Las 'fake news' llegan a la ciencia

Las personas tienen una mirada menos crítica cuando la información llega de un medio científico o con reputación

Algunos de los artículos científics que se publican a las revistas del sector contienen desinformaciones | iStock Algunos de los artículos científics que se publican a las revistas del sector contienen desinformaciones | iStock

Las redes sociales propician la propagación de fake news. Principalmente se dan en el ámbito político, como ya se ha visto durante la campaña electoral de las elecciones generales del pasado abril. Ahora bien, en el mundo de la ciencia también han llegado las noticias falsas. Tanto que incluso se ha bautizado como fake science.

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Sin embargo, la desinformación en el ámbito de la ciencia no es un hecho nuevo. El año 1998, el médico Andrew Wakefield presentó una investigación preliminar y publicada en la revista científica The Lancet que afirmaba que 12 niños vacunados de sarampión, paperas y rubeola habían desarrollado comportamientos autistas y enfermedades intestinales. Una información falsa que provocó una oleada de desconfianza internacional en las vacunas que todavía perdura hoy, veinte años más tarde.

Pero por qué aparecen estas informaciones falsas? Según el profesor de la UOC, Alexandre López-Borrull la fake science (ciencia engañosa) representa un problema en un entorno cada vez más competitivo y con más necesidad de publicar de manera rápida y frecuente en revistas de alto impacto.

Los peligros de la fake science

Toda desinformación puede suponer un peligro si se hace viral entre la sociedad, pero en el ámbito de la ciencia y cuando afecta la salud de las personas, todavía es más peligroso. El sociólogo y profesor de la UOC, Francesc Núñez, alerta que los individuos, de manera habitual, se adhieren a teorías o informaciones que los van bien o que quieren sentir, y si encima se presentan como conocimientos científicos todavía dedican una mirada menos crítica.

Y es que, además, las noticias falsas en la ciencia juegan con el desconocimiento del usuario sobre ciertos temas, el contenido de los cuales puede estar relacionado con la salud o con cuestiones que se pueden hacer virales. Como los ya conocidos ejemplos del estudio que relaciona el consumo de brócoli y otros vegetales con menos riesgo de cáncer publicado a la revista Science o bien que una copa diaria de vino reduce la mortalidad. Dos casos que, en realidad, son fake science.

Pero cómo se cuelan estas desinformaciones en revistas científicas que, supuestamente, cuentan con la revisión de expertos? Cómo que los revisores no reciben una compensación económica por este trabajo, el que se los ofrece normalmente es un reconocimiento a cambio de las horas que dedican. Un hecho que provoca que muchos artículos científicos se tengan que retirar después de su publicación para difundir falsas verdades o por falta de contraste de sus datos.

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