Nacido en Barcelona en 1973, Xavier Vilajoana presenta un currículum contra el que es difícil competir. Con una gran preparación académica que incluye cuatro licenciaturas universitarias: ingeniería industrial e informática, económicas y humanidades; una diplomatura en ADE y el PDG del IESE. Ha sido futbolista profesional en el Hospi y la Grama, también ha jugado al fútbol base del Barça, llegando a competir en la División de Honor con el Juvenil del Barça y en el Barça C.
Cambió el fútbol 11 por el futsal, llegando a ser el capitán del primer equipo del Barça y formó parte de la selección universitaria española con la que jugó el Campeonato del Mundo Universitario en 1998. Todavía hay una cosa más, el palco del Camp Nou fue su particular jardín de infancia puesto que cuando sólo tenía cinco años, su padre formó parte de la primera directiva de Núñez. Fue directivo durante 18 años.
Vilajoana es el CEO de un grupo promotor inmobiliario y uno de los socios de LactApp
Actualmente, se gana la vida como CEO y administrador único del grupo promotor inmobiliario Grupo Euroconstruc, que casi ha duplicado su facturación entre 2015 y 2019. Ha desarrollado proyectos de construcción en Catalunya, Madrid, Canarias, Marruecos, Estados Unidos y Brasil, tanto en materia de viviendas como de hoteles. También es uno de los socios de LactApp, una app que resuelve más de 100.000 dudas a la semana sobre la lactancia y la maternidad.
La primera experiencia como directivo del Barça fue en 2003 cuando formó parte de la primera directiva de Laporta. Dimitió con la marcha de Rosell. La segunda es en 2015 con el inicio de mandato de Bartomeu como presidente. Se hace cargo de La Masia y también del fútbol sala. Más tarde, también añadió el Barça y el fútbol femenino entre sus ámbitos de responsabilidad.
Más o menos que un grupo
Formó un grupo más o menos cohesionado con otros miembros que se estrenaron en 2015 en la directiva de Bartomeu, entre los que podemos encontrar a María Teixidor, Emili Rousaud, Enrique Tombas y Oriol Tomás. Un miembro de este grupo explica que algunos de ellos se reunían al margen del resto de directivos para hablar de los temas de más actualidad del Club. Inicialmente, sin ánimo de constituir una corriente dentro de la directiva.
Ahora bien, este es el grupo desde el que se acaba gestando el golpe contra Bartomeu y que empieza a coger forma una vez se desactiva la opción de la candidatura de Cardoner para sucederlo. El motivo de la renuncia del vicepresidente que implica vía libre para Emili Rousaud es un misterio. Las razones por las que es Rousaud quién coge la iniciativa y no otro miembro del grupo es otro misterio.
Desde fuera, parece una decisión extraña que desde una vocalía con pocas responsabilidades se pase a encabezar el nuevo liderazgo electoral de la directiva. Buena parte del entorno barcelonista -afín y opositor- veía a Vilajoana como el sucesor natural de Bartomeu, una apuesta que podía resultar ganadora yendo de la mano de Cardoner. Que el vicepresidente anunciara que no se presentaba a presidir el Club no fue suficiente para que él también renunciara.
La sorpresa
La realidad es que en el grupo del que hablábamos antes sorprendió bastante que Vilajoana no presentara su dimisión como sí lo hicieron Rousaud, Tombas y Tejedor (junto con otros miembros cómo son Elias, Pont y Casalmiglia que tenían todavía más relación con Bartomeu). Quizás las polémicas declaraciones de Rousaud le hicieron ver que más valía perder la silla en el palco desde una candidatura propia que hacerlo desde la candidatura de otro.
A primera vista, no parece un mal bagaje; parece insuficiente, sin embargo, para convencer a los socios de votarlo en las elecciones de enero
Como directivo, los equipos que se encontraban bajo su responsabilidad han ganado dos Champions -la del equipo juvenil en 2018 y la del equipo de fútbol sala en 2020-, ha llevado al primer equipo femenino de fútbol a la élite europea y ha reconstruido la estructura del fútbol base arrasada por la sanción de la UEFA de 2014. A primera vista, no parece un mal bagaje. Parece insuficiente, sin embargo, para convencer a los socios de votarlo en las elecciones de enero.
Quizás por eso ya hace tuits contra alguno de los arbitrajes que ha recibido el equipo esta temporada. Apelar al talante futbolero es una de las pocas cartas que todavía le pueden quedar.
El 10 inicial
Su proyecto gira alrededor de diez ideas. Su expertise como gestor de fútbol y como jugador; su apuesta por un modelo de gestión tecnócrata y transparente; la promesa de que el 50% del plantel venga de la cantera; el juramento de respetar el ADN del Barça; potenciar el deporte femenino, profesionalizando los equipos femeninos de las secciones; el control de los gastos prometiendo un beneficio anual de entre el 5% y el 10% de los ingresos; dando así prioridad a acabar el nuevo Camp Nou en dos años aunque algunos partidos se tengan que jugar en el Estadi Olímpic; poner al socio y las peñas en el centro de las decisiones; buscar referentes de casa para las secciones y potenciar la Fundación y su compromiso con niños y niñas desfavorecidos.
Como la mayoría de candidatos, se ha mostrado ambiguo en cuanto a la renovación de Messi ("se tiene que preguntar a Messi si quiere jugar en el mejor club de mundo") o directamente escéptico respecto a la motivación de la estrella azulgrana ("en el deporte, si no hay motivación, no hay rendimiento").
Vilajoana jugará seguro la carta de que es el único precandidato que ha sudado la camiseta del Barça. Su lastre es haber sido directivo del que hoy por hoy es considerado el peor presidente de la historia del Barça.