
15
de Septiembre
de
2016
Act.
16
de Septiembre
de
2016
La simplificación en la relación con el comprador final que supone el mundo digital ha hecho crecer esta industria paralela. La palabra "piratería digital" forma parte de nuestro vocabulario desde que servicios como Napster, Kazaa o emulo, a principios de siglo, permitieron a los usuarios descargar decenas de gigas de música y vídeo de forma gratuita e ilegal. Los gobiernos nacionales actuaron con lentitud, pero contundencia, contra estas plataformas. Pero no fue hasta la aparición de servicios freemium alternativos que el problema no se palió.
Pero la piratería en Internet no está vinculada sólo a los productos culturales. Aparatos electrónicos, merchandising de todo tipos, cosméticos, medicamentos, juguetes y, por supuesto, textil, también son objeto de deseo de los falsificadores.El fenómeno de las falsificaciones mueve 1,3 billones de dólares al año, y no se limita a la aparición de manters por las ciudades. Internet es un fondo inabarcable de jerseys, zapatillas, camisetas, pantalones y todo tipos de ropa que vulneran los derechos de propiedad intelectual. Y el sector estrella en las copias del textil es el deportivo.
Según los datos de la Unión Europea, las pérdidas del sector deportivo por falsificaciones superan los 500 millones de dólares. "En la red encontramos todo tipo de complementos deportivos, zapatillas, camisetas de equipos de fútbol, etc. que se falsifican masivamente y se distribuyen por Internet. Es un riesgo que las empresas tienen que entender y afrontar", explica David Casellas, director de desarrollo de negocio de la compañía Red Points, especializada en la protección de marcas y contenidos online.
Las facilidades de la red
Los productos deportivos más falsificados son los que están relacionados con equipos de primer nivel. El FC Barcelona fue el equipo que más camisetas colocó al mercado durante la última temporada con 3,6 millones de ventas de su modelo. Lo siguieron Bayern de Múnich y Chelsea, con 3,3 y 3,1 millones de camisetas vendidas, respectivamente, mientras que equipos como el Manchester United o el Real Madrid se quedaron sobre los 2,9 millones. Pero estas cifras sólo reflejan las ventas de productos oficiales. El porcentaje de falsificaciones que se mueven al mercado es imposible de calcular.
Según Casellas, uno de los motivos que ha permitido la proliferación de esta industria paralela también a la red es la simplificación del mercado que supone el mundo virtual. "Vender por Internet permite al fabricante de falsificaciones interactuar directamente con consumidores de todo el mundo sin recurrir a intermediarios. Cualquier se puede abrir una cuenta en una red social y vender falsificaciones sin ni siquiera estar en contacto con la mercancía", explica Casellas, que también atribuye el crecimiento del "sector" a "el anonimato con que se puede actuar en Internet. Esto dificulta las posibilidades de identificar los infractores. Internet ha hecho crecer tanto el volumen como la complejidad del problema", apunta.
Páginas tan populares como eBay o Amazon son focos del problema, pero la oferta de falsificaciones deportivas se ha hecho extensiva a espacios más difíciles de identificar, como webs especializadas, perfiles anónimos en las redes sociales, páginas de anuncios clasificaciones y aplicaciones móviles de todo tipos que permiten vender productos entre particulares.
Todo y la aparición de estos nuevos espacios de ventas, Casellas identifica a las grandes plataformas digitales de distribución con origen en la Asia como el nuevo gran madriguera de falsificaciones. "Páginas como Alibaba permiten al fabricante de producto falsificado eliminar las complejas redes de distribución e importación a los países de consumo que necesitaba antes. Ahora puede vender su producto directamente a destino y con un riesgo mínimo. Venden sus catálogos al por mayor, enviando miles de unidades de falsificaciones a precios muy bajos".
Además de las facilidades que ofrece el mundo virtual a los fabricantes de falsificaciones, el crecimiento del mercado también tiene mucho que ver con la confianza de los usuarios, que han perdido el miedo a comprar por Internet, tanto productos originales como falsificaciones. "Tanto las plataformas más conocidas como las especializadas en productos falsificados incorporan métodos de pago comunes, como Mastercard o PayPal. Esto juega a favor de la credibilidad de la herramienta, y el usuarioconfía para hacer sus pagos".
Pla contra las falsificaciones
A pesar de la constante aparición de falsificaciones deportivas a sus páginas, prácticamente cabe de las plataformas digitales de venta de productos se preocupa de su detección y eliminación. Así al menos lo entiende el ejecutivo de Red Points, que, aún así, concede que "sí que actúan eficazmente cuando reciben una notificación sobre la venta de una falsificación a su página", por el que entiende que la clave está a "trabajar en estrechada relación con estos portales para que colaboren y se impliquen en la protección de las marcas".
Red Points empezó a trabajar en la detección de productos falsificados a la red el 2011 y ha desarrollado una tecnología que automatiza un proceso que consta de cuatro fases: detección, documentación, validación y eliminación de las copias que se pueden encontrar en Internet. En la actualidad, la empresa elimina más de 50.000 contenidos ilegales al mes.
