El Comité Ejecutivo de la CEOE ha dado su visto bueno a las líneas generales de la reforma laboral planteada por el gobierno central. A la espera de posibles modificaciones de última hora, los dirigentes de los empresarios han aceptado la propuesta del ejecutivo, que quiere aprobar la nueva norma al Consejo de Ministros del próximo día 28.
La nueva norma toca varios aspectos de la legislación laboral. Uno de los más relevantes es el establecimiento del contrato indefinido cómo el contrato de trabajo ordinario en el Estado, con solo las excepciones del contrato temporal estructural y el contrato formativo. Los contratos estructurales, según la reforma, pueden responder a circunstancias de la producción o a la sustitución de otro trabajador con reserva del puesto de trabajo. El contrato formativo, por su parte, se dividirá en dos formatos: el de formación en alternancia, a todos efectos un contrato de formación dual, y el contrato por adquisición de la práctica profesional.
La nueva legislación laboral plantea reducir a 18 meses en un periodo de 24 el plazo de encadenamiento de contratos para hacer un trabajador indefinido, reduciendo en medio año los 24 meses en un periodo de 30 necesarios actualmente. El incumplimiento de las normas de contratación temporal establecidas harían que el trabajador fuera considerado indefinido. Además, plantea la derogación de la disposición adicional de el Estatuto de los Trabajadores que permite los despidos objetivos en las administraciones públicas.
En cuanto a la negociación colectiva, la nueva reforma reinstaurarà la ultraactivitat llena, cosa que permitirá que los convenios colectivos estén vigentes hasta la aprobación de un nuevo acuerdo. Además, el convenio de sector volverá a prevalecer por encima del convenio de empresa. El convenio podría regular la compensación de las horas extraordinarias, la distribución del tiempo de trabajo o las medidas de conciliación familiar.
La nueva reforma también incluye un nuevo mecanismo de Expedientes de Regulación Temporal del Empleo, los ERTE estructurales o Mecanismo RED, que permitirían a las empresas flexibilizar su relación laboral con la plantilla durante una coyuntura macroeconómica específica – con una duración máxima de un año – o cuándo a un determinado sector se sobrevengan grandes cambios que pidan la transición de personal. Cómo con los ERTE vigentes, durante los periodos del Mecanismo RED no se podrían realizar horas extra, establecerse nuevas externalitzacions o concertarse contrataciones laborales.