Continúan las conversaciones entre el Consejo de la UE y el Parlamento Europeo para acordar la regulación comunitaria sobre inteligencia artificial. Los equipos negociadores han cerrado ya un acuerdo para regular sistemas fundacionales o generativos de inteligencia artificial, como ChatGPT, que era uno de los principales puntos de fricción entre ambos colegisladores. Las negociaciones continúan, sin embargo, para pactar los límites sobre datos biométricos, la cuestión que encalla ahora el acuerdo.
Los estados quieren que la vigilancia geométrica en tiempo real se pueda utilizar para perseguir ciertos delitos siempre que haya autorización judicial, como por ejemplo el abuso sexual o la prevención de atentados terroristas. En cambio, la Eurocámara se opone al considerar que viola los derechos fundamentales.
Las negociaciones continúan para pactar los límites sobre datos biométricos, la cuestión que encalla ahora el acuerdo
La reunión entre los equipos negociadores del Consejo y el Parlamento Europeo empezó el miércoles a las 15 h y se ha alargado durante toda la noche. Estaba previsto que hubiera una rueda de prensa a las 8 h, una vez acabada el encuentro, pero se ha aplazado al continuar las conversaciones.
Las negociaciones entre el Parlamento Europeo y el Consejo para cerrar la normativa sobre inteligencia artificial empezaron en julio. Los dos colegisladores cerraron ya en septiembre un acuerdo sobre qué prácticas de inteligencia artificial se consideraban de alto riesgo y, por lo tanto, se tenían que prohibir en la UE. Desde entonces, quedaban por pactar los aspectos más controvertidos de la regulación: el uso de la vigilancia biométrica en tiempo real y la regulación de los nuevos sistemas de inteligencia artificial generativa, como ChatGPT.