Roberto Menéndez: "Somos la primera generación de cíborgs de la historia"

La tecnología avanza exponencialmente: mientras la sociedad descubre la IA, el CEO de Futura Vive afirma que "ya hay planes para colonizar otros planetas y terraformar"

El CEO de Futura Vive, Roberto Menéndez | Gabriel Cazado El CEO de Futura Vive, Roberto Menéndez | Gabriel Cazado

Roberto Menéndez (Madrid, 1970) es licenciado en Administración y Dirección de Empresas por la Universitat Oberta de Catalunya, y hace 30 años que ocupa cargos de dirección en empresas de Europa y Estados Unidos. Una de ellas es Futura Vive, desde donde ejerce como CEO desde 2010, y desde donde se dedica a la creación de robótica social y a la exploración de tecnologías emergentes -algunas ya no tanto-, como por ejemplo la inteligencia artificial, el machine learning o la realidad aumentada y virtual. Adicionalmente, Menéndez ha decidido reunir todo este conocimiento con su amplia trayectoria para impartir conferencias, que cuentan con dos denominadores comunes: la tecnología y el futuro. Si bien Albert Einstein nunca pensaba en este último "porque siempre llega demasiado pronto", Menéndez se atreve a hacerlo con VIA Empresa, justo un par de horas antes de hablar sobre El despertar de los cíborgs en el Cornellà Creació Fòrum.

¿Qué es la conciencia artificial? ¿Se podría decir que viene a cubrir la conciencia humana?

Bueno, es muy diferente. Cuando hablamos de conciencia artificial no hablamos de una conciencia real, en el sentido de una conciencia humana, que, por cierto, nadie sabe definir qué es. De lo que hablamos es de la percepción de que estás hablando con algo inteligente.

¿Cómo se desarrolla la conciencia artificial?

Se consigue a través de algunas técnicas como pueden ser el procesamiento del lenguaje natural, muy parecido a cuando hablas con ChatGPT, que a veces tienes la sensación de estar hablando con una persona. También con la visión de objetos y de gestos, la visión artificial, el reconocimiento facial o la navegación autónoma. Así, un robot puede andar libremente por un espacio, igual que lo haría una persona en una recepción, por ejemplo, moviéndose de manera bastante aleatoria, detectando personas o iniciando conversaciones. Con estas técnicas da la sensación de que estamos ante un ser inteligente, y es curioso cómo reaccionan las personas, porque muchas les hablan, les abrazan e incluso, les dan besos. La primera vez que instalamos un robot en una residencia de ancianos había una persona que hacía tres meses que no hablaba con su terapeuta, y lo hizo con el robot.

"Hay una hipótesis del campo de la robótica que se llama el valle inquietante, en la que un robot deja de ser una monada y empieza a acojonar"

Aun así, ¿no da la sensación de que los robots humanoides generan un cierto rechazo?

Hay una hipótesis del campo de la robótica que se llama el valle inquietante, en la que un robot deja de ser una monada y empieza a "acojonar". Y es curioso, porque es un hecho real. Los robots que tenemos en Futura Vive intentamos que sean antropomórficos, es decir, que tengan cara y ojos, pero que se vea claramente que son robots. Hemos tenido robots humanoides ultra realistas y hay mucha gente a quien le gusta, más o menos a la mitad, pero está la otra mitad a la que le da mucho miedo. Entonces ahora, en vez de vestirlos, hacemos que se vean los brazos y el cuerpo, que son componentes mecánicos, y lo único que tiene visión ultra realista es la cara. Así tienen mucha más aceptación. Es verdad que la gente acepta a los robots cuando se asemejan un poco al ser humano, pero creo que cuando se asemejan demasiado hay un cierto miedo de poder sentirse reemplazado por otro tipo de competidor, otro tipo de depredador nuevo.

También hemos visto robots con forma de perro.

