan a llegar al 30% en tres años.

El éxito de una aventura de riesgo

Así resume Gerard Aymi su plan de negocio: "La estrategia por los próximos años pasa para seguir buscando productos nuevos para vender en el mercado nacional, siendo los primeros al encontrarlos; mantener el que estamos vendiendo y aumentar la exportación". Special Chemicals cerró el 2021 con 10 millones de euros de facturación.

El que empezó cómo una aventura de riesgo, impulsando un proyecto empresarial con más de 50 años de edad y dejando un puesto de trabajo fijo, ha acabado haciéndose un lugar como distribuidores y fabricantes de materia primera para la cosmética y la perfumería.

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