Barcelona ha estrenado el primer punto de intercambio de baterías eléctricas para coches y motos, impulsado por una alianza de Cepsa y Acciona-Silence. El objetivo del proyecto es promover espacios urbanos como puntos de recarga rápida de baterías. Una vez llega el usuario, la batería ya está cargada y se la lleva", explica Carlos Sotelo, CEO de Silence y Mobility Acciona.
"Estamos hablando de un sistema económico y más limpio que la gasolina", añade el ejecutivo. El espacio de intercambio estará situado en la calle Comte d'Urgell y, de cara a los próximos meses, las dos empresas prevén la construcción de 10 equipamientos similares en la capital catalana y Madrid. Desde Silence se apuesta por el intercambio de baterías como una vía para "acelerar la descarbonización y, a la vez, reforzar el liderazgo en el sector de la movilidad eléctrica 100% renovable".
Esta prueba en el ámbito urbano responde a la necesidad de prever futuros escenarios como el aumento de la demanda de hidrógeno verde en el transporte de vehículos por carretera. La misión final es que el usuario tenga acceso a fuentes de energía renovables, en el menor tiempo posible, para garantizar un movimiento de largo recorrido.