Estos acostumbran a dar más miedo cuando los usamos en eventos. Tenemos uno que se llama DoggyBot y hace muchos bailes y muchos gestos, y que tiene una función social muy interesante porque puede rescatar a personas en situaciones de emergencia, donde, por ejemplo, ha habido un terremoto. Tiene mucha maniobrabilidad y puede moverse por zonas que para una persona pueden ser muy peligrosas. Pero, ¿cuál es el problema? En China se ha visto que estos mismos robots se usan para vigilar a las personas. Todo el mundo ha visto aquel capítulo de Black Mirror terrorífico, en el que estos perros salen de control y empiezan a cazar personas, entonces, creo que no hay que dejarse llevar por el alarmismo y hay que pensar que un robot es exactamente igual que cualquier otra tecnología, igual que la inteligencia artificial, y cuándo veamos noticias alarmistas sobre el mal uso de esta, hay que recordar que el mal uso lo hace una persona. Igual que un martillo sirve para construir una casa, pero también puedo usarlo para atacar a alguien.

 Menéndez ha hablado sobre 'El despertar de los cíborgs' en el Cornellà Creació Fòrum | Gabriel Cazado
Menéndez ha hablado sobre 'El despertar de los cíborgs' en el Cornellà Creació Fòrum | Gabriel Cazado

Siguiendo el ejemplo de Black Mirror, en un futuro en el que la inteligencia artificial esté mucho más desarrollada y haya mejores robots, existe una posibilidad, por mínima que sea, de que se dé el hipotético escenario que hemos visto en algunas películas de ciencia-ficción en el cual los robots se rebelan contra las personas?

Sí, por supuesto que existe, es innegable. ¿Qué pasa? Que estamos hablando de robots contra humanos, pero, en realidad, la inteligencia artificial se está fundiendo con el ser humano. Sin ir más lejos, los cíborgs son personas la habilidad de las cuales aumenta gracias a elementos mecánicos que llevan insertados. De hecho, el primer cíborg reconocido legalmente vive aquí en Barcelona, Neil Harbisson. Y cada vez habrá más, puesto que ahora hay lentillas de realidad aumentada, o implantes de microchips que se usarán para curar el Alzheimer. Veremos cómo la inteligencia artificial se irá fusionando con las personas poco a poco.

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De hecho, prácticamente vivimos con el móvil implantado en la mano.

Nosotros ya somos el 1.0 de los cíborgs, porque todos dependemos de nuestro teléfono inteligente. Es verdad que todavía no está implantado en nuestro cuerpo, pero falta muy poco porque no nos separamos de él durante todo el día. En la actualidad, sin el móvil estás socialmente marginado. No podrías conseguir un trabajo porque no te podrían localizar, tendrías problemas para hablar con tu familia. Hay quien ni siquiera podría encontrar el amor sin su teléfono inteligente, porque depende de las aplicaciones del tipo Tinder. Somos la primera generación de cíborgs de la historia.

"Veremos cómo la inteligencia artificial se irá fusionando con las personas poco a poco"

Da miedo pensarlo.

Hay gente a la que le horroriza un poco, pero yo les digo que piensen en cómo era el ser humano hace cien mil años. Era tan diferente este humano de nosotros como nosotros lo seremos, quizás, de aquí a cien años. El ser humano de hace cien mil años era más pareciendo a un gorila que a nosotros. Entonces, es una evolución. ¿Qué pasa? Que la evolución antes tardaba muchos años, y ahora estamos en un punto de crecimiento exponencial de la tecnología donde todo va mucho más rápido. Y el cambio tan rápido asusta a las personas.

Hemos visto robots que cuidan personas, robots recepcionistas, camareros… ¿Veremos robots empresarios?

