Inspección de Trabajo quiere imponer una multa de 30.000 euros a Vueling por exigir maquillaje y tacones a las azafatas de vuelo, según informan El Periódico y la Agència Catalana de Notícies. El organismo entiende que se trata de un caso de discriminación de género.
Después de una denuncia del sindicato de tripulantes de cabina Stavla, la Inspección lamenta que la aerolínea imponga a las trabajadoras unos patrones estéticos que no tienen que cumplir los hombres. Según la autoridad, Vueling tiene que gestionar su imagen, sin la necesidad de vulnerar los derechos fundamentales de las trabajadoras.
En respuesta al movimiento de Inspección de Trabajo, la compañía ha enviado un comunicado a VIA Empresa en el cual asegura que "está revisando su guía de estilo desde hace más de un año para obtener una imagen inclusiva". En este sentido, el objetivo de Vueling "es garantizar la comodidad y seguridad de sus colectivos en cualquier entorno" y las conversaciones de los protocolos se han llevado a cabo "con la aprobación de los representantes de los colectivos de tripulantes".
Como ejemplo de la negociación, Vueling puntualiza que "en referencia al uso del maquillaje, actualmente no existe distinción de género ni ninguna obligatoriedad". La empresa concluye su planteamiento expresando que la propuesta de sanción de Inspección de Trabajo "todavía no es firme y la compañía tiene el derecho a presentar alegaciones". Este último hecho queda a criterio de los servicios jurídicos.
El año pasado, Vueling ocupó una de las primeras posiciones de empresas con más sanciones por parte de la Agència Catalana de Consum. En el mismo periodo, la matriz (IAG) registró unas ganancias de 431 millones de euros, tal como recoge la documentación enviada a la Comisión Nacional del Mercado de Valores. Actualmente, en el aeropuerto del Prat, Vueling concentra el 66% de las rutas domésticas y el 36% de la operativa relacionada con los vuelos europeos.