Entre todas las predicciones que afectan al futuro de la humanidad, hay una especialmente llamativa: "El costo de la vida será tan bajo que no tendremos que trabajar". Un escenario tentador, al menos para gran parte de la fuerza laboral, que cambiaría el significado de nuestras vidas: ¿esta predicción se traduce en una especie humana económicamente millonaria? Si no es necesario trabajar, ¿será obligatorio ir a la escuela? ¿Cómo se educará a la humanidad? Aunque actualmente estamos en medio de un debate sobre la jornada de 37 horas y media, quedaría menos de una década para que este pronóstico, del cual es autor la misma persona que predijo el auge de Internet en 1993, se haga realidad.
El empresario estadounidense Marc Andreessen asegura que en 2034 "los horarios de 9 a 17 horas dejarán de existir": "El costo de generar una imagen con inteligencia artificial, frente al costo de contratar a un artista humano, pasa de costar 1.000 dólares a unos pocos céntimos. Y pasa exactamente lo mismo con la redacción de un escrito legal o con un diagnóstico médico", dice Andreessen. Es cierto que el tejido empresarial, poco a poco, está delegando ciertas tareas en la IA a medida que la conoce; sin embargo, de ahí a que el trabajo deje de existir hay un salto considerable. ¿Por qué deberíamos creer en la predicción del señor Andreessen?
Marc Andreessen, "el hombre que escribe el futuro"
En primer lugar, cabe decir que, como adivino, Andreessen podría ganarse la vida: en 1993 predijo el auge de Internet y co-creó el primer navegador web, Mosaic. Un año después fundó Netscape, la empresa de software que dio lugar al navegador web Netscape Navigator, y en 2009 cofundó Andreessen Horowitz, la firma de capital riesgo que ha respaldado a numerosas empresas tecnológicas, como Roblox, Coinbase, Facebook, Pinterest, Lyft o Airbnb.
Marc Andreessen apostó por proyectos de economía compartida –como el caso de Lyft y Airbnb– y por redes sociales –como Facebook y Pinterest– antes de que tuvieran un papel relevante en la sociedad. Por ello, se le conoce como "el hombre que escribe el futuro", y sus predicciones nunca pasan desapercibidas; de hecho, se prevé que Andreessen siga escribiendo el futuro, ya que está convencido de la transformación que traerá la inteligencia artificial mucho antes de que ChatGPT viera la luz.
"El costo de generar una imagen con IA frente al costo de contratar a un artista humano pasa de costar 1.000 dólares a unos pocos céntimos"
"Si todo es más barato, podrás ahorrar más dinero y gastarlo en otros aspectos de tu vida. Y si todo lo que antes costaba 1.000 dólares se vuelve muy barato... la cantidad de horas que necesitas trabajar disminuirá", asegura Andreessen. Aunque faltan poco más de 9 años para el escenario que plantea Andreessen, lo cierto es que el costo de vida actual exige una fuente recurrente de ingresos, cada vez más alta, para hacer frente a las consecuencias derivadas de los recientes conflictos geopolíticos. Además, también se requiere de cerebros humanos detrás de las empresas que permiten el avance del planeta.
Sin embargo, un claro ejemplo de cómo la IA reduce costos se ve en el mercado de los centros de atención telefónica: mientras que en 2022 este mercado estaba valorado en 461.000 millones de dólares, se prevé que para 2030 haya evolucionado al mercado de software de atención al cliente, en el que el gasto de las empresas no superará los 58.000 millones; una reducción de casi ocho veces. Este es un claro ejemplo de cómo el tejido empresarial se adapta a la inteligencia artificial.
La verdadera riqueza de las ideas
Lo mismo ocurrirá en otros sectores: "Cada científico tendrá un asistente, colaborador o socio de inteligencia artificial que ampliará considerablemente su campo de investigación y logro científico; cada artista, ingeniero, empresario, cuidador o médico tendrá lo mismo en su trabajo", dice Andreessen, quien predice que esta aparición de asistentes también llegará a las edades más jóvenes, donde los más pequeños también tendrán un "tutor de inteligencia artificial" que será "infinitamente más paciente, compasivo, conocedor y útil". "La inteligencia artificial maximizará el potencial de los niños", asegura. No obstante, según Andreessen, este no será el principal cambio que vivirá el planeta.
La IA también reducirá drásticamente lo más preciado para los humanos: el tiempo. "Los artistas, potenciados por la inteligencia artificial, tendrán la capacidad de materializar sus ideas más rápido que nunca", explica Andreessen. Y no solo los artistas; la accesibilidad de la IA generativa dará lugar a un mundo "lleno de creadores": "Cualquier persona puede crear en línea; solo necesita sus pensamientos y un portátil". Y es que, según Andreessen, es en los pensamientos nacidos de la inteligencia natural y la accesibilidad de la tecnología donde se encuentra la verdadera riqueza, tan perseguida por la raza humana: "La riqueza será para quienes tengan las mejores ideas, no para quienes trabajen más".