Hay una página inglesa que, con un consenso bastante amplio, ordena los trabajos por la probabilidad que tienen los robots de reemplazar a los humanos. Es sabido que los camareros corren peligro, así como los juristas, los contables o los conductores. Incluso los masajistas, que tienen un peligro del 50%. Ya hay nuevos masajistas, y muy buenos además, porque detectan muy rápidamente las contracturas. Por otro lado, todos los cargos que conocemos como CEO, CMO, CTO o CFO, entre otros muchos, son los que menos riesgo tienen. Así, andamos hacia un mundo en el que, muy lejos de que los humanos seamos controlados por los robots, tendremos que hacer menos trabajos manuales y podremos hacer trabajos más contemplativos o más intelectuales, conviviendo con una fuerza de trabajo muy grande, que son los robots. De hecho, el origen de la palabra robot, viene del checo, de robota, que significa trabajo. Robot significa trabajador. Y una de las cosas de las que hablaremos en el futuro, sin duda, es del derecho del robot.

Se prevé que, con la nanotecnología, en 2030 llegue el final de casi todas las enfermedades | Cedida
Se prevé que, con la nanotecnología, en 2030 llegue el final de casi todas las enfermedades | Cedida

En Futura Vive trabajáis en el desarrollo de robots, siempre priorizando las relaciones humanas. ¿Es posible priorizar las relaciones humanas cuando el robot pasa a un primer plano?

¡Claro!. El objetivo del robot es sacar el trabajo de bajo valor añadido. Por ejemplo, el trabajo de camarero, un trabajo muy complejo y que respeto mucho, puesto que lo he vivido en primera persona, entre las muchas tareas que tiene, hay dos principales: la de atender a las personas y la de ir a buscar los platos. ¿Dónde aporta más valor el camarero? ¿Corriendo arriba y abajo con los platos o hablando y relacionándose con el cliente? Está claro. Por este motivo, en la mayoría de las instalaciones a las que hemos acercado los robots, el objetivo no es sustituir a la persona, porque, sinceramente, a nadie le gusta que le atienda un robot.

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Pasa lo mismo en el caso de la robótica asistencial.

Exacto. La realidad es que las personas tienen, como mucho, una hora de terapia al día con un terapeuta, y el resto del tiempo están solas. Entonces, en este tiempo puede haber un robot que les recuerden tomar las pastillas, les enseñen fotos de sus familiares o, incluso, les expliquen un chiste. Son acciones que puede hacer un robot y que, en vez de sustituir al terapeuta, está sustituyendo a la soledad.

"Se prevé que, con la nanotecnología, en 2030 llegue el final de casi todas las enfermedades"

En cuanto a las implantaciones de microchips, ya hemos visto casos de implantaciones subcutáneas e incluso neuronales. Como toda tecnología, comporta una serie de riesgos...

Exacto, como toda tecnología, el riesgo es muy alto. Pero el riesgo está en quien la controla, en quien está detrás. Hay muchas maneras de afrontar su regulación, y en el planeta hay tres zonas que lo afrontan de manera muy diferente. Por un lado, Estados Unidos, que desde su óptica capitalista deja hacer a las empresas. Después está China, que cuenta con un control férreo. Si no me equivoco, hay mil millones de cámaras controlando todas las acciones de la ciudadanía. De hecho, en este contexto nace el concepto de la muerte digital: en China usan WeChat, desde donde lo gestionan todo, las citas médicas, reservas a restaurantes, pedidos, viajes, etcétera, y si por este canal hablas mal del gobierno o WeChat detecta que lo estás haciendo, llaman a la policía y te dicen que no puedes difundir noticias falsas. Y si lo haces más de una vez, te acaban cortando el acceso a WeChat y vives la muerte digital. Es terrible si lo piensas, porque no puedes hacer nada, tienes un gobierno que lo controla todo.

Y por último... la Unión Europea.

La Unión Europea está en una especie de tierra de nadie. Todavía queda tiempo para ver cómo avanzamos, porque ahora, los datos personales de todo el mundo, ¿dónde están? ¿Qué uso se les da? Hay empresas que saben absolutamente todo de ti. ¿Quién está controlando el acceso a esta información? ¿Se puede vender esta información? Hemos visto que ya se ha hecho para manipular unas elecciones. O sea que creo que es una cosa que se tiene que regular, pero hay que hacerlo con un sentido muy práctico y conjuntamente con las empresas. Es muy urgente que como seres humanos caminemos hacia una dirección común.

