En una época donde está de moda presentar conceptos gastronómicos disruptivos, Squadra Pizza Lab nació con una premisa opuesta: las pizzas cuadradas. "No encontrábamos el sentido en que una pizza sea redonda, se coma en triángulos y se empaquete en una caja cuadrada", admite a VIA EmpresaAdrià Reixach, uno de los cuatro fundadores de la empresa. Todo empezó en Girona en 2020, en plena pandemia. Y desde entonces, Juan Pablo Claret, Joel Serra y Marc Almeda, los tres socios que acompañan a Reixach, han intentado expandir su revolución de las pizzas cuadradas por toda Catalunya.
"Teníamos claro que queríamos crear una marca de restauración muy potente y que fuera diferente", continúa Reixach. Para hacerlo, no añadieron ningún ingrediente exótico ni inventaron una nueva forma de cocinar. Sólo adaptaron la forma del producto a la del paquete. "Nos dedicamos únicamente al take away y eldelivery, o sea que nuestra presentación siempre es la caja cuadrada. Por lo tanto, tiene sentido que nuestra pizza sea también cuadrada", insiste. De hecho, el concepto se encuentra en el mismo nombre, que es un juego de palabras muy ingenioso. "Somos cuatro socios, es decir, cuatro lados que forman un cuadrado", explica Reixach. ¿Y lo de Squadra? Traducido del italiano, quiere decir 'equipo'.
Durante los cuatro años de vida que tiene el proyecto de Squadra Pizza Lab, sus creadores lo han aprendido todo sobre las pizzas. "Antes de todo esto, nunca habíamos hecho una", reconoce Reixach. Por este motivo, se desplazaron a Tomelloso para aprender todos los pasos a seguir a la hora de cocinar y distribuir el producto. Allí les esperaba el curso de Jesús Marquina Marquinetti, cinco veces campeón del mundo de las pizzas. Una vez acabaron la formación, era el momento de poner en marcha definitivamente el negocio.
Girona, el inicio del éxito
Primero, abrieron un local de 70 m2 en la calle Bisbe Lorenzana de Girona. El concepto, más allá de las pizzas cuadradas, era no servir in situ y dedicarse únicamente a los take away y los delivery. Muy pronto, su masa artesanal y la calidad del producto sedujeron a los vecinos. "Entramos mucho por el público joven, pero después nos acabamos fidelizando con el barrio", subraya Reixach, que asegura que ya se han acostumbrado a ver caras familiares cada semana en su local a pesar de no ser un restaurante.
Algunos hasta recurren a ellos en momentos de emergencia. "En Girona estamos junto a la estación, y a veces viene gente a la que le falta todavía 25 minutos para llegue su tren. Nos piden una pizza y se la comen en la misma barra", explica el empresario. Eso sí, Reixach destaca que son "casos muy puntuales" y que ellos prefieren continuar con el modelo actual. "Nos gusta jugar con el concepto de laboratorio clandestino, por el cual tienen que ser los clientes los que nos tienen que buscar a nosotros", afirma.
El éxito fue tan abrumador que en pocos años consiguieron colaborar con chefs de renombre como Joan Roca (El Celler de Can Roca) o Martina Puigvert (Les Cols), que personalizaron sus propias pizzas. A pesar de que no son los únicos: también la futbolista del FC Barcelona Claudia Pina o el exentrenador azulgrana Juan Carlos Unzué colaboraron con Squadra Pizza Lab.
Las franquicias, el siguiente paso
Desde el buen recibimiento en Girona, Squadra Pizza Lab ha buscado la forma de conquistar nuevos mercados en Catalunya. Primero hicieron pop-ups en espacios como La Santa Market. Después, probaron suerte con una flag ship en Barcelona. Este último proyecto fue a finales del 2022, pero el establecimiento no duró mucho y cerró meses después. "No funcionó cómo queríamos", admite Reixach. El motivo es que aquel local era de 200 m2 y disponía de muchos trabajadores, lejos de la estructura de 70 m2 y 2-3 personas que tienen en Girona.
Por esta razón, decidieron reconfigurar su estrategia de futuro e idearon lo que han puesto en marcha este verano: las franquicias. De la mano de GNF Worlwide, una empresa experta en este modelo de negocio, han previsto abrir 80 locales en 5 años, primero en Catalunya y después en el Estado. Estos locales serán muy similares a los de Girona y se espera que cada uno facture 300.000 euros anualmente. En un plazo de 5 años, la suma de los ingresos de todos los negocios podría alcanzar los 15 millones de euros y multiplicar diferentes veces los 600.000 euros que facturó la compañía el pasado 2023 y prevé mantener de cara a este ejercicio.
Inicialmente, Reixach tiene muy claro el perfil de ciudad donde puede encajar el concepto de Squadra Pizza Lab. "Nos gusta mucho estar cerca de las ciudades universitarias, como Lleida, Manresa, Reus o Vic. Esto lo hemos aprendido con el tiempo. Utilizamos el marketing agresivo y nos benefician mucho estas ciudades donde todo es todavía demasiado tradicional", apunta. El precio para abrir una franquicia de la compañía es de 20.000euros. Una tarifa que da acceso al derecho de uso de la marca, la entrega de todos los manuales, recursos necesarios para operar el negocio y el apoyo continuo de los fundadores. El nuevo franquiciado tendrá que realizar una reforma en el local, con un coste estimado entre 50.000 y 80.000 euros. Una vez completados estos pasos, el local estará a punto para abrir las puertas al público.
Más allá de las franquicias, Squadra Pizza Lab espera abrir 4 locales propios en 4 años y facturar un total de 2 millones de euros
A pesar de que Reixach estima dar el salto al territorio español en "un año y medio", no descarta avanzar el proyecto. "Con la comercialización ya han salido bastantes interesados por toda España. Operativamente, nosotros lo tenemos todo preparado y por eso primero queríamos crecer primero en Catalunya, pero no descartamos avanzarlo, porque hay mucha gente dispuesta a apostar por nosotros", comenta, a pesar de que de momento prefiere no revelar ninguna ciudad interesada. Con todo, las franquicias no son el único futuro de Squadra Pizza Lab. Más allá de su negocio en Girona, los socios esperan abrir 4 locales más propios, uno por año, hecho que podría traducirse en una facturación total de 2millones de euros. Una vez asentados en su casa, la revolución de las pizzas cuadradas busca ahora conquistar Catalunya y parte del Estado.