Una cámara con visión artificial es capaz de detectar si una persona está sintiendo tristeza, miedo, sorpresa, ira, alegría o asco. La cara tiene múltiples puntos que reflejan microemociones. Concretamente, 300 puntos son los que utiliza como referencia la empresa Imotion Analytics, para concluir, en una escala del uno al cinco, el grado con el que una persona está sintiendo una de las seis emociones básicas. La empresa con sede en Castelldefels ha desarrollado una tecnología de visión artificial capaz de comprender en tiempo real esta información, y mucha más, a través de la imagen captada por las cámaras. Esta información es oro para los operadores de retail . Permite conocer al consumidor y su experiencia de compra. "Es como un mystery shopping, pero 24x7 y a gran escala", explica Alejandro Murillo, CEO de Imotion Analytics.
La empresa la fundaron cuatro socios en 2015. Es el fruto de una empresa anterior -Motion Software Developement- que dirigían Murillo y Ramon Espuga, cofundador de Imotion Analytics y actual CTO, y que estaba especializada en investigar y desarrollar tecnologías de visión e inteligencia artificial. "Hemos pasado la barrera de los cinco años de las startups, el termómetro que te indica si el proyecto funciona o no", indica Murillo, quien siete años más tarde puede explicar con orgullo que, con un equipo de 15 personas, su tecnología está funcionando en más de 5.000 cámaras distribuidas principalmente por el Estado español, pero también en Kuwait, Marruecos y Jordania. Y están abriendo mercado en Chile y Brasil.
Sus perspectivas de crecimiento, de hecho, son ambiciosas y, para conseguirlas, tienen abierta una ronda de financiación. Murillo tiene el rumbo claro: "Queremos conseguir musculatura. Si en vez de 15 ingenieros tuviéramos 100, los tendríamos ocupados. Hay mucho mercado y tenemos mucho trabajo". La valoración de la empresa, previa a la ronda, es de 10 millones de euros y "la valoración post-money dependerá de qué porcentaje de la compañía vendamos", indica.
Inicialmente, nacieron orientados al retail, pero pronto vieron las múltiples aplicaciones de esta tecnología: banca, smart cities, infraestructuras, transporte, healthcare y turismo... Actualmente, cuentan con una cartera de clientes destacada como IKEA, Renfe, Adif, Aena, CaixaBank, Volkswagen, HD Hoteles y el Ayuntamiento de Castelldefels, que tendrá en funcionamiento la tecnología en los próximos meses. El modelo de negocio se basa en una cuota mensual por cada cámara que funciona con su tecnología, independientemente del caso de uso de cada operador. Es un modelo Saas, formulan el software como servicio.
Una mina de oro por el retail
Imotion Analytics está orientando la visión artificial en el retail hacia tres principales aplicaciones: constumer inside, gestor de colas y experiencia de cliente. Desde la perspectiva del costumer inside, la visión por computador detecta el número de clientes que hay en la tienda, el género y su franja de edad, y lo transmite al operador en tiempo real y con grandes volúmenes de imágenes simultáneamente. De este modo, el operador puede conocer el perfil del cliente y ciertos hábitos de consumo y redistribuir mejor los turnos de la plantilla o, incluso, decidir qué productos son más adecuados para una tienda u otra, en función del tipo de cliente que acuda a cada una. El gestor de colas funciona con mapa de calor y, principalmente, su función es organizar mejor el staff y optimizar los recursos.
La visión por computador detecta el número de clientes que hay en la tienda, el género y su franja de edad, y lo transmite al operador en tiempo real
Y la experiencia de cliente, donde analizan la evolución de las emociones de las personas a lo largo de la experiencia de compra. "Es una información muy valiosa para las empresas porque da un dato cualitativo constante sobre el servicio que se está dando y lo que provoca en el cliente", explica Murillo. Esto si, siempre preservando el anonimato de las personas.
"La protección de datos la llevamos a cabo con una empresa externa que nos audita continuamente, siguiendo de manera estricta la normativa europea, una de las legislaciones más restrictivas a escala mundial", indica. De hecho, según Murillo, en el mercado de Latinoamérica la ley permite profunditzar mucho más en el dato y en la persona. "Como ciudadano, prefiero la protección, pero es verdad que la otra vía permite innovar más". El eterno dilema de la privacidad en el mundo tecnológico.
Murillo: "Como ciudadano, prefiero la protección, pero es verdad que la otra vía permite innovar más"
La transformación de la banca la ha llevado a convertirse en un retailer y, en este sentido, la aplicación de la visión artificial la han enfocando hacia el análisis "de estos stores que antes eran oficinas bancarias", indica Murillo. El pago mediante sistemas de detección de caras -biometría- es otra vía que, aunque no lo están produciendo directamente desde Imotion Analytics, merece mención. Actualmente, hay bancos chinos que lo están utilizando y, en Catalunya y España se están produciendo varias pruebas pilotos.
¿Atocha es una smart city?
Murillo compara el funcionamiento del análisis de masas en grandes infraestructuras con el de las smart cities. Las necesidades en cuanto a gestión de grandes volúmenes de personas de una estación o aeropuerto y de una ciudad, pueden ser muy parecidas. "De hecho, la estación de Atocha recibe casi 300.000 viajeros cada día, cifra que no está nada lejos de la de una smart city", indica. En ambos casos, la prioridad es la seguridad. Por eso, orientan la visión artificial a detectar disturbios, peleas, caídas, falta de distancias de seguridad o de mascarillas, etc. Cuando sucede uno de estos conflictos, se envía una alerta a la entidad para que pueda actuar de manera inmediata.
Ejemplo de información detectada con visión artificial en una estación de tren | Cedida
El caso de éxito con Renfe
"Antes de la covid-19 estábamos enfocados a aportar valor en la toma de decisiones empresariales, pero a raíz de la pandemia apareció otra variante, quizás más intangible pero a la vez más importante, que es garantizar la seguridad de las personas", explica Murillo. En este sentido, cuentan con un gran caso de éxito que han conseguido de la mano de Renfe. Antes de la pandemia, habían dado servicio a Rodalies y en 2019 ganaron un programa con TrenLab, la aceleradora de startups de Renfe y Wayra. Pero en el 2020, apenas después del estallido de la pandemia, Renfe les dio un reto: dotar de visión artificial a las 25 estaciones más importantes de la operadora de transporte ferroviario en un periodo de tres meses. Lo consiguieron en dos meses. Renfe lo necesitaba para poder controlar las estaciones y garantizar la seguridad de los viajeros reduciendo la presencialidad de su personal.
"Como startup, fue todo un reto, no solo por el tamaño de Renfe y el proyecto, sino por todas las incertidumbres y miedos de la época inicial de la pandemia", recuerda. Este caso de éxito, además, dio pie a más licitaciones. Hoy en día, por ejemplo, están participando en la digitalización de 475 estaciones de Renfe en España, de las cuales casi 120 están ubicadas en Catalunya.