¿Destacaría alguna tecnología candidata a cambiar el mundo en los próximos años?

La nanotecnología, a través de los nanorobots. El tamaño de un nanorobot es de cinco o diez átomos. Es decir, en un pelo caben 25 millones de nanorobots. Se prevé que, gracias a estos, en 2030 llegue el final de casi todas las enfermedades. Con el tamaño que tienen podrán viajar como si se tratara de un videojuego de marcianos adentro de tu cuerpo, es una revolución que no hemos visto nunca antes. Después hay otra aplicación que da algo más de miedo y que tiene que ver con la realidad virtual, en la cual los nanorobots podrán distorsionar tu campo visual, auditivo y olfativo para que, sin gafas de realidad virtual, puedas entrar en otro mundo.

 Se están desarrollando implantes de microchips para curar el Alzheimer | Gabriel Cazado
Se están desarrollando implantes de microchips para curar el Alzheimer | Gabriel Cazado

¿Realmente nos interesa llegar tan lejos? ¿Al planeta le interesa, por ejemplo, acabar con todas las enfermedades existentes?

Es un dilema ético. Muchas veces no se puede juzgar un acontecimiento tecnológico del futuro basándose en los parámetros de la actualidad. No puedo imaginar que haya coches en la época medieval porque no había carreteras. Entonces, suelen ir acompañados. Por un lado, están las ciudades inteligentes, para luchar contra el modelo de ciudad actual, que no es sostenible. Estamos construyendo ciudades sobre ciudades. París es un ejemplo de ello. Georges Eugène Haussmann tuvo que tumbar la mitad de París para crear estas avenidas amplias que tienen ahora, como los Campos Elíseos. Nosotros ahora tenemos que hacer lo mismo, pensando hacia donde queremos ir como raza, y construir ciudades sostenibles que hagan un buen uso de los residuos y que usen energías renovables. Y en España es posible. Está completamente vacía, todo el mundo se ubica en Barcelona, Madrid, Valencia y dos o tres ciudades más. Lo mismo pasa en el mundo. Está superpoblado en las zonas que están superpobladas, pero hay muchos otros lugares que están completamente vacíos. Y, finalmente, suena loco decirlo ahora, pero ya hay planes para colonizar otros planetas y terraformar.

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¿Cómo de lejos estamos de vivir en otro planeta?

Elon Musk dijo que en 2050 habrá un montón de gente en Marte, pero bueno, Elon Musk a veces dice cosas que no se cumplen (ríe). Aun así, es verdad que hay que pensar así, ¿por qué limitarnos? Cuando Kennedy quiso ir a la luna, la gente pensó que estaba loco. Soy muy optimista en cuanto al futuro del ser humano con estas tecnologías, puesto que es la primera vez en la historia de la humanidad que podemos visualizar un futuro en el que la gente trabaje porque quiere, no porque tenga que hacerlo. Y creo que esta es la mentalidad que debemos de adoptar, la sociedad tiene una dialéctica muy pesimista pensando que los robots nos quitarán el trabajo. Yo digo que gracias a los robots no tendrás que trabajar. Pensemos en un futuro en el que, realmente, los robots sean máquinas inteligentes que puedan apoyarnos, puedan hacer las cosas que queramos, y nosotros no nos tengamos que dedicar a trabajos forzosos y podamos dejar de ser esclavos de nuestros trabajos porque tenemos la absoluta necesidad de sobrevivir.

"Es la primera vez en la historia de la humanidad que podemos visualizar un futuro en el que la gente trabaje porque quiere, no porque tenga que hacerlo"

Viviremos en una sociedad en la que todos los humanos seremos CEO.

Se podría decir así (sonríe). Es un cambio de paradigma, y a la gente le da miedo. Pero los cambios, normalmente, igual que cada tecnología disruptiva, han llevado una mejora de vida para el ser humano. La gran cuestión es cómo controlar estas herramientas tan poderosas, y para ello es mejor el conocimiento que el miedo.

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