
22
de Octubre
de
2015
Act.
23
de Octubre
de
2015
Ariana Marín es la fundadora y estira del carro de Fun*das bcn, una empresa textil del sector de la puericultura dedicada a diseñar y confeccionar fundas para cochecitos o cadiretes de coche por bebé.
Hay otras empresas que se dedican a producir fundas para cochecitos, pero "el que nos diferencia es que producimos piezas específicas para cada modelo, mientras que la competenciahace de universales que nunca acaban de encajar bien", apunta Marín. El equipo de Fun*das ha escogido los cochecitos de gama alta con más salida y ha creado colecciones con estampados originales por cada uno de ellos.
De la moda femenina al cochecito por el bebé
Marín había trabajado al sector de la moda femenina. Trabajaba a la empresa familiar de sus padres que tenían la marca Selvatgi hasta que cerró. En aquel momento Marín estaba embarazada de su primer hijo. El primer contacto que tuvo la emprendedora con estos "trastos que no conocía fue cuando quise comprar el maxi-cosi", Marín encontró que el asiento de tacto desagradable y las fundas quehabía al mercado todas explotaban el tópico del moratón y el rosa. En esta situación, Marín aprovechó la infraestructura de la empresa de sus padres, patronistes, tejidos, cosedoras, etc. para confeccionar ella misma unas fundas con teles sobrantes. "Cuando las llevaba en los parques, las fundas causaban furor entre las otras madres".
Con los ahorros de que disponía y muchas ganas de emprender, Marín confeccionó una primera querencia de fundas con varios estampados. "Me los llevé de vacaciones en Menorca para probar si tenían salida comercial", explica la empresaria, que montó un pequeño showroom a casa suya para mostrar los productos a sus amigas: "Lo vendí todo".
El renacimiento de la empresa familiar
Fue entonces en 2012, cuando Marín decidió aposar por Fun*das bcn. "Junto con el cortador que trabajaba con mi padre nos pusimos en una nave industrial a Montigalà y así empezó esta aventura", dice la empresaria.
En tres años de vida y después de empezar a producir en más cantidad, buscar clientes, agentes comerciales, haber ampliado la plantilla en ocho personas y abrir tienda online, la empresa ya ofrece fundas para 130 modelos y cuenta con unas 1.000 referencias combinando modelos y variaciones de color. También producen fundas nórdicas por la cuna y están ampliando el catálogo de productos diseñando pijamas y ropa por neonatos.
Las fundas, todas producidas en Barcelona, ya se encuentran en unas 400 tiendas de puericultura en toda España, siendo Cataluña el mejor mercado, pero también se puede encontrar este producto en Bélgica, Holanda y Luxemburgo. "Empezamos ya a plantearnos la internacionalización de manera seria, Holanda ya está consolidado y ahora buscamos qualcú para introducirnos en Francia y Alemania", dice Marín. Este año la empresa ha doblado la facturación del año anterior, cuando lograron los 600.000 euros de negocio, pero "de cara al año próximo apuntamos al millón de euros", indica la empresaria.
En cuanto a la competencia, Marín cree que las marcas de cochecitos son una amenaza por su negocio si se apropian de la idea y que "en estas empresastrabajan ingenieros que, técnicamente son muy buenos, pero no trabajan la parte estética". La empresaria estaría dispuesta a colaborar: "Todo se puede estudiar y no descartamos nada".
Aprendiendo a crecer
En todo el proceso de creación de la empresa, esta emprendedora explica que ha tenido varios "saltos de crecimiento" y que muchos golpes "no sabes si estás haciendo las cosas bien". Por este motivo Marín atendió en el programa de crecimiento empresarial Learning tono Grow de Barcelona Activa: "Cuando me llegó la información de este curso pensé que era precisamente el que necesitaba y realmente ha sido un revulsivo perfecto".
El taller de confección y el de corte se encuentran en la misma nave. Estos días, Marín está visitando naves industriales para afrontar la mudanza: "La antigua nave se nos ha quedado pequeña, y buscamos una más grande para estar todas juntas: las tres empresas que participamos a Fun*das nos complementamos perfectamente y no queremos separarnos", dice la empresaria. Las compañías se encuentran en una nave de 1.000 metros cuadrados y, a pesar de que se pensaban quetendrían bastante "por toda la vida", no ha sido así. "Necesitaremos más espacio, queremos contratar comerciales para exportar, seguir produciendo o tener espacios diferenciados para seguir creciente", dice Marín.
