'Blockchain': una revolución real?

La tecnología de bloques puede incidir en ámbitos diversos como la economía y la industria, pero está sujeto a si los más poderosos quieren seguir las reglas del juego

El bitcoin fue el primero a visibilitzar la tecnología 'blockchain' El bitcoin fue el primero a visibilitzar la tecnología 'blockchain'

"El blockchain es un término vacío, no quiere decir nada, sólo cadena de bloques". Así es como define en primera instancia el cofundador y CEO de BTC-Guardian, Carlos B. Steinblock, esta tecnología de la cual todo el mundo en habla. Es una definición planera, quizás para intentar asustar un poco los miedos que surgen cada vez que se escucha, pero el cierto es que esconde mucho más: "Es un compendi de tecnologías que permiten una red abierta, de confianza y basada en unos estándares porque todo el mundo lo pueda auditar". O dedo de otro modo, "un libro de contabilidad que replicamos miles de veces sin que nadie pueda hacer algún cambio o esté todo el mundo de acuerdo", añade durante un almorzar-coloquio organizado por FontAdvocats.

Para Steinblock, los cuatro pilares que fundamental la tecnología son: "Una contabilidad de doble entrada; una criptografía de infraestructura en clave pública; un material de construcción conocido como picado o hash , que es una función matemática de una sola dirección; y redes distribuidas que dan resiliencia y seguridad". Todo esto es el que hace que cuando un usuario quiere sacar dinero, por ejemplo 500 bitcoins de los 1.000 que tiene, tenga que retirar su totalidad para iniciar una nueva operación y generar una nueva clave. Porque estas claves, lejos del que estamos acostumbrados, no se asocian a usuarios o identidades, sino que van ligadas a tokens , que en este caso serían bitcoins. De aquí que el CEO de BTC-Guardian pueda afirmar que es como "un libro de compatibilidad de doble entrada que obliga a utilizar la clave cada vez que se quiere acceder al bloque que contiene la información".

Steinblock: "El blockchain és un compendi de tecnologías que permiten una red abierta, de confianza y basada en unos estándares porque todo el mundo lo pueda auditar"

Otro de los expertos en la materia es el CEO de Validated ID, Santi Casas, a pesar de que él rechazar la etiqueta de "especialista" afirmando que nadie lo es, pero que se los ha cogido como referente porque son quienes más idea tienen. La cuestión es dar a entender que todo ello es una tecnología en movimiento y que, de un día por el otro, todo puede cambiar sin que nadie entienda cómo.

Casas trabaja con la identidad digital de las personas desde hace más de 5 años y sabe el que supone hacer esta pasa tan disruptiva hacia el uso del blockchain en la gestión de la información, por el que considera que nos encontramos una fase muy temprana. "Es cómo si en la historia de internet estuviéramos a los años 90", concreta, "hay cosas que ya han madurado como el bitcoin, pero todavía hay un problema de volatilidad".

Además, recuerda que las empresas todavía no utilizan de manera masiva la tecnología y no se atreve a vaticinar qué puede ser el horizonte porque lo podamos ver: "Todavía falta demasiado".

La identidad en la red

Casas recuerda que la base criptográfica del blockchain existe desde hace aproximadamente 30 años. Su modelo es descentralizado, ciertamente, a pesar de que está basado en el lenguaje simétrico que utilizamos en internet y que nos permite conectarnos cada día en una página https o usar el DNI electrónico, dos modelos centralizados y regulados por actores que dan seguridad.

Y es que las identidades de Facebook o Gmail – que nadie pone en entredicho porque se pueden contrastar- a menudo se toman como puerta de entrada otros portales. Te tienes que logar con una de estas plataformas para poder consumir unos determinados contenidos, igual que el banco o la administración pública pide el DNI para identificar un ciudadano. Por eso el CEO de Validated ID tiene los ojos puestos sobre la identidad digital en la red: "Tenemos la oportunidad de crear una de real a internet, pero tiene que ser al margen de los intereses que tienen las grandes empresas tecnológicas o la banca". Sabe que es difícil porque tienen poder y sus intereses están por sobre, motivo por el cual señala las universidades y centros de investigación como actores que pueden motivar el cambio.

Asumir el riesgo

Steinblock insiste en la idea que las claves son privadas, aleatorias y asignadas a un saldo. Esto quiere decir que no hay una identidad digital que te permita acceder a todo el saldo o todos los tokens que tienes, sino que cada clave corresponde a una cantidad criptomonetària, producto o servicio diferente. El que permite este sistema es el anonimato porque, vuelve, "las claves son números que se relacionan con valores, no con personas".

Casas: "La dificultad de penetración de la tecnología rae en que no se quiere asumir la responsabilidad de perder el dinero"

Y que pasa con los wallets? Son aplicaciones que agrupan todos los bloques con información, o sea, todos los saldos. Guarda cada una de las contraseñas necesarias para acceder porque la persona pueda gestionarlo todo de manera más fácil y ver, gracias a la app, el còmptu final de bitcoins que puede tener. Ahora bien, si se pierde el teléfono móvil o el acceso al wallet, se pierde todo porque las claves son demasiado largas porque una persona pueda recordar tan sólo una.

Més info: Bitcoin: entre la burbuja y la revolución 'blockchain'

Precisamente aquí rae, según el cofundador de BTC-Guardian, la dificultad de penetración de la tecnología: "No se quiere asumir la responsabilidad de perder el dinero. Estamos habituados al fraude de tarjetas o a ir al banco a solucionar los problemas, todo está asegurado de mil maneras y la gente no quiere interiorizar el contrario".

Un nuevo sistema económico?

Esta es la principal pregunta. A pesar de que el blockchain puede dar valor a ámbitos muy diversos, el hecho que se haya dado a conocer a través del bitcoin hace difícil no pensar en su repercusión a escala económica.

Alternativas como Bitnation, un tipo de nación basada en el uso de Ethereum, hacen pensar que algún día será posible "dar de forma voluntaria dinero, como si fueran impuestos, a propuestas de interés personal", apunta Steinblock. De este modo, un ciudadano pagaría unos tributos concretos y podría llegar a decir que no quiere contribuir en otros que no le afectan directamente, destinándolos a propuestas voluntarias. "Pero tiene que ser un blockchain totalmente transparente y donde la gente pueda participar libremente y te haga soberano", remarca.

La respuesta de los Estados tendrá mucho que decir aquí y, por supuesto, el más importante es que la tecnología se consolide bajo un sistema abierto no privado, porque el riesgo de volver "al fraude, a las presiones y amenazas de los sistemas cerrados es grande". Cómo también será importando el interés social por la moneda. Porque cómo bien dice Casas, ahora la gente se interesa por el tema porque se puede minar. "Si sacas el minado, quién lo querrá", se cuestiona.

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