Trabajadoras, madres, mujeres, y algo más?

Expertos en sexualidad, reproducción y longevidad explican el equilibrismo de quién siendo profesional se adentra en la maternidad sin querer renunciar a su singularidad como mujer

"No hace falta agendar el sexo, pero sí que hay que tener tiempo en el día a día para hacerlo". Sentencia y revulsivo. Tan contundentemente se expresa Carmen Sánchez, psicóloga, sexòloga y psicoterapeuta, que el auditorio que el boy escout, formado íntegramente por borde 300 mujeres, no puede más que esconder una risa. En el marco del reciente Women 360º Congress celebrado en Sant Cugat del Vallès estos días, la psicóloga lanza sus recomendaciones en una mesa redonda que analiza el futuro de las mujeres directivas, sexualidad activa y maternidad aplazada más allá de los 40 años. Casualidad que las tres ideas comparten espacio?

Los anhelos de ser trabajadoras –las mejores, seguramente-, madres –pluscuamperfectos- y mujeres -las mejores, si puede ser- en un mundo regido por hombres da para hablar. Y mucho. Por eso, Carmen Sánchez no enmudece y suelta toda una serie de recomendaciones: desde la literatura erótica como reclamo para avivar conciencias hasta el uso de enseres de goce personal. Las mujeres, sean directivas, empresarias o asalariadas, tienen que encontrarse en sí mismas, después ya vendrá el resto, viene a decir. "Sin la concepción de la maternidad, el sexo es para las mujeres –para el resto de los adultos, en general- una forma de divertirse. La reproducción es otra cosa. El que no es posible es que mientras estamos practicando el sexo estamos pensando que tenemos puesta una lavadora". Pero, si la rutina y su voràgine casi obligan a encontrar rincones en la agenda para practicar el sexo con la pareja, como no agendar la maternidad?

Un retraso al cual esta semana el colectivo de mujeres y madres 'El club de las malas madres' ha querido poner freno mediante una campaña lanzada a las redes sociales con el hastag #Yonorenuncio. El colectivo expresa que no quiere renunciar ni a ser madres ni a ver crecer a sus hijos, razones por las cuales piden que se incentive fiscalmente a aquellas pymes que implanten la jornada continua con flexibilidad horaria. Su demanda, a fecha de este miércoles, ya ha recogido más de 53.000 firmas en change.org.

En un comunicado publicado en su web, El club de las malas madres denuncia que "la mujer trabajadora, cuando es madre o cuando se lo está pensante, se ve obligada a renunciar, a escoger entre diferentes planes de vida: renunciar a su carrera profesional por la cual tanto ha luchado; renunciar a ver crecer a sus hijos como te hubiera gustado y/o renunciar ser madre o retrasarlo un año más. 
 
 Fernández-Ochoa, Lafuente, Amat, Barrio, Sánchez y Vila-Rovira, en la mesa redonda. Cedida

El doctor Pere N. Barrio, especialista en obstetricia y ginecología, recuerda que, a partir de los 32 años, "la fertilidad de las mujeres decae, pero lo ignoran o lo infravaloren". Las cifras lo avalan, puesto que según el Instituto Nacional de Estadística (INE), con cifras de 2014, las españolas tienen su primer hijo a los 31 años. Por qué? Razones pueden haber tantas como personas, pero es cierto que la mayoría están más capficades al desarrollar su carrera profesional y prefieren esperar. "Retrasan la maternidad porque están desarrollándose personalmente y profesionalmente o porque no encuentran la persona adecuada pero también hay cambios económicos y sociales que influyen", señala el doctor Valle.

En este sentido, Barrio apunta el incremento de la desocupación, la ocupación inestable, la movilidad profesional, las menores posibilidades de emancipación y la reducción de ayudas económicas como razones del retraso de la maternidad en el conjunto de la sociedad actual. "Un estudio reciente afirma que la mujer que se toma menos de un año de baja pierde un 11% de su salario; si el periodo es de 3 años, pierde un 37%", apunta dando como nuevo argumento. También apunta razones sociales, como la disminución de la cifra de matrimonios, el aumento de los divorcios, la incorporación de nuevas estructuras familiares y la menor emancipación en edad joven, ligadas todas, de alguna manera, también al contexto económico. En definitiva, Barrio afirma que "el retraso de la maternidad es una reacción a una situación física y social que tienen las mujeres".

Más del doble de tratamientos de fertilidad
El miedo a la pérdida del tren profesional, a la desconexión, atemoriza algunas mujeres. De esto se deriva la cifra que usa Barrio como ejemplo, quien asegura que "la demanda de tratamientos de fertilidad se ha duplicado en los últimos años por 10". Barrio, director del departamento del servicio de Medicina de la Reproducción del Instituto Dexeus de Barcelona, es además presidente de honor de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF) y miembro del comité ejecutivo de la International Society of Gynecological Endocrinology.

Otra técnica para poder retrasar la maternidad (en caso de que se desee ser madre, hay que decir) es utilizar la técnica de la congelación de óvulos, que según el director, "se ha multiplicado un 190% en los últimos años. Además, las mujeres lo suelen hacer tarde, más tarde de los 35 años". Empresas como Apple o Facebook ya lo han propuesto a sus empleadas, en opinión del doctor Valle, tanto para limitar la maternidad como para hacerlas más auto-determinantes. "Creo que es una medida que se puede ver desde los dos puntos de vista".

Pero el mito de la superwoman no solamente afecta la edad que una decide ser madre o a la frecuencia de sus relaciones sexuales, ejecutadas en medio de jornadas donde caben desde el trabajo, hasta la copa con las amigas, pasando por la cena-networking. También preocupa la belleza y el estado físico, en definitiva, la imagen que se proyecta. Y se pone en el espejo las mujeres de Okinawa, una región japonesa donde el 85% de su población femenina supera los 100 años. Alimentación, deporte y conocimiento personal ayudarían, según la doctora Amalia Lafuente, a asemejarse más a las japonesas, que disfrutan de un envejecimiento saludable. "Dentro de unos años también tendremos una población envejecida. Nos interesa que las generaciones siguientes puedan envejecer bien porque si no el sistema no se sostiene". Pero esto, ya son 'harina de otro costal'.
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