
A la hora de viajar tenemos en cuenta muchos factores, si nos tenemos que vacunar, si tenemos que llevar una pulsera que especifique que somos alérgicos a la penicilina o localizar los centros médicos en caso de emergencia. Todo ello son precauciones pero hay algunas que podemos hacer con más o menos celeridad, pero éstas se eternizan cuando necesitas prepararte para el viaje en un mundo que no te tiene en cuenta. Hablamos de las personas con diversidad funcional, las cuales cuando viajen se encuentran con todo tipo de barreras. Buddy, una startup con sede en Barcelona Activa, ha nacido para facilitarlos las cosas.
En Fabian Krämer es el fundador de Buddy y hace 5 años que vive en Barcelona donde una de sus mejores amigas, Verena, lo visita entre 5 y 6 veces al año. Tanto en Fabian como Verena son unos enamorados de la ciudad condal, pero esta acoge mejor al primero que a la segunda. Verena tiene una discapacidad desde su nacimiento y necesita ir con silla de ruedas eléctrica. "Más allá de los problemas en los aviones o de acceso, también vimos como no sabíamos a quién llamar si la silla tenía una avería, por ejemplo", recuerda Krämer. Facilitar el acceso a la información y los servicios que cubren las necesidades de los viajeros con diversidad funcional es la base de esta app.
En cualquier momento, por cualquier necesidad
"Con nuestra app se puede ver la disponibilidad de todo tipo de servicios que pueden ser de utilidad durante su estancia en Barcelona", resume el fundador. En Buddy encontraremos un amplio abanico de servicios que engloban desde ortopedia o traumatología, hasta mecánicos. Todos ellos situados en el mapa de la ciudad. El app ha empezado centrando su oferta en tres servicios: asistencia técnica, farmacia e individual. Esta última permite solicitar servicios de transfer o acompañamiento que, como su creador remarca, son especialmente interesantes para la gente mayor.
El creador explica que "cuando obras la aplicación esta te pregunta qué tipo de discapacitado tienes: movilidad, visual, sonora, cognitiva o del habla, y en función de la respuesta la app adapta su formato"
Puede parecer obvio remarcar que la aplicación de Buddy se ha diseñado para ser una aplicación accesible y manejable por las personas con diversidad funcional, pero la app se diferencia por su capacidad para adaptarse a las necesidades de sus usuarios. "Cuando abres la aplicación ésta te pregunta qué tipo de discapacidad tienes: movilidad, visual, sonora, cognitiva o del habla, en función de la respuesta, la app adapta su formato", explica Krämer.
Las empresas que aparecen en el mapa de Buddy son aquellas que se han registrado en la aplicación, ellas pagan una comisión a la aplicación por cada cliente que consiguen por Buddy. Mientras los usuarios tienen acceso gratuito al app, con opción de hacerse una cuenta premium que les permite personalizar y ampliar los servicios de Buddy.
Krämer: "No quiero motivar a la gente que viene estos días, es muy temprano, prefiero que salgamos al mercado cuando todo esté más estabilizado"
Un futuro marcado por el Covid-19
Buddy se encontraba en fase de prueba y calentando motores para salir al mercado de forma definitiva este verano, pero como ya es habitual el coronavirus ha cambiado los planes de la startup. Si bien las restricciones para viajar se han relajado su creador prefiere ir con pies de plomo. "No quiero motivar a la gente que viene estos días, es muy temprano, prefiero que salgamos al mercado cuando todo esté más estabilizado", explica Krämer.
Así pues el emprendedor quiere aprovechar este tiempo para seguir puliendo su aplicación, la cual por ahora se limitará a la ciudad de Barcelona. "Por ahora nos centraremos en Barcelona, queremos consolidarnos en la ciudad y, más adelante, ya veremos", expone con cautela Fabian Krämer.