Hay otras empresas que se dedican a producir fundas para cochecitos, pero "el que nos diferencia es que producimos piezas específicas para cada modelo, mientras que la competenciahace de universales que nunca acaban de encajar bien", apunta Marín. El equipo de Fun*das ha escogido los cochecitos de gama alta con más salida y ha creado colecciones con estampados originales por cada uno de ellos.
De la moda femenina al cochecito por el bebé
Marín había trabajado al sector de la moda femenina. Trabajaba a la empresa familiar de sus padres que tenían la marca Selvatgi hasta que cerró. En aquel momento Marín estaba embarazada de su primer hijo. El primer contacto que tuvo la emprendedora con estos "trastos que no conocía fue cuando quise comprar el maxi-cosi", Marín encontró que el asiento de tacto desagradable y las fundas quehabía al mercado todas explotaban el tópico del moratón y el rosa. En esta situación, Marín aprovechó la infraestructura de la empresa de sus padres, patronistes, tejidos, cosedoras, etc. para confeccionar ella misma unas fundas con teles sobrantes. "Cuando las llevaba en los parques, las fundas causaban furor entre las otras madres".
Con los ahorros de que disponía y muchas ganas de emprender, Marín confeccionó una primera querencia de fundas con varios estampados. "Me los llevé de vacaciones en Menorca para probar si tenían salida comercial", explica la empresaria, que montó un pequeño showroom a casa suya para mostrar los productos a sus amigas: "Lo vendí todo".
El renacimiento de la empresa familiar
Fue entonces en 2012, cuando Marín decidió aposar por Fun*das bcn. "Junto con el cortador que trabajaba con mi padre nos pusimos en una nave industrial a Montigalà y así empezó esta aventura", dice la empresaria.
En tres años de vida y después de empezar a producir en más cantidad, buscar clientes, agentes comerciales, haber ampliado la plantilla en ocho personas y abrir tienda online, la empresa ya ofrece fundas para 130 modelos y cuenta con unas 1.000 referencias combinando modelos y variaciones de color. También producen fundas nórdicas por la cuna y están ampliando el catálogo de productos diseñando pijamas y ropa por neonatos.
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Una de las fundas, publicada a la cuenta deInstagram de la compañía. |
Las fundas, todas producidas en Barcelona, ya se encuentran en unas 400 tiendas de puericultura en toda España, siendo Cataluña el mejor mercado, pero también se puede encontrar este producto en Bélgica, Holanda y Luxemburgo. "Empezamos ya a plantearnos la internacionalización de manera seria, Holanda ya está consolidado y ahora buscamos qualcú para introducirnos en Francia y Alemania", dice Marín. Este año la empresa ha doblado la facturación del año anterior, cuando lograron los 600.000 euros de negocio, pero "de cara al año próximo apuntamos al millón de euros", indica la empresaria.
En cuanto a la competencia, Marín cree que las marcas de cochecitos son una amenaza por su negocio si se apropian de la idea y que "en estas empresastrabajan ingenieros que, técnicamente son muy buenos, pero no trabajan la parte estética". La empresaria estaría dispuesta a colaborar: "Todo se puede estudiar y no descartamos nada".
Aprendiendo a crecer
En todo el proceso de creación de la empresa, esta emprendedora explica que ha tenido varios "saltos de crecimiento" y que muchos golpes "no sabes si estás haciendo las cosas bien". Por este motivo Marín atendió en el programa de crecimiento empresarial Learning tono Grow de Barcelona Activa: "Cuando me llegó la información de este curso pensé que era precisamente el que necesitaba y realmente ha sido un revulsivo perfecto".
El taller de confección y el de corte se encuentran en la misma nave. Estos días, Marín está visitando naves industriales para afrontar la mudanza: "La antigua nave se nos ha quedado pequeña, y buscamos una más grande para estar todas juntas: las tres empresas que participamos a Fun*das nos complementamos perfectamente y no queremos separarnos", dice la empresaria. Las compañías se encuentran en una nave de 1.000 metros cuadrados y, a pesar de que se pensaban quetendrían bastante "por toda la vida", no ha sido así. "Necesitaremos más espacio, queremos contratar comerciales para exportar, seguir produciendo o tener espacios diferenciados para seguir creciente", dice Marín.