El consumo energético de la industria del bitcoin supone al menos 12,9 terawatts por hora (TWh) anuales, lo cual equivale al consumo de la ciudad norteamericana de Houston, según un estudio realizado por la empresa Selectra.
Concretamente, una transacción de bitcoin consume alrededor de 100 kilovatios por hora (KWH), el equivalente a una bombilla tradicional encendida durante tres meses o a realizar el recorrido entre Madrid y Gijón con la batería de un coche Tesla. Así, el consumo energético de una transacción con esta criptomoneda es 500 veces más grande que el de realizar una operación de pago con tarjeta de crédito.
Por eso, según el codirector de Selectra, Gonzalo Lahera, al ritmo actual, "el bitcoin no es viable, ni por un uso a gran escala ni por una generalización de su uso en las transacciones". Lahera considera que hay soluciones para reducir este consumo de energía, pero "podría cuestionar la filosofía del bitcoin", por lo cual tampoco se solucionaría el problema.
El consumo energético del bitcoin es tan elevado a causa de que la minería, es decir, el proceso de obtención de la criptomoneda, ha multiplicado sus transacciones respecto a sus orígenes, lo cual ha hecho que el proceso sea cada vez más complejo.
El bitcoin es una moneda criptográfica virtual y un sistema de pago peer tono peer (P2P) creada en 2008 por Satoshi Nakamoto. Se trata de la criptomoneda más importante y está fuera del control de los Estados y de los bancos centrales.