La empresa colabora con regularidad con entidades como la Sociedad de Artistas AIE, empresas como Deloitte y varios grupos editoriales y audiovisuales. Su último paso ha sido el acuerdo firmado con la Asociación Española de Fabricantes y Distribuidores de Artículos Deportivos (AFYDAD) para informar a sus más de 350 marcas afiliadas sobre la existencia o no de copias de sus productos a la red.
Pero la piratería en Internet no está vinculada sólo a los productos culturales. Aparatos electrónicos, merchandising de todo tipos, cosméticos, medicamentos, juguetes y, por supuesto, textil, también son objeto de deseo de los falsificadores.El fenómeno de las falsificaciones mueve 1,3 billones de dólares al año, y no se limita a la aparición de manters por las ciudades. Internet es un fondo inabarcable de jerseys, zapatillas, camisetas, pantalones y todo tipos de ropa que vulneran los derechos de propiedad intelectual. Y el sector estrella en las copias del textil es el deportivo.
Según los datos de la Unión Europea, las pérdidas del sector deportivo por falsificaciones superan los 500 millones de dólares. "En la red encontramos todo tipo de complementos deportivos, zapatillas, camisetas de equipos de fútbol, etc. que se falsifican masivamente y se distribuyen por Internet. Es un riesgo que las empresas tienen que entender y afrontar", explica David Casellas, director de desarrollo de negocio de la compañía Red Points, especializada en la protección de marcas y contenidos online.
Las facilidades de la red
Los productos deportivos más falsificados son los que están relacionados con equipos de primer nivel. El FC Barcelona fue el equipo que más camisetas colocó al mercado durante la última temporada con 3,6 millones de ventas de su modelo. Lo siguieron Bayern de Múnich y Chelsea, con 3,3 y 3,1 millones de camisetas vendidas, respectivamente, mientras que equipos como el Manchester United o el Real Madrid se quedaron sobre los 2,9 millones. Pero estas cifras sólo reflejan las ventas de productos oficiales. El porcentaje de falsificaciones que se mueven al mercado es imposible de calcular.
Según Casellas, uno de los motivos que ha permitido la proliferación de esta industria paralela también a la red es la simplificación del mercado que supone el mundo virtual. "Vender por Internet permite al fabricante de falsificaciones interactuar directamente con consumidores de todo el mundo sin recurrir a intermediarios. Cualquier se puede abrir una cuenta en una red social y vender falsificaciones sin ni siquiera estar en contacto con la mercancía", explica Casellas, que también atribuye el crecimiento del "sector" a "el anonimato con que se puede actuar en Internet. Esto dificulta las posibilidades de identificar los infractores. Internet ha hecho crecer tanto el volumen como la complejidad del problema", apunta.
Páginas tan populares como eBay o Amazon son focos del problema, pero la oferta de falsificaciones deportivas se ha hecho extensiva a espacios más difíciles de identificar, como webs especializadas, perfiles anónimos en las redes sociales, páginas de anuncios clasificaciones y aplicaciones móviles de todo tipos que permiten vender productos entre particulares.
Todo y la aparición de estos nuevos espacios de ventas, Casellas identifica a las grandes plataformas digitales de distribución con origen en la Asia como el nuevo gran madriguera de falsificaciones. "Páginas como Alibaba permiten al fabricante de producto falsificado eliminar las complejas redes de distribución e importación a los países de consumo que necesitaba antes. Ahora puede vender su producto directamente a destino y con un riesgo mínimo. Venden sus catálogos al por mayor, enviando miles de unidades de falsificaciones a precios muy bajos".
Además de las facilidades que ofrece el mundo virtual a los fabricantes de falsificaciones, el crecimiento del mercado también tiene mucho que ver con la confianza de los usuarios, que han perdido el miedo a comprar por Internet, tanto productos originales como falsificaciones. "Tanto las plataformas más conocidas como las especializadas en productos falsificados incorporan métodos de pago comunes, como Mastercard o PayPal. Esto juega a favor de la credibilidad de la herramienta, y el usuarioconfía para hacer sus pagos".
Pla contra las falsificaciones
A pesar de la constante aparición de falsificaciones deportivas a sus páginas, prácticamente cabe de las plataformas digitales de venta de productos se preocupa de su detección y eliminación. Así al menos lo entiende el ejecutivo de Red Points, que, aún así, concede que "sí que actúan eficazmente cuando reciben una notificación sobre la venta de una falsificación a su página", por el que entiende que la clave está a "trabajar en estrechada relación con estos portales para que colaboren y se impliquen en la protección de las marcas".
Red Points empezó a trabajar en la detección de productos falsificados a la red el 2011 y ha desarrollado una tecnología que automatiza un proceso que consta de cuatro fases: detección, documentación, validación y eliminación de las copias que se pueden encontrar en Internet. En la actualidad, la empresa elimina más de 50.000 contenidos ilegales al mes.
La empresa colabora con regularidad con entidades como la Sociedad de Artistas AIE, empresas como Deloitte y varios grupos editoriales y audiovisuales. Su último paso ha sido el acuerdo firmado con la Asociación Española de Fabricantes y Distribuidores de Artículos Deportivos (AFYDAD) para informar a sus más de 350 marcas afiliadas sobre la existencia o no de copias de sus productos a la red.