Xavier Queralt, liderazgo japonés a la dirección del BBVA

El director territorial del BBVA en Cataluña aplica los conocimientos de sus años en el Japón, para encarar los retos que supone ser la segunda entidad financiera con más poder en Cataluña

Con Xavier Queralt al frente, el BBVA pasó de tener una cuota de mercado en Cataluña del 7% al actual 23%, gracias a la reciente compra de Cataluña Banco y la anterior adquisición de Unimos. "Era una asignatura pendiente y el entorno ha jugado a favor nuestro", comenta el director territorial del BBVA en Cataluña, en una entrevista con VIAempresa.

Queralt descubrió que le gustaba la economía mientras estudiaba un MBA a Esade. "Había estudiado derecho porque no sabía en qué dedicarme y pensé que era una carrera con muchas posibilidades, pero no fue hasta que cursé un MBA que lo tuve claro", recuerda.

Después de trabajar un año en una consultora de Barcelona, en 1985 entró en un programa de formación de ejecutivos europeos en el Japón, patrocinado por la Unión Europea . "España acababa de entrar a la UE y yo fui el primer español del programa ETP". Era un programa de un año y medio de duración, en el cual Queralt vivió en Tokyo mientras se adentraba dentro del management y la cultura nipona.

En total fueron cinco años en el Japón, dos como broker de activos financieros al BBVA, empresa en la cual Queralt entró el 1988 y dónde ya hace 26 años que trabaja. "En un principio me dedicaba a vender activos financieros del mercado español a inversos japoneses". Ahora, Xavier Queralt es el segundo banquero de Cataluña.

De su experiencia en el Japón, el directivo catalán extrae una lección: "el individuo vale en la medida que aporta al grupo". Es decir, una cultura más cooperativa y menos individualista, que Queralt aplica en su día a día. "Considero que una parte de mí es japonesa", afirma.

Un jugador de primera división
El 1990, Queralt pasa de puntillas por Barcelona como director de cuentas senior a banca corporativa y el 1994, llega a Lisboa, donde ejerce de director de oficina durante tres años. La experiencia japonesa se había convertido en un activo muy importante en su trayectoria profesional dentro del BBVA.

A pesar de haber trabajado toda la vida en la misma empresa, Queralt asegura que siempre ha hecho trabajos diferentes. "Hay personas que quizás cambian de empresa tres o cuatro veces a lo largo de la vida pero siempre hacen el mismo. Yo, por el contrario, no he cambiado de empresa pero he cambiado de país, de compañeros de oficina y de departamentos continuamente, desde la intermediación financiera, hasta la gestión de las grandes empresas o particulares, pasando por operaciones y estrategia", comenta el directivo.

De Lisboa en Madrid, de Madrid en Barcelona y de Barcelona en Madrid. En menos de 10 años, Queralt y su familia cambian tres veces de residencia hasta que el 2008 vuelven a Barcelona, esta vez como director territorial del BBVA en Cataluña. "Siempre hay de haber un equilibrio entre la parte profesional y la parte personal, la familia también necesita estabilidad y para mí era un nuevo reto porque cuando llegué acababan de hacer una reestructuración muy grande al grupo y Cataluña se presentaba como un nuevo mercado con muy potencial por la entidad".

La adquisición de Unimos fue la oportunidad de poner en práctica todos los conocimientos acumulados. Según Queralt, "cuando compramos Unnim nos encontramos una marca neutra. Tanto a trabajadores como clientes, Unnim no los decía nada. Fue una marca que tuvo una vida muy corta y no arraigó en el territorio".

Liderazgo transformador
Desde el año 2004, Xavier Queralt ha estado en posiciones de alta dirección desde dónde ha provocado grandes cambios dentro de la entidad financiera. "La empresa que entré hace 26 años no tiene nada que ver con el actual". De hecho, según Queralt, la característica principal del BBVA es su capacidad de evolucionar y adaptarse a las circunstancias. "Cuando estás a la dirección eres responsable del cambio y de la innovación".

Para el director territorial del BBVA en Cataluña el factor principal de un líder es la credibilidad : "un líder tiene que ser creíble y para ser creíble es muy importante ser coherente y consecuente y poder explicar todo el que haces". Honestidad y humildad también son dos palabras que van ligadas a este rol, según Queralt, que añade que "un líder tiene que ser consciente que tiene más obligaciones que derechos".

A punto de marchar de vacaciones en Menorca, Queralt repasa los libros que tiene a la mesilla de noche: Cabaret Pompeya, una novela de Andreu Martín, y La venganza de la Geografía, un análisis geopolítico de Robert Kaplan. "Ya hace tiempo que aprendí que si no hacía un par de semanas en agosto, me quedaba sin vacaciones el que quedaba de año".
Hoy Destacamos
Lo más leido